'Propios' en la Biblia
"Por tanto, no se preocupen por el {día de} mañana; porque el {día de} mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.
y sin parábolas no les hablaba, pero lo explicaba todo en privado a Sus propios discípulos.
Cretenses y Arabes, los oímos hablar en nuestros propios idiomas de las maravillas de Dios."
"En las generaciones pasadas El permitió que todas las naciones (todos los Gentiles) siguieran sus propios caminos;
Por lo cual Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.
Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos.
Por el contrario, ustedes mismos cometen injusticias y defraudan, y esto aun a {sus propios} hermanos.
Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa, porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor.
Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
Más bien demostramos ser benignos entre ustedes, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos.
Saben además de qué manera los exhortábamos, alentábamos e implorábamos (testificábamos) a cada uno de ustedes, como un padre {lo haría} con sus propios hijos,
Pues ustedes, hermanos, llegaron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, porque también ustedes padecieron los mismos sufrimientos a manos de sus propios compatriotas, tal como ellos {padecieron} a manos de los Judíos.
y a que tengan por su ambición el llevar una vida tranquila, y se ocupen en sus propios asuntos y trabajen con sus manos, tal como les hemos mandado;
Todos los que están bajo yugo como esclavos, consideren a sus propios amos como dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y {nuestra} doctrina no sean blasfemados.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros,
que no necesita, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios diariamente, primero por sus propios pecados y después por los {pecados} del pueblo. Porque esto Jesús lo hizo una vez para siempre, cuando El mismo se ofreció.
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, {esto escribimos} acerca del Verbo de vida.