'Son' en la Biblia
No multipliquéis hablando grandezas, y altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque el Dios de todo saber es el SEÑOR, y las obras magníficas a él le son propias.
Quebrados son los arcos de los fuertes, pero los débiles se ciñen de poder.
El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarlo con los príncipes; y hace que tengan por heredad trono de gloria. Porque del SEÑOR son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.
El guarda los pies de sus santos, mas los malvados son acallados en tinieblas, pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre.
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de las manos de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto.
Y el mensajero respondió, y dijo: Israel huyó delante de los Filisteos, y también fué hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ophni y Phinees, son muertos, y el arca de Dios fué tomada.
Estas pues son las hemorroides de oro que pagaron los filisteos al SEÑOR en expiación por su culpa: por Asdod una, por Gaza una, por Ascalón una, por Gat una, por Ecrón una;
El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: Reinará Saúl sobre nosotros? Dadnos esos hombres, y los mataremos.
"Ahora, aquí está el rey que va delante de ustedes. Yo {ya} soy viejo y lleno de canas, y mis hijos son parte suya. Yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta hoy.
No os apartéis en pos de las vanidades, que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.
Y Samuel dijo a Isaí: ¿Son {éstos} todos tus hijos? Y él respondió: Aún queda el menor, que está apacentando las ovejas. Entonces Samuel dijo a Isaí: Manda a buscarlo, pues no nos sentaremos {a la mesa} hasta que él venga acá.
Y David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? Estas, ¿no son palabras?
Y David respondió al sacerdote, y le dijo: A la verdad las mujeres nos han sido reservadas estos tres días, desde que salí, y los vasos de los jóvenes son santos, aun cuando el camino es profano; ¡cuánto más hoy serán santificados sus vasos!
¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y mi degollado que he preparado para mis esquiladores, y la daré a hombres que no sé de dónde son?
Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el SEÑOR te ha incitado contra mí, que El acepte una ofrenda, pero si son hombres, malditos sean delante del SEÑOR, porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, diciendo: ``Ve, sirve a otros dioses."
Pero la mujer le dijo: He aquí, tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha echado de la tierra a los que son médium y espiritistas. ¿Por qué, pues, pones trampa contra mi vida para hacerme morir?
Aquis llamó a David y le dijo: Vive el SEÑOR que tú {has sido} recto; tu salir y tu entrar en el ejército conmigo son agradables a mis ojos, pues no he hallado mal en ti desde el día en que te pasaste a mí hasta hoy. Sin embargo, no eres agradable a los ojos de los príncipes.
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