'Nuestra' en la Biblia
que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?
Nuestra alma esperó al SEÑOR; nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?
Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.
Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar.
El es el que puso nuestra alma en vida, y no permitió que nuestros pies resbalasen.
Hiciste subir varón sobre nuestra cabeza; entramos en fuego y en aguas, y nos sacaste a abundancia.
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salud. (Selah.)
Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.
Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de Asaf. Cantad a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob celebrad con júbilo.
Tocad la trompeta en la nueva luna, en el tiempo señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra.
El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.
Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
Venid, alegrémonos al SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud.
Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.
Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura; del menosprecio de los soberbios.
Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;
hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias.
Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros.
Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre los gentiles: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con éstos.
Haz volver nuestra cautividad oh SEÑOR, como los arroyos en el austro.