'Ejército' en la Biblia
Y Abías comenzó la batalla con un ejército de valientes guerreros, cuatrocientos mil hombres escogidos, mientras que Jeroboam se puso en orden de batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, valientes {y} fuertes.
Asa tenía un ejército de trescientos mil {hombres} de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos; todos ellos valientes guerreros.
Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón {de hombres} y trescientos carros, y vino hasta Maresa.
Y Asa y el pueblo que {estaba} con él los persiguieron hasta Gerar; y cayeron tantos etíopes que no pudieron rehacerse, porque fueron destrozados delante del SEÑOR y delante de su ejército. Y recogieron muchísimo botín.
En aquel tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
¿No eran los etíopes y los libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.
Respondió {Micaías:} Por tanto, escuchad la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su derecha y a su izquierda.
Y habiendo consultado con el pueblo, designó a algunos que cantaran al SEÑOR y a algunos que {le} alabaran en vestiduras santas, conforme salían delante del ejército y que dijeran: Dad gracias al SEÑOR, porque para siempre es su misericordia.
Pero el sacerdote Joiada sacó a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas; y al que la siga, matadlo a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.
Y aconteció que a la vuelta del año, el ejército de los arameos subió contra Joás; y vinieron a Judá y a Jerusalén, destruyeron de entre la población a todos los oficiales del pueblo, y enviaron todo el botín al rey de Damasco.
Ciertamente, el ejército de los arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Tenía también Uzías un ejército listo para la batalla, que salía al combate por divisiones conforme al número de su alistamiento, preparado por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.
Y bajo su mando estaba un ejército poderoso de trescientos siete mil quinientos, que hacían la guerra con gran poder, para ayudar al rey contra el enemigo.
Uzías proveyó además a todo el ejército de escudos, lanzas, yelmos, corazas, arcos y hondas para {tirar} piedras.
Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Oded, y {éste} salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia {que} ha llegado hasta el cielo.
Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado; levantó también altares a los Baales e hizo Aseras, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió.
Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa del SEÑOR.
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los comandantes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con {cadenas} de bronce y lo llevaron a Babilonia.
Después de esto, edificó la muralla exterior de la ciudad de David al occidente de Gihón, en el valle, hasta la entrada de la puerta del Pescado; y rodeó {con ella} el Ofel y la hizo muy alta. Entonces puso comandantes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.