'Oíd' en la Biblia
Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras, pues he dado muerte a un hombre por haberme herido, y a un muchacho por haberme pegado.
El dijo: Oíd ahora mis palabras: Si entre vosotros hay profeta, yo, el SEÑOR, me manifestaré a él en visión. Hablaré con él en sueños.
y Moisés y Aarón reunieron al pueblo ante la peña. Y él les dijo: Oíd, ahora, rebeldes. ¿Sacaremos agua de esta peña para vosotros?
Y en aquella ocasión mandé a vuestros jueces, diciendo: ``Oíd {los pleitos} entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre un hombre y su hermano o el forastero que está con él.
Entonces Josué dijo a los hijos de Israel: Acercaos y oíd las palabras del SEÑOR vuestro Dios.
¿Oíd, reyes; prestad oído, príncipes! Yo al SEÑOR, yo cantaré, cantaré alabanzas al SEÑOR, Dios de Israel.
Y Saúl dijo a sus siervos que estaban a su alrededor: Oíd{me} ahora, hijos de Benjamín. ¿Os dará también el hijo de Isaí a todos vosotros campos y viñas? ¿Os hará a todos comandantes de miles y comandantes de cientos?
Entonces una mujer sabia gritó desde la ciudad: Oíd, oíd; ruego que digáis a Joab: ``Ven acá para que hable contigo."
Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí. Y añadió: Oíd, pueblos todos.
Entonces Eliseo dijo: Oíd la palabra del SEÑOR. Así dice el SEÑOR: ``Mañana como a esta hora en la puerta de Samaria, una medida de flor de harina se {venderá} a un siclo, y dos medidas de cebada a un siclo."
Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí. Y {añadió:} Oíd, pueblos todos.
Oíd, os ruego, mi razonamiento, y prestad atención a los argumentos de mis labios.
Oíd, sabios, mis palabras, y vosotros los que sabéis, prestadme atención.
Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré.Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitantes todos del mundo,
Venid {y} oíd, todos los que a Dios teméis, y contaré lo que El ha hecho por mi alma.
Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para que ganéis entendimiento,
Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el SEÑOR habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí.
Oíd la palabra del SEÑOR, gobernantes de Sodoma; escuchad la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra:
Entonces {Isaías} dijo: Oíd ahora, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que también cansaréis a mi Dios?
Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR, oh escarnecedores, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
Escuchad y oíd mi voz, prestad atención y oíd mis palabras.
Levantaos, mujeres indolentes, {y} oíd mi voz; hijas confiadas, prestad oído a mi palabra.
Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y los que estáis cerca, reconoced mi poder.
Oíd esto, casa de Jacob, los que lleváis el nombre de Israel y salisteis de las entrañas de Judá, los que juráis por el nombre del SEÑOR y hacéis mención del Dios de Israel, {pero} no en verdad ni en justicia,
Oíd la palabra del SEÑOR, vosotros que tembláis ante su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, que os excluyen por causa de mi nombre, han dicho: ``Sea el SEÑOR glorificado, para que veamos vuestra alegría." Pero ellos serán avergonzados.
Oíd la palabra del SEÑOR, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.
``Oíd ahora esto, pueblo necio e insensible, que tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen.
Por tanto, oíd, naciones, y entiende, congregación, lo que {se hará} entre ellos.
Párate a la puerta de la casa del SEÑOR y proclama allí esta palabra, y di: ``Oíd la palabra del SEÑOR, todos los de Judá, los que entráis por estas puertas para adorar al SEÑOR."
Oíd, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, y reciba vuestro oído la palabra de su boca; enseñad la lamentación a vuestras hijas y la endecha cada una a su vecina.
Oíd las palabras de este pacto, y decidlas a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén.
Y el SEÑOR me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: ``Oíd las palabras de este pacto y cumplidlas.
Dirás: ``Oíd la palabra del SEÑOR, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `He aquí, traeré tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que oiga de ella le retiñirán los oídos.
Y {di} a la casa del rey de Judá: ``Oíd la palabra del SEÑOR:
Ahora bien, enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz del SEÑOR vuestro Dios, y el SEÑOR se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra vosotros.
