'Monte' en la Biblia
Hay once días {de camino} desde Horeb, por el camino del monte Seir, hasta Cades-barnea.
El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: ``Bastante habéis permanecido en este monte.
Después nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del mar Rojo, como el SEÑOR me había mandado, y por muchos días dimos vuelta al monte Seir.
``Bastantes vueltas habéis dado ya alrededor de este monte. Volveos {ahora} hacia el norte,
no los provoquéis, porque nada de su tierra os daré, ni siquiera la huella de un pie, porque a Esaú he dado el monte Seir por posesión.
Solamente no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte, todo lo que el SEÑOR nuestro Dios había prohibido.
Así tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los amorreos que estaban del otro lado del Jordán, desde el valle del Arnón hasta el monte Hermón
Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego hasta el mismo cielo: oscuridad, nube y densas tinieblas.
desde Aroer, que está a la orilla del valle del Arnón, hasta el monte Sion, es decir, Hermón,
Cara a cara habló el SEÑOR con vosotros en el monte de en medio del fuego,
{mientras} yo estaba en aquella ocasión entre el SEÑOR y vosotros para declararos la palabra del SEÑOR, porque temíais a causa del fuego y no subisteis al monte. Y El dijo:
Estas palabras el SEÑOR habló a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, {de} la nube y {de} las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio.
Y aconteció que cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego, os acercasteis a mí, todos los jefes de vuestras tribus y vuestros ancianos,
Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR había hecho con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua.
Y el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas {estaban} todas las palabras que el SEÑOR os había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Y volví, y descendí del monte mientras el monte ardía en fuego, y las dos tablas del pacto estaban en mis dos manos.
Y tomé {el objeto de} vuestro pecado, el becerro que os habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte.
En aquel tiempo el SEÑOR me dijo: ``Lábrate dos tablas de piedra como las anteriores, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera.
Hice, pues, un arca de madera de acacia y labré dos tablas de piedra como las anteriores, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
Y El escribió sobre las tablas, conforme a la escritura anterior, los diez mandamientos que el SEÑOR os había hablado en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea; y el SEÑOR me las dio.
Entonces me volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que yo había hecho; y allí están tal como el SEÑOR me ordenó.
Y me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches como la primera vez, y el SEÑOR me escuchó también esta vez; y el SEÑOR no quiso destruirte.
Y acontecerá, que cuando el SEÑOR tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal.
Y sucederá que cuando pases el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebal, como yo te ordeno hoy, y las blanquearás con cal.
Cuando pases el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
Y para la maldición, éstos estarán en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab frente a Jericó, y mira hacia la tierra de Canaán, la cual doy a los hijos de Israel en posesión.
Morirás en el monte al cual subes, y serás reunido a tu pueblo, así como murió tu hermano Aarón sobre el monte Hor, y fue reunido a su pueblo;
Dijo: El SEÑOR vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a su diestra había fulgor centellante para ellos.
Llamarán a los pueblos {al} monte; allí ofrecerán sacrificios de justicia, pues disfrutarán de la abundancia de los mares, y de los tesoros escondidos en la arena.
Y subió Moisés desde la llanura de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó, y el SEÑOR le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan,