'Habían' en la Biblia
Y destruyeron al remanente de los de Amalec, que habían escapado, y allí han habitado hasta el día de hoy.
Salum, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Corá, y sus parientes, de la casa de su padre, los Coraítas, {estaban} encargados de la obra del servicio, guardianes de los umbrales de la tienda; sus padres {habían estado} encargados del campamento del SEÑOR como guardianes de la entrada.
Cuando todos los hombres de Israel que {vivían} en el valle, vieron que los suyos habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; entonces los Filisteos vinieron y habitaron en ellas.
Cuando los de Jabes de Galaad oyeron todo lo que los Filisteos habían hecho a Saúl,
De los hijos de Benjamín, parientes de Saúl, 3,000; porque hasta entonces la mayor parte de ellos habían permanecido fieles a la casa de Saúl.
Y estuvieron allí con David tres días, comiendo y bebiendo, porque sus parientes habían hecho provisión para ellos.
Pues los Filisteos habían venido y hecho una incursión en el Valle de Refaim.
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los Amonitas enviaron 34 toneladas de plata para tomar a sueldo carros y hombres de a caballo de Mesopotamia, de Aram Maaca y de Soba.
Y los Amonitas salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, y los reyes que habían venido {estaban} aparte en el campo.
Al ver los Arameos que habían sido derrotados por Israel, enviaron mensajeros, y trajeron a los Arameos que {estaban} al otro lado del Río (Eufrates), con Sofac, comandante del ejército de Hadad Ezer, al frente de ellos.
Cuando los siervos de Hadad Ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los Arameos no quisieron ayudar más a los Amonitas.
Además, David y los jefes del ejército separaron para el servicio {a algunos} de los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, que {habían} de profetizar con liras, arpas y címbalos; y el número de éstos, conforme a su servicio fue:
Este Selomit y sus parientes {estaban} a cargo de todos los tesoros de las cosas sagradas que el rey David, los jefes de las {casas} paternas, los capitanes de millares y centenares y los capitanes del ejército habían consagrado.
Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera.