'Palabras' en la Biblia
No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras.
Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras.
Porque en los muchos sueños y {en} las muchas palabras {hay} vanidades; tú, sin embargo, teme a Dios.
Cuando hay muchas palabras, aumenta la vanidad. ¿Cuál es {entonces} la ventaja para el hombre?
Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan, no sea que oigas a tu siervo maldecirte.
Y yo {me} dije: Mejor es la sabiduría que la fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y no se presta atención a sus palabras.
Las palabras del sabio oídas en quietud son {mejores} que los gritos del gobernante entre los necios.
Llenas de gracia son las palabras de la boca del sabio, mientras que los labios del necio a él consumen.
El comienzo de las palabras de su boca es insensatez, y el final de su habla perversa locura.
El necio multiplica las palabras, pero nadie sabe lo que sucederá, ¿y quién le hará saber lo que ha de suceder después de él?
El Predicador trató de encontrar palabras agradables, y de escribir correctamente palabras de verdad.
Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos bien clavados {las} de los maestros de colecciones, dadas por un Pastor.