'Mucha' en la Biblia
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y tuvo hato de ovejas, hato de vacas y mucha servidumbre; y los filisteos le tuvieron envidia.
Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, que yo daré cuanto me dijereis, y dadme a la doncella por esposa.
Llevarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco; porque la langosta lo consumirá.
Éstos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros.
Y siendo Josué ya viejo, entrado en días, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer.
La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir mucha madera de sándalo, y piedras preciosas.
Fuera de esto, derramó Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta llenar a Jerusalén de un extremo a otro: además de su pecado con que hizo pecar a Judá, para que hiciese lo malo ante los ojos de Jehová.
y madera de cedro en abundancia; porque los sidonios y tirios habían traído a David mucha madera de cedro.
Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
Mas Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre: porque eres hombre de guerra, y has derramado mucha sangre.
para que me preparen mucha madera, porque la casa que voy a edificar será grande y portentosa.
Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? con todo, porque te apoyaste en Jehová, Él los entregó en tus manos.
Y se juntó en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes segundo; una vasta reunión.
Y tuvo Ezequías riquezas y gloria mucha en gran manera; y se hizo de tesoros de plata y oro, de piedras preciosas, de perfumes, de escudos, y de toda clase de alhajas preciosas.
El rey no es salvo con la multitud del ejército: No escapa el valiente por la mucha fuerza.
Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
Comer mucha miel no es bueno; ni el buscar la propia gloria es gloria.
Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí yo me hallo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade conocimiento, añade dolor.
Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
Porque Tofet ya de tiempo está dispuesta y preparada para el rey, Él la hizo profunda y ancha; cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, la enciende.
Así dice Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la mucha soberbia de Jerusalén.
Di: Así dice Jehová el Señor: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su fruto, y se secará? Todas sus hojas lozanas se secarán, y no con gran poder ni con mucha gente para arrancarla de sus raíces.
Pero se rebeló contra él enviando sus embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que hace tales cosas? ¿Podrá romper el pacto y escapar?
Y no con grande ejército, ni con mucha compañía hará por él Faraón en la batalla, cuando funden baluarte y edifiquen bastiones para cortar muchas vidas.
Se fatigó con mentiras, y no salió de ella su mucha herrumbre. Sólo en fuego será su herrumbre consumida.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso a un lado, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, traga mucha carne.
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Y parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó luego, porque no tenía profundidad de tierra;
Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó, porque no tenía profundidad de tierra;
Y Jesús fue con él, y mucha gente le seguía, y le apretaban.
Y Leví le hizo un gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban sentados a la mesa con ellos.
Y cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual también era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
Y también Juan bautizaba en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y venían, y eran bautizados.
Entonces Jesús dijo: Haced recostar los hombres. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron, en número como de cinco mil varones.
Entonces mucha gente de los judíos supieron que Él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
El siguiente día, mucha gente que había venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén,
Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe; y mucha gente fue añadida al Señor.
y hallándole, le trajo a Antioquía. Y sucedió que por todo un año se congregaron allí con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.
Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió entre nosotros, que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio, y creyesen.
Y al otro día, viniendo Agripa y Bernice con mucha pompa, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo fue traído Pablo.
¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira, preparados para destrucción;
Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande amor tengo para con vosotros.
Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;
antes, aprobándonos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
Y enviamos con ellos a nuestro hermano, la diligencia del cual hemos comprobado muchas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tengo en vosotros.
Y vosotros vinisteis a ser seguidores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo;
y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
Porque los que ejercen bien el diaconado, adquieren para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Por lo cual, aunque tengo mucha resolución en Cristo para mandarte lo que conviene,