'Rey' en la Biblia
Los que contienden con el SEÑOR serán quebrantados, El tronará desde los cielos contra ellos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido.
y le dijeron: Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones.
Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró al SEÑOR.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que me han desechado a mí para que no sea rey sobre ellos.
Ahora pues, oye su voz. Sin embargo, les advertirás solemnemente y les harás saber el proceder del rey que reinará sobre ellos.
Entonces Samuel habló todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le había pedido rey.
Y dijo: Así será el proceder del rey que reinará sobre vosotros: tomará a vuestros hijos, {los} pondrá a su servicio en sus carros y entre su gente de a caballo, y correrán delante de sus carros.
Ese día clamaréis por causa de vuestro rey a quien escogisteis para vosotros, pero el SEÑOR no os responderá en ese día.
No obstante, el pueblo rehusó oír la voz de Samuel, y dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros,
a fin de que seamos como todas las naciones, para que nuestro rey nos juzgue, salga delante de nosotros y dirija nuestras batallas.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: Oye su voz y nómbrales un rey. Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: Váyase cada uno a su ciudad.
Pero vosotros habéis rechazado hoy a vuestro Dios, que os libra de todas vuestras calamidades y vuestras angustias, y habéis dicho: ``No, sino pon un rey sobre nosotros." Ahora pues, presentaos delante del SEÑOR por vuestras tribus y por vuestras familias.
Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Veis al que el SEÑOR ha escogido? En verdad que no hay {otro} como él entre todo el pueblo. Entonces todo el pueblo gritó, y dijo: ¡Viva el rey!
Así que todo el pueblo fue a Gilgal, y allí en Gilgal, hicieron rey a Saúl delante del SEÑOR. Allí también ofrecieron sacrificios de las ofrendas de paz delante del SEÑOR; y se regocijaron grandemente allí Saúl y todos los hombres de Israel.
Entonces Samuel dijo a todo Israel: He aquí, yo he escuchado vuestra voz en todo lo que me dijisteis, y he puesto rey sobre vosotros.
Y he aquí, ahora el rey va delante de vosotros. Yo {ya} soy viejo y lleno de canas, y he aquí, mis hijos están con vosotros. Yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.
Pero ellos olvidaron al SEÑOR su Dios, y El los vendió en manos de Sísara, jefe del ejército de Hazor, en manos de los filisteos y en manos del rey de Moab, los cuales pelearon contra ellos.
Cuando visteis que Nahas, rey de los hijos de Amón, venía contra vosotros, me dijisteis: ``No, sino que un rey ha de reinar sobre nosotros", aunque el SEÑOR vuestro Dios {era} vuestro rey.
Ahora pues, aquí está el rey que habéis escogido, a quien habéis pedido; he aquí que el SEÑOR ha puesto rey sobre vosotros.
Si teméis al SEÑOR y le servís, escucháis su voz y no os rebeláis contra el mandamiento del SEÑOR, entonces vosotros, como el rey que reine sobre vosotros, estaréis siguiendo al SEÑOR vuestro Dios.
¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré al SEÑOR, para que mande truenos y lluvia. Entonces conoceréis y veréis que es grande la maldad que habéis hecho ante los ojos del SEÑOR, al pedir para vosotros un rey.
Entonces todo el pueblo dijo a Samuel: Ruega por tus siervos al SEÑOR tu Dios para que no muramos, porque hemos añadido {este} mal a todos nuestros pecados al pedir para nosotros un rey.
Mas si perseveráis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.
Samuel dijo a Saúl: El SEÑOR me envió a que te ungiera por rey sobre su pueblo, sobre Israel; ahora pues, está atento a las palabras del SEÑOR.
Capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada.
Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido mis mandamientos. Y Samuel se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche.
Y Samuel dijo: ¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste {nombrado} jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel?
Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo obedecí la voz del SEÑOR, y fui en la misión a la cual el SEÑOR me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido por completo a los amalecitas.
Porque la rebelión {es como} pecado de adivinación, y la desobediencia, {como} iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey.
Pero Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque has desechado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.
Entonces Samuel dijo: Traedme a Agag, rey de los amalecitas. Y Agag vino a él alegremente. Y Agag dijo: Ciertamente, la amargura de la muerte ha pasado {ya.}
Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y Samuel lloraba por Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que yo lo he desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí.
Y los hombres de Israel decían: ¿Habéis visto a ese hombre que sube? Ciertamente sube para desafiar a Israel. El rey colmará con grandes riquezas al que lo mate, le dará su hija y hará libre en Israel a la casa de su padre.
Cuando Saúl vio a David salir contra el filisteo, dijo a Abner, el comandante del ejército: Abner, ¿de quién es hijo este joven? Y Abner dijo: Por tu vida, oh rey, no sé.
Y el rey dijo: Pregunta de quién es hijo el joven.
Y aconteció que cuando regresaban, al volver David de matar al filisteo, las mujeres de todas las ciudades de Israel salían cantando y danzando al encuentro del rey Saúl, con panderos, con {cánticos de} júbilo y con instrumentos musicales.
Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, {o quién es} la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
Entonces Saúl ordenó a sus siervos: Hablad en secreto a David, diciendo: ``He aquí, el rey se deleita en ti y todos sus siervos te aman; ahora pues, sé yerno del rey."
Y los siervos de Saúl hablaron estas palabras a oídos de David. Pero David dijo: ¿Os parece poca cosa llegar a ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de poca estima?
Entonces Saúl dijo: Así diréis a David: ``El rey no desea dote alguna, sino cien prepucios de los filisteos, para tomar venganza de los enemigos del rey." Pero Saúl pensaba hacer caer a David por mano de los filisteos.
Cuando sus siervos contaron a David estas palabras, agradó a David llegar a ser yerno del rey. Y antes que el plazo se cumpliera,
se levantó David y se fue con sus hombres, y mató a doscientos hombres de entre los filisteos. Entonces David trajo sus prepucios y se los dio todos al rey a fin de ser yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer.
Entonces Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra David su siervo, puesto que él no ha pecado contra ti, y puesto que sus hechos {han sido} de mucho beneficio para ti.
Y David respondió a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.
Se escondió, pues, David en el campo. Cuando vino la luna nueva, el rey se sentó a comer.
El rey se sentó en su asiento como de costumbre, el asiento junto a la pared; entonces Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl, pero el lugar de David estaba vacío.
y dijo: ``Te ruego que me dejes ir, pues nuestra familia tiene sacrificio en la ciudad y mi hermano me ha mandado que asista. Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego me dejes ir para ver a mis hermanos." Por este motivo no ha venido a la mesa del rey.
Y David respondió al sacerdote Ahimelec: El rey me ha encomendado cierto asunto y me ha dicho: ``Que no sepa nadie acerca del asunto por el cual te envío y que te he encomendado; y yo he citado a los jóvenes a cierto lugar."
Y David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano una lanza o una espada? Pues no traje ni espada ni armas conmigo, porque el asunto del rey era urgente.
David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a {donde estaba} Aquis, rey de Gat.
Pero los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿No cantaban de él en las danzas, diciendo: ``Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles"?
David tomó en serio estas palabras y temió grandemente a Aquis, rey de Gat.
De allí fue David a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Permite que mi padre y mi madre vengan {y se queden} con vosotros hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí.
Los dejó, pues, con el rey de Moab, y se quedaron con él todo el tiempo que David estuvo en el refugio.
El rey mandó llamar al sacerdote Ahimelec, hijo de Ahitob, y a toda la casa de su padre, los sacerdotes que {estaban} en Nob, y todos ellos vinieron al rey.
Respondió Ahimelec al rey y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno del rey, jefe de tu guardia y se le honra en tu casa?
¿Acaso comencé hoy a consultar a Dios por él? Lejos esté esto de mí. No culpe el rey de nada a su siervo {ni} a ninguno de la casa de mi padre, porque tu siervo no sabe nada de todo este asunto.
Pero el rey dijo: Ciertamente morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre.
Y el rey dijo a los guardias que le asistían: Volveos y dad muerte a los sacerdotes del SEÑOR, porque la mano de ellos también está con David, y porque sabían que él estaba huyendo y no me lo revelaron. Pero los siervos del rey no quisieron levantar la mano para atacar a los sacerdotes del SEÑOR.
Entonces el rey dijo a Doeg: Vuélvete y ataca a los sacerdotes. Y Doeg edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino.
Ahora bien, oh rey, desciende conforme a todo el deseo de tu alma para hacerlo; y nuestra parte {será} entregarlo en manos del rey.
Y dijo a sus hombres: El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del SEÑOR, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SEÑOR.
Después {de esto} David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró.
He aquí, hoy han visto tus ojos que el SEÑOR te ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que te matara, pero {mis ojos} tuvieron piedad de ti, y dije: ``No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del SEÑOR."
¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga?
He aquí, ahora sé que ciertamente serás rey, y que el reino de Israel será establecido en tu mano.
Entonces Abigail regresó a Nabal, y he aquí, él tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio, por lo cual ella no le comunicó nada hasta el amanecer.
Y David dio voces al pueblo y a Abner, hijo de Ner, diciendo: ¿No responderás, Abner? Entonces respondió Abner y dijo: ¿Quién eres tú que llamas al rey?
Y David dijo a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿Quién es como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has protegido a tu señor el rey? Porque uno del pueblo vino para matar a tu señor el rey.
Esto que has hecho no es bueno. Vive el SEÑOR, {todos} vosotros ciertamente deberíais morir, porque no protegisteis a vuestro señor, el ungido del SEÑOR. Y ahora, mira dónde está la lanza del rey y la vasija de agua que {estaba} a su cabecera.
Entonces Saúl reconoció la voz de David y dijo: ¿Es ésta tu voz, David, hijo mío? Y David respondió: Mi voz es, mi señor el rey.
Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el SEÑOR te ha incitado contra mí, que El acepte una ofrenda, pero si son hombres, malditos sean delante del SEÑOR, porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, diciendo: ``Ve, sirve a otros dioses."
Ahora pues, no caiga mi sangre a tierra, lejos de la presencia del SEÑOR; porque el rey de Israel ha salido en busca de una pulga, como quien va a la caza de una perdiz en los montes.
Respondió David, y dijo: He aquí la lanza del rey. Que pase acá uno de los jóvenes y la recoja.
Se levantó, pues, David y se pasó con los seiscientos hombres que {estaban} con él a Aquis, hijo de Maoc, rey de Gat.
Y el rey le dijo: No temas; pero, ¿qué ves? Y la mujer respondió a Saúl: Veo a un ser divino subiendo de la tierra.
Entonces los jefes de los filisteos dijeron: ¿Qué {hacen aquí} estos hebreos? Y Aquis dijo a los jefes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl, rey de Israel, que ha estado conmigo estos días, o {más bien} estos años, y no he hallado falta en él desde el día en que se pasó {a mí} hasta hoy?
Y David dijo a Aquis: Pero, ¿qué he hecho? ¿Y qué has hallado en tu siervo desde el día en que estuve delante de ti hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?