'Las' en la Biblia
Entonces respondió el ángel del SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años?
y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal.'
Y dije: ¿Qué vienen a hacer éstos? Y él respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos {artesanos} han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron {sus} cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla.
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo:
Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;
Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos {la} acabarán. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros.
¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; {estos son} los ojos del SEÑOR que recorren toda la tierra.
Hablé por segunda vez, y le dije: ¿Qué son las dos ramas de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el {aceite} dorado?
`` ¿No son {estas} las palabras que el SEÑOR proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y próspera con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev y la tierra baja estaban habitados?"
Y endurecieron sus corazones como el diamante para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los ejércitos había enviado por su Espíritu, por medio de los antiguos profetas; vino, pues, gran enojo de parte del SEÑOR de los ejércitos.
sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.
``Y las calles de la ciudad se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en sus calles."
``Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis bendición. No temáis, {mas} sean fuertes vuestras manos."
``Estas son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad y con juicio de paz en vuestras puertas,
no traméis en vuestro corazón el mal uno contra otro, ni améis el juramento falso; porque todas estas cosas son las que odio" --declara el SEÑOR.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: `Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"
Profecía de la palabra del SEÑOR contra la tierra de Hadrac y Damasco, su lugar de reposo (porque hacia el SEÑOR están {puestos} los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel),
Tiro se ha edificado una fortaleza, y ha amontonado plata como polvo y oro como barro de las calles.
Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. El hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.
El SEÑOR de los ejércitos los defenderá; ellos devorarán y pisotearán las piedras de la honda, beberán {y} alborotarán como {embriagados} de vino, se llenarán como tazón de sacrificio, {empapados} como las esquinas del altar.
Pues ¡cuánta es su gracia y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes y el mosto a las doncellas.
serán como valientes, que en la batalla huellan {al enemigo} en el barro de las calles; pelearán, porque el SEÑOR {estará} con ellos, y serán avergonzados los que montan a caballo.
Pasarán por el mar {de} la angustia, y El herirá las olas en el mar y se secarán todas las profundidades del Nilo; y será abatido el orgullo de Asiria y apartado el cetro de Egipto.
Así dice el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas {destinadas} para la matanza.
Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: `` ¿Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!"; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
Apacenté, pues, las ovejas {destinadas} para la matanza, esto es, los afligidos del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: a uno lo llamé Gracia y al otro lo llamé Unión; y apacenté las ovejas.
Entonces dije: No os apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras.
Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero ({ese} magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta {piezas} de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR.
Y sucederá aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten serán severamente desgarrados. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierra.
El SEÑOR salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.
Y sucederá aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén.
todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.
Despierta, espada, contra mi pastor, y contra el hombre compañero mío --declara el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor y se dispersarán las ovejas, y volveré mi mano contra los pequeños.
Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán.
También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia.
Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.
Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no {habrá lluvia;} será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
En aquel día estará {grabado} en los cascabeles de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR. Y serán las ollas en la casa del SEÑOR como los tazones delante del altar.