'Pero' en la Biblia
Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la quemará sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras podrá servir para cualquier otro uso, pero no lo comeréis.
Pero los pechos, con la espaldilla derecha, los meció Aarón como ofrenda agitada delante de Jehová, tal como Moisés lo había mandado.
Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestras vestiduras, para que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación: pero dejad que vuestros hermanos, toda la casa de Israel, lamente el incendio que Jehová ha hecho.
Y respondió Aarón a Moisés: He aquí hoy han ofrecido su expiación y su holocausto delante de Jehová: pero me han acontecido estas cosas: pues si comiera yo hoy de la expiación, ¿Hubiera sido acepto a Jehová?
Pero no comeréis de los que rumian y de los que tienen pezuña: el camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, habéis de tenerlo por inmundo.
También el conejo, porque rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo.
Asimismo la liebre, porque rumia, pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda.
También el puerco, aunque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo.
Pero podréis comer de todo insecto alado que anda sobre cuatro patas, que tiene piernas además de sus patas para saltar con ellas sobre la tierra.
Todo animal de pezuña, pero que no tiene pezuña hendida, ni rumia, tendréis por inmundo: cualquiera que los tocare será inmundo.
Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.
Pero si la mancha blanca se estuviere en su lugar, que no haya cundido, es la costra de la apostema; y el sacerdote lo declarará limpio.
Pero si la mancha se estuviere en su lugar, y no se hubiere extendido en la piel, sino que está oscura, hinchazón es de la quemadura: el sacerdote lo declarará limpio; que señal de la quemadura es.
Pero si la tiña se hubiere ido extendiendo en la piel después de su purificación,
Y si a la parte de su rostro se le pelare la cabeza, es calvo por delante, pero limpio.
Pero el vestido, o estambre, o trama, o cualquiera cosa de piel que lavares, y que se le quitare la plaga, se lavará por segunda vez, y entonces será limpia.
Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel: Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.
pero no entrará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.
Pero si la hija del sacerdote fuere viuda, o repudiada, y no tuviere hijos, y se hubiere vuelto a la casa de su padre, como en su juventud, podrá comer del pan de su padre; pero ningún extraño comerá de él.
Y cuando el hombre no tuviere redentor, pero consiguiere lo suficiente para su redención;
Pero si no consiguiere lo suficiente para recobrarlo para sí, entonces lo que vendió quedará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo; y en el jubileo saldrá, y él volverá a su posesión.
Y los poseeréis como herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en cuanto a vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis uno sobre otro con dureza.
Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
Pero si fuere más pobre que tu estimación, entonces comparecerá ante el sacerdote, y el sacerdote le fijará tasa; conforme a la posibilidad del que hizo el voto le fijará tasa el sacerdote.
Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo santificará; sea buey u oveja, de Jehová es.
Pero ninguna cosa consagrada, que alguno hubiere santificado a Jehová de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, no se venderá, ni se redimirá: todo lo consagrado será cosa santísima a Jehová.