'Nosotros' en la Biblia
Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?
Nosotros nos alegraremos con tu salud, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; cumpla el SEÑOR todas tus peticiones.
Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del SEÑOR nuestro Dios tendremos memoria.
Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.
Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros, como te hemos esperado.
Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.
El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)
El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)
El guiará a los pueblos debajo de nosotros, y a los gentiles debajo de nuestros pies.
Al Vencedor: sobre Susan-Hedut: Mictam de David, para enseñar. Cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram Sobat, y volvió Joab, e hirió a Edom en el valle de las salinas, matando doce mil. Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.
Al Vencedor: en Neginot: Salmo de Canción. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros.
No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo?
No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres.
Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre; por generación y generación cantaremos tus alabanzas.
Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan de nosotros entre sí.
que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios.
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?
Vuélvete a nosotros , oh SEÑOR: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.
Y sea la hermosura del SEÑOR nuestro Dios sobre nosotros; y enderezca sobre nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos enderezca.
Porque él es nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,
Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos . Pueblo suyo somos , y ovejas de su prado.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.
El SEÑOR se acordó de nosotros; bendecirá sobremanera a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.
mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y para siempre. Alelu-JAH.
Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad del SEÑOR es para siempre. Alelu-JAH.
He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hastiados de menosprecio.
Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:
Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
vivos nos habrían entonces tragado, cuando se encendió su furor contra nosotros.
Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros.
Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estaremos alegres.
El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia;
Hija de Babilonia destruida, dichoso el que te diere tu pago, que nos pagaste a nosotros.