48 Versículo de la Biblia sobre el plan de Dios para nosotros

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo del SEÑOR permanecerá.

Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.

Pero Dios nos lo reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.

Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como mis caminos, dijo el SEÑOR.

sino hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría ocultada; la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria;

Encomienda al SEÑOR tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, que aquellos no fuesen perfeccionados sin nosotros.

Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos).

He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.

Ea ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos;

En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello.

Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.

descubriéndonos el misterio de su voluntad, por el buen querer de su voluntad, según lo que se había propuesto en sí mismo,

a los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio en los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del mismo hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas que son de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Que anuncio lo por venir desde el principio: y desde antiguamente, lo que aún no era hecho. Que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere.

Y dijeron: Es por demás: porque en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir, y hemos de hacer cada uno el pensamiento de su malvado corazón.

Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.

Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron.

Y el SEÑOR me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver sus obras.

Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos por sí en el cuerpo, como quiso.

Porque el SEÑOR de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo invalidará? Y aquella su mano extendida, ¿quién la hará tornar?

Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

ya ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,

Tomad consejo, y será deshecho; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros.

El corazón del hombre piensa su camino; mas el SEÑOR endereza sus pasos.

Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe. Como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.

que nos ha librado, y nos llamó a la santa vocación; no por nuestras obras, sino según el intento suyo y por la gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos;

Y el Dios de esperanza os llena de todo gozo y paz creyendo; para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

de restaurar todas las cosas por el Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

Y sucedió que cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su obra.

según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en caridad;

Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.

No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. (Selah.)

Y no os conforméis a este siglo; mas trasformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.

éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, tomándolo vosotros lo matasteis con manos inicuas, colgándole en un madero;

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Porque sin arrepentimiento son los dones y el llamado de Dios.

Y con esta confianza quise primero venir a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia;

Y dijeron: Venid, y tracemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no miremos a todas sus palabras.

Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas consisten por él;

Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.

Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!