'Esperando' en la Biblia
Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se maravillaban de que él se detuviera en el Templo.
Y estando el pueblo esperando, y pensando todos de Juan en sus corazones, si él sería el Cristo,
Cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se alejó de El esperando un tiempo {oportuno.}
Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno aun para con los ingratos y malos.
Cuando Jesús volvió, la multitud le recibió {con gozo}, porque todos le habían estado esperando.
En éstos yacía multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua.
Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y {lo} vio y se alegró.
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado a sus parientes y los amigos más familiares.
Mas tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales han hecho voto bajo maldición, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora están apercibidos esperando tu promesa.
Esperando también con esto, que de parte de Pablo le serían dados dineros, para que le soltara; por lo cual, haciéndole venir muchas veces, hablaba con él.
Pero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios.
Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo.
de tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el Tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Te escribo estas cosas, esperando ir a ti pronto,
esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús el Cristo.
Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.
esperando lo que resta, es a decir, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?
Conservaos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor, Jesucristo, para vida eterna.