'Sinaí' en la Biblia
Partieron de Elim, y toda la congregación de los Israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, el día 15 del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto.
Al tercer mes de la salida de los Israelitas de la tierra de Egipto, ese mismo día, llegaron al desierto de Sinaí.
Salieron de Refidim, llegaron al desierto de Sinaí y acamparon en el desierto. Allí, delante del monte, acampó Israel.
"Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el Monte Sinaí.
Todo el Monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.
El SEÑOR descendió a la cumbre del Monte Sinaí. Entonces el SEÑOR llamó a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Y Moisés dijo al SEÑOR: ``El pueblo no puede subir al Monte Sinaí, porque Tú nos advertiste: `Pon límites alrededor del monte y santifícalo.'"
Y la gloria del SEÑOR reposó sobre el Monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día, {Dios} llamó a Moisés de en medio de la nube.
Cuando el SEÑOR terminó de hablar con Moisés sobre el Monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
"Prepárate, pues, para la mañana, y sube temprano al Monte Sinaí, y allí preséntate a Mí en la cumbre del monte.
Moisés, pues, labró dos tablas de piedra como las anteriores, se levantó muy de mañana y subió al Monte Sinaí, como el SEÑOR le había mandado, llevando en su mano las dos tablas de piedra.
Cuando Moisés descendía del Monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios.
Después se acercaron todos los Israelitas, y él les mandó {que hicieran} todo lo que el SEÑOR había hablado con él en el Monte Sinaí.
El SEÑOR la ordenó a Moisés en el Monte Sinaí, el día en que El mandó a los Israelitas que presentaran sus ofrendas al SEÑOR en el desierto de Sinaí.
Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que el SEÑOR estableció entre El y los Israelitas por medio de Moisés en el Monte Sinaí.
Estos son los mandamientos que el SEÑOR ordenó a Moisés para los Israelitas en el Monte Sinaí.
El SEÑOR habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en la tienda de reunión, el primer {día} del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto y le dijo:
Tal como el SEÑOR se lo había mandado, Moisés los contó en el desierto de Sinaí.
Y estos son {los registros} de los descendientes de Aarón y Moisés, el día en que el SEÑOR habló con Moisés en el Monte Sinaí.
Pero Nadab y Abiú murieron delante del SEÑOR cuando ofrecieron fuego extraño ante el SEÑOR en el desierto de Sinaí; y no tuvieron hijos. Y Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio durante la vida de su padre Aarón.
El SEÑOR habló así a Moisés en el desierto de Sinaí, en el primer mes del segundo año de su salida de la tierra de Egipto:
Y celebraron la Pascua en el {mes} primero, en el día catorce del mes, al atardecer, en el desierto de Sinaí; tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés, así {lo} hicieron los Israelitas.
y los Israelitas salieron, según su orden de marcha, del desierto de Sinaí. Y la nube se detuvo en el desierto de Parán.
Pero entre éstos no había ninguno de los que fueron contados por Moisés y el sacerdote Aarón, cuando contaron a los Israelitas en el desierto de Sinaí.
~`Es un holocausto continuo instituido en el Monte Sinaí como aroma agradable, ofrenda encendida al SEÑOR.
Dijo: ``El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos.
Los montes se estremecieron ante la presencia del SEÑOR, Aquel Sinaí, ante la presencia del SEÑOR, Dios de Israel.
Luego bajaste sobre el Monte Sinaí, Y desde el cielo hablaste con ellos; Les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas, Estatutos y mandamientos buenos.
Tembló la tierra; También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; El Sinaí mismo {tembló} delante de Dios, el Dios de Israel.
Los carros de Dios son miríadas, millares de millares; El Señor está entre ellos en santidad, {como en el} Sinaí.
``Pasados cuarenta años, SE LE APARECIO UN ANGEL EN EL DESIERTO DEL MONTE Sinaí, EN LA LLAMA DE UNA ZARZA QUE ARDIA.
"Este es el que estaba en la congregación en el desierto junto con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras de vida (oráculos divinos) para transmitirlas a ustedes,
Esto contiene una alegoría, pues estas {mujeres} son dos pactos. Uno {procede} del Monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.
Ahora bien, Agar es el Monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.