'Hasta' en la Biblia
"Sin embargo, ahora Adonías es rey; y {usted,} mi señor el rey, {hasta} ahora no {lo} sabe.
Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.
Baana, hijo de Ahilud, {en} Taanac y Meguido y todo Bet Seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet Seán hasta Abel Mehola, hasta el otro lado de Jocmeam;
Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río (Eufrates) {hasta} la tierra de los Filisteos y hasta la frontera de Egipto. Ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
Porque Salomón tenía dominio sobre todos {los reinos} al oeste del Río (Eufrates), desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Río; y tuvo paz por todos lados a su alrededor.
Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared. También habló de ganados, aves, reptiles y peces.
``Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del SEÑOR su Dios a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el SEÑOR puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
"Mis siervos {las} bajarán desde el Líbano hasta el mar; y haré de ellas balsas {para ir} por mar hasta el lugar adonde me indiques, y allí haré que las desaten y tú te {las} llevarás. Entonces cumplirás mi deseo dando alimento a mi casa."
construyó las paredes de la casa por dentro con tablas de cedro. Desde el suelo de la casa hasta el techo recubrió {las paredes} interiores con madera. También recubrió el piso de la casa con tablas de ciprés.
Edificó los 9 metros del fondo de la casa con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo. Así le edificó el santuario interior, el Lugar Santísimo.
Revistió de oro toda la casa, hasta que toda la casa estuvo terminada. También revistió de oro todo el altar que estaba junto al santuario interior.
Un ala del querubín {tenía} 2.25 metros y la otra ala del querubín 2.25 metros. Desde la punta de una de sus alas hasta la punta de la otra de sus alas {había} 4.5 metros.
También hizo el pórtico del trono donde había de juzgar, el pórtico del juicio, que fue cubierto de cedro desde el suelo hasta el techo.
Todas estas {obras} eran de piedras valiosas, cortadas a la medida, cortadas con sierras por dentro y por fuera, desde el cimiento hasta la cornisa, y por fuera hasta el gran atrio.
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras se podían ver desde el lugar santo, {que estaba} delante del santuario interior, pero no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.
Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días {más, o sea} catorce días.
Y dijo: `` ¿Qué son estas ciudades que me has dado, hermano mío?" Por eso fueron llamadas tierra de Cabul (Inútil) hasta hoy.
{es decir,} a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los Israelitas no habían podido destruir completamente, Salomón les impuso leva de trabajo forzado hasta el día de hoy.
"Pero yo no podía creer lo que me decían, hasta que he venido y mis propios ojos lo han visto. No se me había contado ni la mitad. Usted supera {en} sabiduría y prosperidad la fama que había oído.
Con la madera de sándalo, el rey hizo pilares para la casa del SEÑOR y para el palacio del rey; también liras y arpas para los cantores. Esa clase de madera de sándalo no ha entrado {más} ni se ha vuelto a ver hasta hoy.
{Había} seis gradas hasta el trono, y por detrás, la parte superior del trono era redonda, con brazos a cada lado del asiento y dos leones de pie junto a los brazos.
(pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que dieron muerte a todos los varones en Edom),
Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Salomón.
Así Israel ha estado en rebeldía contra la casa de David hasta hoy.
Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba {aun} hasta Dan {a adorar} delante de uno {de los becerros.}
por tanto, voy a traer mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo varón, tanto esclavo como libre en Israel. Barreré completamente la casa de Jeroboam, como se barre el estiércol hasta que desaparece del todo.
Y en cuanto fue rey, Baasa hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Su siervo Ahías el Silonita,
Y su siervo Zimri, jefe de la mitad de sus carros, conspiró contra él. Y {Ela estaba} en Tirsa bebiendo {hasta} emborracharse en la casa de Arsa, que {era} mayordomo de la casa en Tirsa.
"Porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la vasija, hasta el día en que el SEÑOR mande lluvia sobre la superficie de la tierra.'"
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: `` ¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, síganlo; y si Baal, síganlo a él." Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
Entonces tomaron el novillo que les dieron y {lo} prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ``Oh Baal, respóndenos." Pero no hubo voz ni nadie respondió. Y danzaban alrededor del altar que habían hecho.
Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos.
Pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio {de la tarde}; pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso.
Y la mano del SEÑOR estaba sobre Elías, quien ajustándose el cinturón corrió delante de Acab hasta Jezreel.
Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas junto con los treinta y dos reyes que lo ayudaban.
Y Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: ``Así dice el SEÑOR: `Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'"
y dile: `Así dice el rey: ``Echen a éste a la cárcel, y aliméntenlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz."'"
Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los Arameos y al atardecer murió. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro.