'Se' en la Biblia
"Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
"Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
"Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
" ¿No te {lo} he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios {estará} contigo dondequiera que vayas."
"Cualquiera que se rebele contra tu mandato y no obedezca tus palabras en todo lo que le mandes, se le dará muerte. Solamente sé fuerte y valiente."
Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: ``Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
"Los hombres salieron {a la hora de} cerrar la puerta, al oscurecer. No sé adónde fueron. Vayan de prisa tras ellos, que los alcanzarán."
Antes que los espías se acostaran, Rahab subió al terrado {donde} ellos {estaban,}
y dijo a los hombres: ``Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes.
Rahab respondió: ``Conforme a lo que ustedes han dicho, así sea." Y los envió. Ellos se fueron, y ella ató el cordón escarlata a la ventana.
Los espías se fueron y llegaron a la región montañosa. Allí permanecieron por tres días, hasta que los perseguidores regresaron. Los perseguidores {los} habían buscado por todo el camino, pero no {los} habían encontrado.
Y dijeron a Josué: ``Ciertamente, el SEÑOR ha entregado toda la tierra en nuestras manos, y además, todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante nosotros."
Josué se levantó muy de mañana; y él y todos los Israelitas salieron de Sitim y llegaron al Jordán. Allí acamparon antes de cruzar.
"Sin embargo, dejarán entre ustedes y ella una distancia de unos 900 metros (2,000 codos). No se acerquen a ella para saber el camino por donde deben ir, porque no han pasado antes por este camino."
"Además, darás órdenes a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciéndoles: `Cuando lleguen a la orilla de las aguas del Jordán, se detendrán en el Jordán.'"
"Y sucederá que cuando los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, el Señor de toda la tierra, pongan las plantas de los pies en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, {y} las aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón."
y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha),
las aguas que venían de arriba se detuvieron {y} se elevaron en un montón, a una gran distancia en Adam, la ciudad que está al lado de Saretán. Las aguas que descendían hacia el mar de Arabá, el Mar Salado, fueron cortadas completamente. Así el pueblo pasó {hasta estar} frente a Jericó.
Porque los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron parados en medio del Jordán hasta que se cumpliera todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que dijera al pueblo, de acuerdo con todo lo que Moisés había mandado a Josué. Y el pueblo se apresuró y pasó.
ustedes se lo explicarán a sus hijos y les dirán: `Israel cruzó este Jordán en tierra seca.'
Cuando todos los reyes de los Amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``Hoy he quitado de ustedes el oprobio de Egipto." Por eso aquel lugar se ha llamado Gilgal hasta hoy.
``No," respondió; ``más bien yo vengo ahora {como} capitán del ejército del SEÑOR." Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: `` ¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?"
"Y sucederá que cuando toquen un sonido prolongado con el cuerno de carnero, y ustedes oigan el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo. Entonces el pueblo subirá, cada hombre derecho hacia adelante."
Después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del SEÑOR, se adelantaron y tocaron las trompetas. Y el arca del pacto del SEÑOR los seguía.
Josué se levantó muy de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del SEÑOR.
Entonces en el séptimo día se levantaron temprano, al despuntar el día, y marcharon alrededor de la ciudad de la misma manera, {pero} siete veces. Sólo aquel día marcharon siete veces alrededor de la ciudad.
Entonces el pueblo gritó y {los sacerdotes} tocaron las trompetas; y sucedió que cuando el pueblo oyó el sonido de la trompeta, el pueblo gritó a gran voz y la muralla se vino abajo. El pueblo subió a la ciudad, cada hombre derecho hacia adelante, y tomaron la ciudad.
Pero Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: ``Entren en la casa de la ramera y saquen de allí a la mujer y todo lo que posea, tal como se lo juraron."
Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo y dijo: ``Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó. Con {la pérdida de} su primogénito echará su cimiento, y con {la pérdida de} su hijo menor colocará sus puertas."
El SEÑOR estaba con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.
Pero los Israelitas fueron infieles en cuanto a las cosas dedicadas al anatema (a la destrucción), porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema. Entonces la ira del SEÑOR se encendió contra los Israelitas.
Los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada. El corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua.
"Porque los Cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra. ¿Y qué harás Tú por Tu gran nombre?"
"No pueden, pues, los Israelitas hacer frente a sus enemigos. Vuelven la espalda delante de sus enemigos porque se han convertido en anatema. No estaré más con ustedes a menos que destruyan las cosas dedicadas al anatema de en medio de ustedes.
`Por la mañana se acercarán, pues, por tribus. Y será que la tribu que el SEÑOR señale se acercará por familias, y la familia que el SEÑOR señale se acercará por casas, y la casa que el SEÑOR señale se acercará hombre por hombre.
