'Oídos' en la Biblia
Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.
El que tiene oídos para oír, oiga.
Quien tiene oídos para oír, oiga.
Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y os evitaremos dificultades.
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
Entonces {Jesús,} tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua {con la saliva;}
Luego fueron abiertos sus oídos, y fue desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.
¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis?
Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.
Y cuando acabó todas sus palabras a oídos del pueblo, entró en Capernaúm.
Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oídos para oír, oiga.
Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres.
Ni para la tierra, ni para el muladar es buena; fuera la arrojan. Quien tiene oídos para oír, oiga.
Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
Entonces ellos dando grandes voces, se taparon sus oídos, y arremetieron unánimes contra él;
Y llegó la fama (de estas cosas) a oídos de la Iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuera hasta Antioquía.
Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas, queremos pues saber qué quiere ser esto.
porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos taparon; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane.
(como está escrito: Les dio Dios espíritu de remordimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan,) hasta el día de hoy.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos;
y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos.
He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que han segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen males.