'Estaba' en la Biblia
Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre {el lugar} donde estaba el Niño.
Entonces Jesús llegó* de Galilea al Jordán, a {donde estaba} Juan, para ser bautizado por él.
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.
Mientras El aún estaba hablando a la multitud, he aquí, su madre y sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con El.
Y se congregaron {junto} a El grandes multitudes, por lo que subió a una barca y se sentó; y toda la multitud estaba de pie en la playa.
Después de despedir a la multitud, subió al monte a solas para orar; y al anochecer, estaba allí solo.
Pero la barca estaba ya a muchos estadios de tierra, {y} era azotada por las olas, porque el viento era contrario.
Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz {salió} de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
Pero cuando el rey entró a ver a los comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda,
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí."
fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis."
se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado {a la mesa.}
Al atardecer, estaba El sentado {a la mesa} con los doce discípulos.
Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
Pedro estaba sentado fuera en el patio, y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
Cuando salió al portal, lo vio otra {sirvienta} y dijo* a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el nazareno.
Y {Jesús} no le respondió ni a una sola pregunta, por lo que el gobernador estaba muy asombrado.
Y viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: Soy inocente de la sangre de este justo; ¡allá vosotros!
Y María Magdalena estaba allí, y la otra María, sentadas frente al sepulcro.