'Palabras' en la Biblia
para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas.
Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.
Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
{Ella} te librará de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras,
y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca.
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida.
Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones;
Ahora pues, hijos {míos,} escuchadme, y no os apartéis de las palabras de mi boca.
{si} te has enredado con las palabras de tu boca, {si} con las palabras de tu boca has sido atrapado,
Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora mis mandamientos contigo.
para que te guarden de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras.
Con sus palabras persuasivas lo atrae, lo seduce con sus labios lisonjeros.
Ahora pues, hijos {míos,} escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca.
Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, no hay en ellas nada torcido ni perverso.
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente.
Las palabras de los impíos son asechanzas sangrientas, pero a los rectos su boca los librará.
Apártate de la presencia del necio, porque {en él} no discernirás palabras de conocimiento.
Abominación al SEÑOR son los planes perversos, mas las palabras agradables son puras.
El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de palabras aumenta la persuasión.
Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos.
El hombre indigno urde el mal, y sus palabras son como fuego abrasador.
No convienen al necio las palabras elocuentes; mucho menos al príncipe los labios mentirosos.
El que retiene sus palabras tiene conocimiento, y el de espíritu sereno es hombre entendido.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; arroyo que fluye, la fuente de sabiduría.
Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas.
Todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¿cuánto más sus amigos se alejarán de él!; {los} persigue {con} palabras, {pero} ellos se han ido.
Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción, {y} te desviarás de las palabras de sabiduría.
Los ojos del SEÑOR guardan el conocimiento, pero El confunde las palabras del pérfido.
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi conocimiento;
para hacerte saber la certeza de las palabras de verdad, a fin de que respondas correctamente al que te ha enviado?
No hables a oídos del necio, porque despreciará la sabiduría de tus palabras.
Aplica tu corazón a la instrucción y tus oídos a las palabras del conocimiento.
Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas.
Si un gobernante presta atención a palabras mentirosas, todos sus servidores {se vuelven} impíos.
Un siervo no se corrige {sólo} con palabras; aunque entienda, no responderá.
¿Ves a un hombre precipitado en sus palabras? Más esperanza hay para el necio que para él.
Palabras de Agur, hijo de Jaqué: el oráculo. Declaración del hombre a Itiel, a Itiel y a Ucal.
No añadas a sus palabras, no sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso.
Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, no me des pobreza ni riqueza; dame a comer mi porción de pan,
Palabras del rey Lemuel, oráculo que le enseñó su madre.