'Les' en la Biblia
"Ahora, que el SEÑOR les muestre misericordia y verdad; y yo también les haré bien por esto que han hecho.
Se llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, que {estaba} en Belén (Casa del Pan). Joab y sus hombres caminaron toda la noche hasta que les amaneció en Hebrón.
Todo el pueblo reparó {en ello,} y les agradó, pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo.
Respondiendo David a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón el Beerotita, les dijo: ``Vive el SEÑOR que ha redimido mi vida de toda angustia,
Y David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron y les cortaron las manos y los pies y {los} colgaron junto al estanque en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset y {la} sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
También derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra. Midió dos cordeles para dar{les} muerte, y un cordel entero para dejar{los} vivos. Y los Moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.
Entonces Hanún tomó a los siervos de David, les rasuró la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.
Cuando {le} avisaron a David, envió {mensajeros} a encontrarse con ellos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey {les} dijo: ``Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y {después} vuelvan."
Absalón ordenó a sus siervos y dijo: ``Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: `Hieran a Amnón,' entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes."
Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.
Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: `` ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán?" Y la mujer les dijo: ``Ellos han pasado el arroyo." Buscaron, y al no encontrar{los,} regresaron a Jerusalén.
``Yo haré lo que les parezca mejor," les dijo el rey. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares.
Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, el rey tomó las diez mujeres, las concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso bajo custodia y les dio alimento, pero no se llegó a ellas. Ellas estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.
Y llamó el rey a los Gabaonitas y les habló. (Los Gabaonitas no eran de los Israelitas, sino del remanente de los Amorreos, y los Israelitas habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los Israelitas y los de Judá.)
Entonces los Gabaonitas le respondieron: ``No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel." ``Haré por ustedes lo que digan," les dijo el rey.
Entonces los entregó en manos de los Gabaonitas, que los ahorcaron en el monte delante del SEÑOR, de modo que los siete cayeron a la vez. Les dieron muerte en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la cosecha de la cebada.
Clamaron, pero no hubo quién {los} salvara; {Aun} al SEÑOR {clamaron,} mas no les respondió.