'Iba' en la Biblia
Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
Y cuando Jesús salió del templo y se iba, vinieron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y no había mejorado, antes le iba peor,
E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban asombrados, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
Y aconteció el siguiente día, que Él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con Él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
Y cuando aun se iba acercando, el demonio le derribó y le sacudió violentamente; mas Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y lo devolvió a su padre.
Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él;
Y dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.
Y mientras Él aún hablaba, he aquí una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y se acercó a Jesús para besarle.
Y llegando a la aldea a donde iban, Él hizo como que iba más lejos.
Pero esto decía para probarle; pues Él sabía lo que iba a hacer.
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le iba a entregar.
Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y a Dios iba,
Pues Él sabía quién le iba a entregar, por eso dijo: No sois limpios todos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí dos varones en vestiduras blancas se pusieron junto a ellos;
como también el sumo sacerdote me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales también recibí cartas para con los hermanos; e iba a Damasco para traer presos a Jerusalén a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados.
Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba.
Y cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; y oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.