'Hasta' en la Biblia
Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en el desierto hasta el día que se mostró a Israel.
Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado.
y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle.
Y cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando hasta Él, le detenían para que no se fuera de ellos.
Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios.
Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá tu hijo.
Y tú, Capernaúm, que hasta el cielo eres levantada, hasta el infierno serás arrojada.
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo. De cierto os digo que será demandada de esta generación.
Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado hasta la última blanca.
Él entonces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aún este año, hasta que cave a su alrededor, y la estercole.
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y de cierto os digo que no me veréis, hasta que venga el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
La ley y los profetas fueron hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es predicado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
¿No le dice más bien: Adereza qué cene, y cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?
Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y vino el diluvio, y destruyó a todos.
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
Y Él les dijo: He aquí, cuando entrareis en la ciudad, os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,
Porque os digo que no comeré más de ella, hasta que se cumpla en el reino de Dios.
porque os digo que no beberé del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Dejad hasta aquí. Y tocando su oreja, le sanó.
Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
Y era como la hora sexta, y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre: mas vosotros quedaos en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos con poder de lo alto.
Y los condujo fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.