Oíd, pues, la palabra del SEÑOR, vosotros todos los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia.
Oíd, naciones, la palabra del SEÑOR, anunciad en las costas lejanas, y decid: El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo guardará como un pastor a su rebaño.
en este caso, oíd la palabra del SEÑOR, remanente de Judá. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `Si os obstináis en entrar en Egipto, y entráis para residir allí,
Entonces Jeremías dijo a todo el pueblo y a todas las mujeres: Oíd la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que estáis en la tierra de Egipto:
Pero oíd la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que habitáis en la tierra de Egipto: ``He aquí, he jurado por mi gran nombre" --dice el SEÑOR-- ``que nunca más será invocado mi nombre en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo: `Vive el Señor DIOS.'
Por tanto, oíd el plan que el SEÑOR ha trazado contra Edom, y los designios que ha decretado contra los habitantes de Temán: ciertamente los arrastrarán, {aun} a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal.
Por tanto, oíd el plan que el SEÑOR ha trazado contra Babilonia, y los designios que ha decretado contra la tierra de los caldeos; ciertamente los arrastrarán, {aun} a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal.
El SEÑOR es justo, pues me he rebelado contra su mandamiento. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor: mis vírgenes y mis jóvenes han ido al cautiverio.
Y vosotros decís: ``No es recto el camino del Señor." Oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos?
y di a los hijos de Amón: ``Oíd la palabra del Señor DIOS. Así dice el Señor DIOS: `Por cuanto dijiste: `` ¿Ajá!" contra mi santuario cuando era profanado, y contra la tierra de Israel cuando era desolada, y contra la casa de Judá cuando iba en cautiverio,
Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: Venid ahora, y oíd cuál es la palabra que viene del SEÑOR.
Por tanto, pastores, oíd la palabra del SEÑOR:
por tanto, pastores, oíd la palabra del SEÑOR:
Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: ``Montes de Israel, oíd la palabra del SEÑOR.
``Por tanto, montes de Israel, oíd la palabra del Señor DIOS. Así dice el Señor DIOS a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser presa y escarnio de las demás naciones alrededor;
Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles: ``Huesos secos, oíd la palabra del SEÑOR.
Oíd esto, sacerdotes, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchad, porque para vosotros es el juicio; pues lazo habéis sido en Mizpa, y red tendida sobre el Tabor.
Oíd esto, ancianos, y prestad oído, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en vuestros días, o en los días de vuestros padres?
Oíd esta palabra que el SEÑOR ha hablado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hizo subir de la tierra de Egipto, diciendo:
Oíd y testificad contra la casa de Jacob --declara el Señor DIOS, el Dios de los ejércitos.
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, las que oprimís a los pobres, quebrantáis a los menesterosos, y decís a vuestros maridos: Traed ahora, para que bebamos.
Oíd esta palabra que yo pronuncio como lamentación sobre vosotros, casa de Israel.
Oíd esto, los que pisoteáis a los menesterosos, y queréis exterminar a los pobres de la tierra,
Oíd, pueblos todos, escucha, tierra y cuanto hay en ti; sea el Señor DIOS testigo contra vosotros, el Señor desde su santo templo.
Y dije: Oíd ahora, jefes de Jacob y gobernantes de la casa de Israel. ¿No {corresponde} a vosotros conocer la justicia?
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob y gobernantes de la casa de Israel, que aborrecéis la justicia y torcéis todo lo recto,
Oíd ahora lo que dice el SEÑOR: Levántate, litiga con los montes, y oigan las colinas tu voz.
Oíd, montes, la acusación del SEÑOR, y {vosotros,} perdurables cimientos de la tierra, porque el SEÑOR tiene litigio contra su pueblo, y con Israel entablará juicio.
La voz del SEÑOR clamará a la ciudad (prudente es temer tu nombre): Oíd, oh tribu, ¿quién ha señalado su tiempo?
Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended:
Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz {salió} de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
¿Oíd! He aquí, el sembrador salió a sembrar;
Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado; a El oíd.
Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, {mi} Escogido; a El oíd.
Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia.
¿Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.