Josué se levantó muy de mañana, e hizo acercar a Israel por tribus, y fue designada la tribu de Judá.
Levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy. El SEÑOR se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el Valle de Acor hasta el día de hoy.
Josué se levantó con todo el pueblo de guerra para subir a Hai. Y escogió Josué 30,000 hombres, valientes guerreros, y los envió de noche.
Josué les {dio} órdenes, diciéndoles: ``Miren, ustedes van a poner emboscada a la ciudad por detrás de ella. No se alejen mucho de la ciudad, sino estén todos alerta.
"Ustedes saldrán de la emboscada y se apoderarán de la ciudad, porque el SEÑOR su Dios la entregará en sus manos.
"Cuando hayan tomado la ciudad, le prenderán fuego. {Lo} harán conforme a la palabra del SEÑOR. Miren que yo se lo he mandado."
Josué los envió, y fueron al lugar de la emboscada y se quedaron entre Betel (Casa de Dios) y Hai, al occidente de Hai; pero Josué pasó la noche entre el pueblo.
Josué se levantó muy de mañana, pasó revista al pueblo y subió con los ancianos de Israel frente al pueblo de Hai.
Entonces todos los hombres de guerra que {estaban} con él subieron y se acercaron, y llegaron frente a la ciudad, y acamparon al lado norte de Hai. {Había} un valle entre él y Hai.
Al ver {esto} el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto, sin saber que {había} una emboscada contra él por detrás de la ciudad.
Josué y todo Israel se fingieron vencidos delante de ellos, y huyeron camino del desierto.
Y todo el pueblo que estaba en la ciudad fue llamado para perseguirlos, y persiguieron a Josué, y se alejaron de la ciudad.
Los {que estaban} emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, inmediatamente le prendieron fuego a la ciudad.
Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, vieron que el humo de la ciudad subía al cielo y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por el otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.
Al ver Josué y todo Israel que los emboscados habían tomado la ciudad y que el humo de la ciudad subía, se volvieron y comenzaron a matar a los hombres de Hai.
Y sucedió que cuando se enteraron todos los reyes que {estaban} al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del Mar Grande hacia el Líbano, {los reyes} de los Hititas, Amorreos, Cananeos, Ferezeos, Heveos y Jebuseos,
a una se reunieron y se pusieron de acuerdo para pelear contra Josué y contra Israel.
Cuando los habitantes de Gabaón también se enteraron de lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,
Josué hizo paz con ellos y celebró pacto con ellos para conservarles la vida. También los jefes de la congregación se {lo} juraron.
Pero sucedió que después de tres días de haber hecho pacto con ellos, los Israelitas se enteraron de que eran vecinos y que habitaban en su tierra.
Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén (Ciudad de Paz), se enteró de que Josué había capturado a Hai y que la había destruido por completo (como había hecho con Jericó y con su rey así había hecho con Hai y con su rey), y que los habitantes de Gabaón habían concertado la paz con Israel y estaban dentro de su tierra,
Se reunieron, pues, los cinco reyes de los Amorreos: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis {y} el rey de Eglón, y subieron ellos con todos sus ejércitos, y acamparon junto a Gabaón y lucharon contra ella.
Entonces los hombres de Gabaón enviaron {mensaje} a Josué al campamento de Gilgal y le dijeron: ``No abandone a sus siervos; suba rápidamente a nosotros, sálvenos y ayúdenos, porque todos los reyes de los Amorreos que habitan en los montes se han reunido contra nosotros."
Y el sol se detuvo, y la luna se paró, Hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el Libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero.
Aquellos cinco reyes habían huido y se habían escondido en la cueva de Maceda.
pero ustedes no se queden {ahí.} Persigan a sus enemigos y atáquenlos por la retaguardia. No les permitan entrar en sus ciudades, porque el SEÑOR, Dios de ustedes, los ha entregado en sus manos."
Cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: ``Acérquense, pongan su pie sobre el cuello de estos reyes." Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.
Entonces Josué les dijo: ``No teman ni se acobarden. Sean fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos los enemigos con los que ustedes luchen."
A la hora de la puesta del sol, Josué dio órdenes y los bajaron de los árboles, y los echaron en la cueva donde se habían escondido, y sobre la boca de la cueva pusieron grandes piedras {que permanecen} hasta el día de hoy.
Después Josué, y todo Israel con él, se volvieron {contra} Debir y peleó contra ella.
Cuando Jabín, rey de Hazor, se enteró {de todo esto} envió mensajeros a Jobab, rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf.
Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey, porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos.
desde el Monte Halac, que se levanta hacia Seir, hasta Baal Gad en el Valle del Líbano, al pie del Monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató.
No hubo ciudad que hiciera paz con los Israelitas, excepto los Heveos que vivían en Gabaón. De todas se apoderaron por la fuerza.
