'Dureza' en la Biblia
Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza;
No te enseñorearás de él con dureza, mas tendrás temor de tu Dios.
Y los poseeréis como herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en cuanto a vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis uno sobre otro con dureza.
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado;
cuando el polvo se ha convertido en dureza, y los terrones se han pegado unos con otros?
Los entregué, por tanto, a la dureza de su corazón: Caminaron en sus consejos.
El pobre habla con ruegos; mas el rico responde con dureza.
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones se unirán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; y no andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,
Dales dureza de corazón, tu maldición caiga sobre ellos.
No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no hicisteis volver la descarriada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia;
Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras esposas; pero al principio no fue así.
Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra.
Y Jesús respondiendo, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento,
Finalmente se apareció a los once, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios,
Por tanto os escribo esto estando ausente, no sea que estando presente os trate con dureza, conforme a la potestad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción.
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;