'Lo' en la Biblia
- 1.Gé 1:9-Gé 37:9
- 2.Gé 37:10-Éx 9:25
- 3.Éx 9:35-Éx 30:7
- 4.Éx 30:16-Levítico 9:13
- 5.Levítico 9:15-Levítico 27:33
- 6.Números 1:19-Números 27:19
- 7.Números 29:40-Deuteronomio 18:17
- 8.Deuteronomio 18:18-Josué 9:11
- 9.Josué 9:12-Jueces 19:30
- 10.Jueces 20:9-1 Samuel 21:3
- 11.1 Samuel 21:4-2 Samuel 15:35
- 12.2 Samuel 15:36-1 Reyes 12:2
- 13.1 Reyes 12:7-2 Reyes 6:6
- 14.2 Reyes 6:7-2 Reyes 22:2
- 15.2 Reyes 22:5-2 Crónicas 18:13
- 16.2 Crónicas 18:24-Esdras 6:9
- 17.Esdras 6:12-Job 14:21
- 18.Job 15:17-Salmos 37:36
- 19.Salmos 38:20-Proverbios 9:12
- 20.Proverbios 9:18-Cantares 8:7
- 21.Isaías 1:13-Isaías 45:9
- 22.Isaías 45:13-Jeremías 22:18
- 23.Jeremías 23:20-Ezequiel 4:10
- 24.Ezequiel 4:12-Daniel 2:19
- 25.Daniel 2:22-Habacuc 3:16
- 26.Sofonías 3:7-Mateo 24:50
- 27.Mateo 25:25-Lucas 3:11
- 28.Lucas 3:13-Lucas 19:17
- 29.Lucas 19:21-Juan 15:19
- 30.Juan 16:4-Hechos 23:30
- 31.Hechos 24:3-1 Corintios 11:17
- 32.1 Corintios 11:18-Filipenses 1:23
- 33.Filipenses 2:2-Hebreos 9:9
- 34.Hebreos 10:5-Apocalipsis 22:9
Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás aquel día, cuando entrarás de cámara en cámara para esconderte.
Y como los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Éste es el rey de Israel. Y lo cercaron para pelear; mas Josafat clamó, y lo ayudó Jehová, y los apartó Dios de él:
Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; mas murió a la puesta del sol.
Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis.
Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiese cuando venía de la tierra de Egipto, por lo cual se apartaron de ellos, y no los destruyeron;
Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová.
Lo demás de los hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel.
Y durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. Y reinó en su lugar su hijo Joram.
Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por esposa a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
Además de esto edificó lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a lo mismo impelió a Judá.
Después de todo esto Jehová lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable.
Y aconteció que, en el transcurrir de los días, al cabo de dos años, las entrañas se le salieron con la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no le hizo quema su pueblo, como lo habían hecho a sus padres.
Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y se fue sin ser deseado. Y lo sepultaron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.
Y los moradores de Jerusalén hicieron rey en lugar suyo a Ocozías su hijo menor, porque la tropa había venido con los árabes al campamento y había dado muerte a todos los mayores; por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá.
Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.
Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo tomaron, y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, el cual buscó a Jehová de todo su corazón. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino.
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y lo arrebató de entre los hijos del rey, a los cuales mataban, y le guardó a él y a su ama en una recámara. Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, esposa de Joiada el sacerdote (porque ella era hermana de Ocozías), de delante de Atalía, y no lo mataron.
Y toda la multitud hizo alianza con el rey en la casa de Dios. Y él les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová lo tiene dicho de los hijos de David.
Esto es lo que habéis de hacer: una tercera parte de vosotros que entran el sábado, estarán de porteros con los sacerdotes y los levitas;
Y los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada; y tomó cada uno a los suyos, los que entraban el sábado, y los que salían el sábado; porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías.
Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.
Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
Por lo cual el rey llamó a Joiada el principal, y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén al tabernáculo de la congregación, la ofrenda que impuso Moisés siervo de Jehová, y de la congregación de Israel?
Y sucedía que cuando venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar; y así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero;
y el rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa de Jehová, y contrataban canteros y carpinteros para que reparasen la casa de Jehová, y a los que trabajaban con hierro y bronce para que reparasen la casa de Jehová.
Y cuando hubieron acabado, trajeron lo que quedaba del dinero al rey y a Joiada, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.
Mas ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey, lo apedrearon en el atrio de la casa de Jehová.
Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que su padre Joiada había hecho con él, antes mató su hijo; el cual dijo al morir: Jehová lo vea, y lo demande.
Y yéndose de él los sirios, lo dejaron en muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió. Y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón.
Mas no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado.
Por lo cual se encendió el furor de Jehová contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de la gente, que no libraron a su pueblo de tus manos?
Y Joás rey de Israel prendió en Bet-semes a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén; y derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del Ángulo, cuatrocientos codos.
Lo demás de los hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel?
Desde aquel tiempo que Amasías se apartó de Jehová, maquinaron contra él conjura en Jerusalén; y habiendo él huido a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron;
y lo trajeron en caballos, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.
Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre.
E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.
Y le miró Azarías el sumo sacerdote, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir aprisa de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido.
Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa apartada, leproso, por lo que había sido separado de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.
Y durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es. Y reinó Jotam su hijo en lugar suyo.
E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Uzías su padre, salvo que no entró en el templo de Jehová. Y el pueblo continuaba corrompiéndose.
También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los hijos de Amón, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.
Lo demás de los hechos de Jotam, y todas sus guerras, y sus caminos, he aquí está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
Y durmió Jotam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y reinó en su lugar Acaz su hijo.
Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén; mas no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre.
Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales le derrotaron, y se llevaron cautiva una gran multitud que llevaron a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con gran mortandad.
Y vino contra él Tilgat-pileser, rey de los asirios; quien lo redujo a estrechez, y no lo fortificó.
Lo demás de sus hechos, y todos sus caminos, primeros y postreros, he aquí está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
Y durmió Acaz con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén; mas no le metieron en los sepulcros de los reyes de Israel; y reinó en su lugar Ezequías su hijo.
E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre.
Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; que le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas.
Fueron, pues, correos con cartas de parte del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, y decían: Hijos de Israel, volveos a Jehová el Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, y Él se volverá al remanente que os ha quedado de la mano de los reyes de Asiria.
Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha apercibido su corazón para buscar a Dios,
Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová el Dios de sus padres.
También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas: y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y los pusieron por montones.
Y Coré hijo de Imna levita, portero al oriente, tenía cargo de las ofrendas voluntarias para Dios, y de distribuir las ofrendas dedicadas a Jehová, y de todo lo que se santificaba.
De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios.
En todo cuanto comenzó en el servicio de la casa de Dios, y en la ley y mandamientos, buscó a su Dios, y lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de aquellas tierras librar su tierra de mi mano?
Y Jehová envió un ángel, el cual hirió a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Se volvió por tanto con vergüenza de rostro a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada los que habían salido de sus entrañas.
Este Ezequías tapó los manaderos de las aguas de Gihón la de arriba, y las encaminó abajo al occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
Pero en lo de los embajadores de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acaecido en aquella tierra, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.
Lo demás de los hechos de Ezequías, y de sus misericordias, he aquí todo está escrito en la profecía del profeta Isaías, hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en los más insignes sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y los de Jerusalén: y reinó en su lugar Manasés su hijo.
Mas hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que había echado Jehová delante de los hijos de Israel:
por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
Y habiendo orado a Él, fue atendido de Él, pues oyó su oración, y lo volvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manasés que Jehová era Dios.
Lo demás de los hechos de Manasés, y su oración a su Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová el Dios de Israel, he aquí todo está escrito en los hechos de los reyes de Israel.
Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su casa; y reinó en su lugar Amón su hijo.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre: porque a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho, sacrificó y sirvió Amón.
Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa.
Éste hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.
Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, y Simeón, hasta en Neftalí, con sus lugares asolados alrededor.
Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová; los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.
Y Safán lo llevó al rey, y le contó el asunto, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo.
Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han entregado en mano de los supervisores, y en mano de los que hacen la obra.
Andad, y consultad a Jehová por mí, y por el remanente de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es el furor de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro.
Preparaos según las familias de vuestros padres, por vuestros grupos, conforme a lo prescrito por David rey de Israel, y de Salomón su hijo.
Y asaron la pascua al fuego según la costumbre; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos, y calderas, y lo repartieron prestamente a todo el pueblo.
Entonces sus siervos lo quitaron de aquel carro, y le pusieron en otro segundo carro que tenía, y lo llevaron a Jerusalén, y murió; y le sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.
Los demás de los hechos de Josías, y sus obras piadosas, conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová,
Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén, y condenó la tierra a pagar cien talentos de plata y uno de oro.
Y el rey de Egipto estableció a Eliaquim hermano de Joacaz por rey sobre Judá y Jerusalén, y le cambió el nombre en Joacim; y a Joacaz su hermano tomó Necao, y lo llevó a Egipto.
Veinticinco años tenía Joacim cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios.
Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y atado con cadenas lo llevó a Babilonia.
Lo demás de los hechos de Joacim, y las abominaciones que hizo, y lo que en él se halló, he aquí está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá: y reinó en su lugar Joaquín su hijo.
Ocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
A la vuelta del año el rey Nabucodonosor envió, y lo hizo llevar a Babilonia juntamente con los vasos preciosos de la casa de Jehová; y estableció a Sedequías su hermano por rey sobre Judá y Jerusalén.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de parte de Jehová.
Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven, ni doncella, ni viejo, ni decrépito; todos los entregó en sus manos.
Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia.
En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar por todo su reino, y lo puso también por escrito, diciendo:
Y todos los que estaban en sus alrededores corroboraron las manos de ellos con vasos de plata y de oro, con bienes y ganado, y con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente.
Celebraron también la fiesta de los tabernáculos, como está escrito, y holocaustos cada día por cuenta, conforme a lo establecido para cada día;
Y ya que nos mantienen del palacio, no nos es justo ver el menosprecio del rey; hemos enviado por tanto, y lo hemos hecho saber al rey,
para que busque en el libro de las historias de nuestros padres; y hallarás en el libro de las historias, y sabrás que esta ciudad es una ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias, y que de tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones; por lo que esta ciudad fue destruida.
Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos judíos, para edificar esta casa de Dios; que de la hacienda del rey, que tiene del tributo del otro lado del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen.
Y lo que fuere necesario, becerros y carneros y corderos, para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado cada día, sin falta;
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- 15.2 Reyes 22:5-2 Crónicas 18:13
- 16.2 Crónicas 18:24-Esdras 6:9
- 17.Esdras 6:12-Job 14:21
- 18.Job 15:17-Salmos 37:36
- 19.Salmos 38:20-Proverbios 9:12
- 20.Proverbios 9:18-Cantares 8:7
- 21.Isaías 1:13-Isaías 45:9
- 22.Isaías 45:13-Jeremías 22:18
- 23.Jeremías 23:20-Ezequiel 4:10
- 24.Ezequiel 4:12-Daniel 2:19
- 25.Daniel 2:22-Habacuc 3:16
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- 28.Lucas 3:13-Lucas 19:17
- 29.Lucas 19:21-Juan 15:19
- 30.Juan 16:4-Hechos 23:30
- 31.Hechos 24:3-1 Corintios 11:17
- 32.1 Corintios 11:18-Filipenses 1:23
- 33.Filipenses 2:2-Hebreos 9:9
- 34.Hebreos 10:5-Apocalipsis 22:9