'Ella' en la Biblia
Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey.
La joven era muy hermosa; ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no la conoció.
Ella le respondió: Mi señor, tú juraste a tu sierva por el SEÑOR tu Dios, {diciendo:} ``Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono."
Y he aquí que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán.
Entonces el rey David respondió y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey.
Entonces Adonías, hijo de Haguit, vino a Betsabé, madre de Salomón; y ella {le} dijo: ¿Vienes en paz? Y él respondió: En paz.
Ahora yo te hago una petición, no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.
Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.
Entonces ella dijo: Te hago una pequeña petición; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, porque no te la negaré.
Y ella dijo: Que se dé a Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.
Y una de las mujeres dijo: Oh, mi señor, yo y esta mujer vivimos en la misma casa; y yo di a luz {estando} con ella en la casa.
Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él.
Entonces ella se levantó a medianoche, tomó a mi hijo de mi lado mientras tu sierva estaba dormida y lo puso en su regazo, y a su hijo muerto lo puso en mi regazo.
Entonces la mujer de quien {era} el niño vivo habló al rey, pues estaba profundamente conmovida por su hijo, y dijo: Oh, mi señor, dale a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mates. Pero la otra decía: No será ni mío ni tuyo; partid{lo.}
Entonces el rey respondió y dijo: Dad el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo matéis. Ella es la madre.
Y en la parte superior de la basa {había} una {pieza} redonda de medio codo de alto, y en la parte superior de la basa sus soportes y sus bordes {formaban} parte de ella.
Y el SEÑOR le dijo: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente.
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.
Mas el SEÑOR había dicho a Ahías: He aquí, la mujer de Jeroboam viene a consultarte sobre su hijo, pues está enfermo. Esto y esto le dirás, pues será que cuando ella venga, fingirá ser otra mujer.
Y sucedió que cuando Ahías oyó el ruido de los pasos de ella al entrar por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué finges ser otra mujer? Pues he sido enviado a ti {con} un duro {mensaje.}
Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa. {Y} al entrar ella por el umbral de la casa, el niño murió.
También quitó a Maaca su madre de {ser} reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera; Asa derribó su horrible imagen y {la} quemó junto al torrente Cedrón.
Cuando ella iba a conseguir{la,} la llamó y {le} dijo: Te ruego que me traigas {también} un bocado de pan en tu mano.
Pero ella respondió: Vive el SEÑOR tu Dios, que no tengo pan, sólo {tengo} un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y preparar{lo} para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.
Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por {muchos} días.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo.
Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, {vino} a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y Ben-adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, sitió a Samaria y peleó contra ella.
Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot.
Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado.
Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.
Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella.