'Labios' en la Biblia
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Aun llenará tu boca de risa, y tus labios de gritos de alegría.
Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo,
Oíd, pues, ahora mi disputa, y estad atentos a los argumentos de mis labios.
Tu misma boca te condenará, y no yo; y tus mismos labios testificarán contra ti.
Pero yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios detendría el dolor.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño.
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán conocimiento puro.