'Elías' en la Biblia
Entonces Elías tisbita, {que era} de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.
Y vino a Elías la palabra del SEÑOR, diciendo:
Entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso y tráeme{la;} después harás para ti y para tu hijo.
Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por {muchos} días.
La harina de la tinaja no se acabó ni se agotó el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Elías.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo.
El SEÑOR escuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él y revivió.
Y Elías tomó al niño, lo bajó de la cámara alta a la casa y se lo dio a su madre; y Elías dijo: Mira, tu hijo vive.
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del SEÑOR en tu boca es verdad.
Y sucedió que {después de} muchos días, la palabra del SEÑOR vino a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra.
Y Elías fue a mostrarse a Acab. Y el hambre {era} intensa en Samaria.
Y estando Abdías en el camino, he aquí, Elías le salió al encuentro, y {Abdías} lo reconoció y cayó sobre su rostro, y dijo: ¿Eres tú Elías, mi señor?
Y él le respondió: Yo soy. Ve, di a tu señor: ``Aquí está Elías."
Y ahora dices: ``Ve, di a tu señor: `Aquí está Elías'"; entonces me matará.
Y Elías dijo: Vive el SEÑOR de los ejércitos, delante de quien estoy, que hoy ciertamente me mostraré a él.
Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al encuentro de Elías.
Y sucedió que cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo: ¿Eres tú, perturbador de Israel?
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
Entonces Elías dijo al pueblo: Solo yo he quedado {como} profeta del SEÑOR, pero los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres.
Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escoged un novillo para vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad el nombre de vuestro dios, pero no {le} pongáis fuego.
Y sucedió que {ya} al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios; tal vez {estará} meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.
Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el altar del SEÑOR que había sido derribado.
Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del SEÑOR, diciendo: Israel será tu nombre.
Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya.
Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos. Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló.
Y Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de {mucha} lluvia.
Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas.
Y dijo a su criado: Sube ahora, {y} mira hacia el mar. Y él subió, miró y dijo: No hay nada. Y Elías dijo siete veces: Vuelve {a mirar.}
Y la mano del SEÑOR estaba sobre Elías, el cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta Jezreel.
Y Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había matado a espada a todos los profetas.
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos.
Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, {vino} a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y sucedió que cuando Elías {lo} oyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, una voz {vino} a él y {le} dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas {de bueyes} delante de él, y él {estaba} con la última. Elías pasó adonde él estaba y le echó su manto encima.
Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: Permíteme besar a mi padre y a mi madre, entonces te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo?
Entonces se volvió, dejando de seguirle, tomó el par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, y {la} dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Entonces vino la palabra del SEÑOR a Elías tisbita, diciendo:
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has encontrado, enemigo mío? Y él respondió: {Te} he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del SEÑOR.