Porque fue {la intención} del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
Estos son los reyes de la tierra que Josué y los Israelitas derrotaron al otro lado del Jordán, hacia el occidente, desde Baal Gad en el Valle del Líbano hasta el Monte Halac que se levanta hacia Seir. Josué dio la tierra de estos reyes en posesión a las tribus de Israel según sus divisiones,
desde el Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte (que se considera de los Cananeos); los cinco príncipes de los Filisteos: el Gazeo, el Asdodeo, el Ascaloneo, el Geteo, y el Ecroneo; también los Aveos.
Los Rubenitas y los Gaditas con la otra media tribu habían recibido {ya} su heredad, la cual Moisés les había dado al otro lado del Jordán, hacia el oriente, tal como se {la} había dado Moisés, siervo del SEÑOR:
Su límite al sur se extendía desde el extremo del Mar Salado, desde la bahía que da hacia el sur,
Y cuando ella vino {a él,} éste la persuadió a que pidiera un campo a su padre. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: `` ¿Qué quieres?"
Esta fue la suerte {que le tocó} a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José: a Maquir, primogénito de Manasés, padre de Galaad, por cuanto era hombre de guerra, se le otorgó Galaad y Basán.
El límite de Manasés se extendía desde Aser hasta Micmetat, que estaba al oriente de Siquem. Entonces el límite iba hacia el sur hasta los habitantes de En Tapúa.
Pero cuando los Israelitas se hicieron fuertes, sometieron a los Cananeos a trabajos forzados, aunque no los expulsaron totalmente.
Entonces toda la congregación de los Israelitas se reunió en Silo, y levantaron allí la tienda de reunión; y la tierra estaba sometida delante de ellos.
"Escojan tres hombres de cada tribu, y yo los enviaré, y ellos se levantarán y recorrerán la tierra, y harán una descripción de ella según su heredad. Entonces volverán a mí.
"Dividirán la tierra en siete partes. Judá se quedará en su territorio en el sur, y la casa de José se quedará en su territorio en el norte.
Entonces los hombres se levantaron y salieron, y Josué ordenó a los que salieron a describir la tierra diciéndoles: ``Vayan y recorran la tierra, y descríbanla y vuelvan a mí. Entonces les echaré suertes aquí en Silo delante del SEÑOR."
El límite doblaba {allí} y se extendía hacia el sur por el lado occidental, desde el monte que está frente a Bet Horón hacia el sur; y terminaba en Quiriat Baal, es decir, Quiriat Jearim, ciudad de los hijos de Judá. Este {era} el límite occidental.
La heredad de los hijos de Simeón {se tomó} de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos. Los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.
Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas. Porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. La hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron (habitaron) en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.
De acuerdo con el mandato del SEÑOR le dieron la ciudad que él pidió, Timnat Sera, en la región montañosa de Efraín. Y él reconstruyó la ciudad y se estableció (habitó) en ella.
~`El que busca refugio huirá a una de estas ciudades, se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad. {Estos} lo llevarán con ellos dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite en medio de ellos.
Entonces los jefes de las casas de los Levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas de las tribus de los Israelitas,
y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán y les dijeron: ``El SEÑOR ordenó por medio de Moisés que se nos dieran ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para nuestro ganado."
Les dieron estas ciudades que {aquí} se mencionan por nombre, de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón.
Pero los campos de la ciudad y sus aldeas se los dieron a Caleb, hijo de Jefone, como propiedad suya.
No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el SEÑOR había hecho a la casa de Israel. Todas se cumplieron.
Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
Entonces los Rubenitas y los Gaditas y la media tribu de Manasés, volvieron y se separaron de los Israelitas en Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de su posesión la cual ellos habían poseído, conforme al mandato del SEÑOR por medio de Moisés.
Cuando los Israelitas oyeron {esto,} toda la congregación de los Israelitas se reunió en Silo para subir a pelear contra ellos.
para que también ustedes se aparten hoy de seguir al SEÑOR? Y sucederá que si hoy se rebelan contra el SEÑOR, mañana El se enojará con toda la congregación de Israel.
~`Pero si la tierra de la posesión de ustedes es inmunda, entonces pasen a la tierra de la posesión del SEÑOR, donde está el tabernáculo del SEÑOR, y tomen posesión entre nosotros. Pero no se rebelen contra el SEÑOR, ni se rebelen contra nosotros edificándose un altar aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios.
"Esfuércense, pues, en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, para que no se aparten de ella ni a la derecha ni a la izquierda,
a fin de que no se junten con estas naciones, las que quedan entre ustedes. No mencionen el nombre de sus dioses, ni hagan que nadie jure {por ellos,} ni los sirvan, ni se inclinen ante ellos,