'Seres' en la Biblia
Delante del trono {había} como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
Y los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: SANTO, SANTO, SANTO, {es} EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir.
Y cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,
Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron.
Vi cuando el Cordero abrió uno de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía, como con voz de trueno: Ven.
Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: Un litro de trigo por un denario, y tres litros de cebada por un denario, y no dañes el aceite y el vino.
Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y {alrededor} de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
Y murió la tercera parte de los seres que {estaban} en el mar y que tenían vida; y la tercera parte de los barcos fue destruida.
Y cantaban* un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que {está} sentado en el trono, {y} decían: ¿Amén! ¡Aleluya!