'Rasgó' en la Biblia
Y Rubén volvió al pozo, y he aquí, José no estaba en el pozo, y rasgó sus vestiduras.
Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días.
Y aconteció que cuando él la vio, rasgó sus ropas, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme.
Y volviéndose Samuel para irse, él asió el borde de su manto, y éste se rasgó.
Entonces David trabando de sus vestiduras, las rasgó; y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él.
Entonces Tamar tomó ceniza, y la esparció sobre su cabeza, y rasgó su vestido de colores que llevaba puesto, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.
Entonces levantándose David, rasgó sus vestiduras, y se echó en tierra, y todos sus criados estaban a su lado con sus vestiduras rasgadas.
Y aconteció que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre su carne, y ayunó, y durmió en cilicio, y anduvo humillado.
Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestiduras, y pasó así por el muro; y el pueblo llegó a ver el cilicio que traía interiormente sobre su carne.
Y aconteció que cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestiduras, y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová.
Y sucedió que cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras.
y mirando, vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompetistas junto al rey, y todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y tocaban trompetas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: ¡Traición! ¡Traición!
Y luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestiduras;
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestiduras, y se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor.
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y cayendo en tierra adoró;
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo conocieron, alzaron su voz, y lloraron; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas.
Aconteció que cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestiduras, y cubierto de cilicio vino a la casa de Jehová.
Y aconteció que cuando Jehudí hubo leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cuchillo de escribanía, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló, y las piedras se partieron:
Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por el medio.