'Era' en la Biblia
Hubo un varón en tierra de Uz, que se llamaba Job; y este hombre era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y este varón era el más grande de todos los orientales.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.
El asunto también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.
Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto y diadema era mi justicia.
A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia;
Si me alegré de que mi riqueza era grande, y de que mi mano había adquirido mucho;
Y cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos.
¿Fiarás de él para que recoja tu semilla y la junte en tu era?