'Hombres' en la Biblia
Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y {así hicieron} también todos los hombres que {estaban} con él.
Y trajo David a los hombres que {estaban} con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.
Vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David, diciendo: Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl.
Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, a decirles: Benditos seáis del SEÑOR, porque habéis mostrado esta bondad a Saúl vuestro señor, y lo habéis sepultado.
Aquel día la batalla fue muy reñida, y Abner y los hombres de Israel fueron derrotados delante de los siervos de David.
Abner y sus hombres marcharon toda aquella noche por el Arabá, cruzaron el Jordán, y caminando toda la mañana, llegaron a Mahanaim.
Joab volvió también de perseguir a Abner, y cuando reunió a todo el pueblo, faltaban de los siervos de David, diecinueve hombres, además de Asael.
Pero los siervos de David habían herido de Benjamín y de los hombres de Abner, a trescientos sesenta hombres, {los cuales} murieron.
Se llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, que {estaba} en Belén. Joab y sus hombres caminaron toda la noche hasta que les amaneció en Hebrón.
Llegó Abner adonde {estaba} David, en Hebrón, y con él veinte hombres. Y David preparó un banquete para Abner y los hombres que lo acompañaban.
Hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que el SEÑOR pague al malhechor conforme a su maldad.
Y el hijo de Saúl {tenía} dos hombres que eran jefes de bandas: el nombre de uno era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot es también considerado {parte} de Benjamín,
¿Cuánto más, cuando hombres malvados han matado a un hombre justo en su propia casa y sobre su cama, no demandaré ahora su sangre de vuestras manos, borrándoos de la tierra?
Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén contra los jebuseos, los habitantes de la tierra, y éstos dijeron a David: No entrarás aquí; aun los ciegos y los cojos te rechazarán; pues pensaban: David no puede entrar aquí.
Y ellos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los llevaron.
Volvió David a reunir a todos los hombres escogidos de Israel, treinta mil.
Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
`Yo seré padre para él y él será hijo para mí. Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres,
Y aun esto fue insignificante ante tus ojos, oh Señor DIOS, pues también has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano. Y esta es la ley de los hombres, oh Señor DIOS.
David le tomó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Cuando vinieron los arameos de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, David mató a veintidós mil hombres de los arameos.
Cuando {le} avisaron a David, envió a encontrarlos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey {les} dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.
Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón mandaron a tomar a sueldo a los arameos de Bet-rehob y a los arameos de Soba, veinte mil soldados de a pie, y del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres.
Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y de Rehob y los {hombres} de Is-tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.
Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató a setecientos hombres de los carros de los arameos, y a cuarenta mil hombres de a caballo, e hirió a Sobac, comandante de su ejército, el cual murió allí.
Así que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que {había} hombres valientes.
Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías hitita.
Y el mensajero dijo a David: Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos hasta la entrada de la puerta.
Entonces el SEÑOR envió a Natán a David. Y vino a él y le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
Aconteció después de esto que Absalón se hizo de un carro y caballos, y de cincuenta hombres que corrieran delante de él.
De esta manera Absalón trataba a todo israelita que venía al rey para juicio; así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel.
Con Absalón fueron doscientos hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada.
Entonces un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de los hombres de Israel está con Absalón.
Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los cereteos, peleteos y todos los geteos, seiscientos hombres que habían venido con él desde Gat; {todos} pasaron delante del rey.
Entonces David dijo a Itai: Ve y pasa adelante. Así Itai geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que {estaban} con él.
y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los {hombres} valientes {estaban} a su derecha y a su izquierda.
Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras iba {lo} maldecía, le tiraba piedras y {le} arrojaba polvo.
Entonces Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y Ahitofel con él.
Respondió Husai a Absalón: No, pues a quien el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel han escogido, de él seré, y con él me quedaré.
Ahitofel dijo a Absalón: Te ruego que me dejes escoger doce mil hombres, y esta noche me levantaré y perseguiré a David;
Dijo además Husai: Tú conoces a tu padre y a sus hombres, que son hombres valientes y que están enfurecidos como una osa privada de sus cachorros en el campo. Tu padre es un experto en la guerra, y no pasará la noche con el pueblo.
Iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.
Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Pues el SEÑOR había ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el SEÑOR trajera calamidad sobre Absalón.
Llegando David a Mahanaim, Absalón pasó el Jordán y con él todos los hombres de Israel.
Allí fue derrotado el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres.
Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina.
Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien. Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: Bendito es el SEÑOR tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey.
Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre, y enviaron {palabra} al rey, {diciendo:} Regresa, tú y todos tus siervos.
Entonces Simei, hijo de Gera, el benjamita que {era} de Bahurim, se dio prisa y descendió con los hombres de Judá al encuentro del rey David.
Con él {había} mil hombres de Benjamín, y Siba, siervo de la casa de Saúl, y con él sus quince hijos y sus veinte siervos; y se apresuraron a {pasar} el Jordán delante del rey.
Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey; con todo, pusiste a tu siervo entre los que comían a tu propia mesa. ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme más al rey?
Y he aquí, todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron: ¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él?
Entonces todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es pariente cercano nuestro. ¿Por qué, pues, estáis enojados por esto? ¿Acaso hemos comido algo {a costa} del rey, o se nos ha dado algo?
Pero los hombres de Israel respondieron a los hombres de Judá, y dijeron: Nosotros tenemos diez partes en el rey, y por eso también tenemos más {derecho} que vosotros sobre David. ¿Por qué, pues, nos habéis menospreciado? ¿No fue nuestro consejo el primero que se dio para hacer volver a nuestro rey? Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.
Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David, {y} siguieron a Seba, hijo de Bicri; pero los hombres de Judá permanecieron fieles a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
Y el rey dijo a Amasa: Convócame a los hombres de Judá dentro de tres días, y tú también preséntate aquí.
Amasa fue para convocar a {los hombres de} Judá, pero tardó más que el tiempo que él le había señalado.
Entonces los hombres de Joab salieron tras él, junto con los cereteos, los peleteos y todos los hombres valientes; salieron de Jerusalén para perseguir a Seba, hijo de Bicri.
Cuando {Amasa} fue apartado del camino, todos los hombres pasaron tras Joab para perseguir a Seba, hijo de Bicri.
que nos entreguen siete hombres de entre sus hijos, y los ahorcaremos delante del SEÑOR en Guibeá de Saúl, el elegido del SEÑOR. Y el rey dijo: {Los} entregaré.
David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo {en posesión} de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet-sán, donde los filisteos los habían colgado el día que los filisteos mataron a Saúl en Gilboa,
pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más saldrás a la batalla con nosotros, para que no apagues la lámpara de Israel.
Dijo el Dios de Israel, me habló la Roca de Israel: ``El que con justicia gobierna sobre los hombres, que en el temor de Dios gobierna,
y después de él, Eleazar, hijo de Dodo ahohíta, uno de los tres valientes {que estaban} con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel.
y dijo: Lejos esté de mí, oh SEÑOR, que yo haga esto. ¿{Beberé} la sangre de los hombres que fueron con {riesgo de} sus vidas? Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.
Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: había en Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá {eran} quinientos mil hombres.
Y el SEÑOR envió pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron setenta mil hombres del pueblo.
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