'Ejército' en la Biblia
"El ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, jefe del ejército, pero no ha invitado a Salomón su siervo.
"Porque él ha descendido hoy y ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar, y allí están comiendo y bebiendo en su presencia, y gritando: ` ¡Viva el rey Adonías!'
"El SEÑOR hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque él atacó a dos hombres más justos y mejores que él y los mató a espada sin que mi padre David {lo} supiera: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.
En su lugar el rey nombró sobre el ejército a Benaía, hijo de Joiada, y el rey nombró al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.
Benaía, hijo de Joiada, {estaba} sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar {eran} sacerdotes;
Sucedió que cuando David estaba en Edom, Joab, el jefe del ejército, subió a enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom
Pero cuando Hadad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, jefe del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: ``Despídame para que vaya a mi tierra."
El pueblo que estaba acampado oyó decir: ``Zimri ha conspirado y también ha matado al rey." Entonces, ese mismo día en el campamento, todo Israel hizo a Omri, jefe del ejército, rey sobre Israel.
Entonces Ben Adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, sitió a Samaria y peleó contra ella.
Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía.
"Aliste un ejército como el ejército que perdió, caballo por caballo y carro por carro. Entonces pelearemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?" El escuchó su consejo y lo hizo así.
Respondió {Micaías:} ``Por tanto, escuche la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en Su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a Su derecha y a Su izquierda.
A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: ``Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra."