'Dios' en la Biblia
Ceñíos {de cilicio}, y lamentaos, sacerdotes; gemid, ministros del altar. Venid, pasad la noche {ceñidos} de cilicio, ministros de mi Dios, porque sin ofrenda de cereal y sin libación ha quedado la casa de vuestro Dios.
Promulgad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos {y} a todos los habitantes de la tierra en la casa del SEÑOR vuestro Dios, y clamad al SEÑOR.
¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos, {y} la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al SEÑOR vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de {infligir} el mal.
¿Quién sabe si volverá y se apiadará, y dejará tras sí bendición, {es decir,} ofrenda de cereal y libación para el SEÑOR vuestro Dios?
Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ``Dónde está su Dios"?
Hijos de Sion, regocijaos y alegraos en el SEÑOR vuestro Dios; porque El os ha dado la lluvia temprana para {vuestra} vindicación, y ha hecho descender para vosotros la lluvia, la lluvia temprana y la tardía {como} en el principio.
Tendréis mucho que comer y os saciaréis, y alabaréis el nombre del SEÑOR vuestro Dios, que ha obrado maravillosamente con vosotros; y nunca jamás será avergonzado mi pueblo.
Y sabréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios y no hay otro; nunca jamás será avergonzado mi pueblo.
Entonces sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte. Y Jerusalén será santa, y los extranjeros no pasarán más por ella.