'Oír' en la Biblia
Al oír {esto,} compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué haremos?
Al oír ellos {esto,} unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY,
Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que {lo} supieron.
Al oír estas palabras, MOISES HUYO Y SE CONVIRTIO EN EXTRANJERO EN LA TIERRA DE MADIAN, donde fue padre de dos hijos.
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.
Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{le:} No tardes en venir a nosotros.
Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judíos, {le} fue ordenado por un santo ángel que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras.
Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.
Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento {que conduce} a la vida.
que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.
El siguiente día de reposo casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor.
(Pues todos los atenienses y los extranjeros de visita allí, no pasaban el tiempo en otra cosa sino en decir o en oír algo nuevo.)
Y Crispo, el oficial de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, al oír, creían y eran bautizados.
Al oír {esto} el centurión, fue al comandante y le avisó, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es romano.
Entonces Agripa {dijo} a Festo: A mí también me gustaría oír al hombre. Mañana --dijo* {Festo}-- lo oirás.
Pero deseamos oír de ti lo que enseñas, porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella.
diciendo: VE A ESTE PUEBLO Y DI: ``AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS;