'Son' en la Biblia
¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, aunque {ésos} no son dioses? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
Mas ¿dónde están tus dioses, los que hiciste para ti? Que se levanten, a ver si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad; porque según el número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá.
Ciertamente engaño son las colinas, {y el} tumulto {sobre} los montes; ciertamente, en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel.
He aquí que él sube como las nubes, y como un torbellino sus carros; sus caballos son más ligeros que las águilas. ¿Ay de nosotros, porque estamos perdidos!
Desastre sobre desastre se anuncia, porque es arrasada toda la tierra; de repente son arrasadas mis tiendas, en un instante mis cortinas.
Porque mi pueblo es necio, no me conoce; hijos torpes son, no son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, pero hacer el bien no saben.
Entonces yo dije: Ciertamente estos {sólo} son gente ignorante, son necios, porque no conocen el camino del SEÑOR {ni} las ordenanzas de su Dios.
Por tanto los herirá el león de la selva, el lobo de los desiertos los destruirá; un leopardo acecha sus ciudades, {y} todo el que salga de ellas será despedazado, porque son muchas sus transgresiones, {y} numerosas sus apostasías.
Subid por entre sus hileras de vides y destruid, mas no hagáis destrucción total; arrancad sus sarmientos, pues no son del SEÑOR;
Los profetas son {como} el viento, y la palabra no está en ellos. Que así se les haga a ellos.
Su aljaba es como sepulcro abierto, todos ellos son valientes.
¿Para qué viene a mí este incienso de Sabá, y la dulce caña de una tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, y vuestros sacrificios no me agradan.
Empuñan arco y jabalina, crueles son, no tienen misericordia; sus voces braman como el mar, y montan a caballo como hombres dispuestos para la guerra contra ti, hija de Sion.
Todos ellos son rebeldes obstinados que andan calumniando. {Son} hierro y bronce; todos ellos están corrompidos.
El fuelle sopla con furor, el plomo es consumido por el fuego; en vano se sigue refinando, pues los malvados no son separados.
`Los sabios son avergonzados, están abatidos y atrapados; he aquí, ellos han desechado la palabra del SEÑOR, ¿y qué clase de sabiduría tienen?
Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes, para dejar a mi pueblo y alejarme de ellos. Porque todos ellos son adúlteros, una asamblea de traidores.
a Egipto, a Judá, a los hijos de Amón, a Moab y a todos los que se rapan las sienes, a los que habitan en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, {lo} trabajan las manos de un artífice con la azuela;
Mas ellos a una son torpes y necios en su enseñanza de vanidades, {pues su ídolo} es un leño.
Pero el SEÑOR es el Dios verdadero; El es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su enojo tiembla la tierra, y las naciones son impotentes ante su indignación.
Todo hombre es torpe, falto de conocimiento; todo orfebre se avergüenza de su ídolo; porque engañosas son sus imágenes fundidas, y no hay aliento en ellas.
Vanidad son, obra ridícula, en el tiempo de su castigo perecerán.
Porque según el número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá, y según el número de las calles de Jerusalén, son los altares que has levantado a lo vergonzoso, altares para quemar incienso a Baal.
Olivo frondoso, hermoso en fruto y forma, te puso por nombre el SEÑOR. Con ruido de un gran estrépito ha prendido fuego en él, y sus ramas son inservibles.
¿Puede hacer el hombre dioses para sí? ¿Pero no son dioses!
He aquí, estoy contra los que profetizan sueños falsos --declara el SEÑOR-- y los cuentan y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones, cuando yo no los envié ni les di órdenes, ni son de provecho alguno para este pueblo --declara el SEÑOR.
Entonces el SEÑOR me dijo: ¿Qué ves, Jeremías? Y dije: Higos; los higos buenos son muy buenos, y los malos, muy malos, que de podridos no se pueden comer.
y son silenciados los rebaños apacibles a causa de la ardiente ira del SEÑOR.
Mas si ellos son profetas, y si la palabra del SEÑOR está con ellos, que supliquen ahora al SEÑOR de los ejércitos para que los utensilios que quedan en la casa del SEÑOR, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén, no sean llevados a Babilonia.
Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.
Estas son las palabras que el SEÑOR habló acerca de Israel y de Judá:
¿No has observado lo que este pueblo ha hablado, diciendo: ``Las dos familias que el SEÑOR escogió, las ha desechado"? Desprecian a mi pueblo, ya no son una nación ante sus ojos.
`Las palabras de Jonadab, hijo de Recab, que mandó a sus hijos de no beber vino, son guardadas. Por eso no beben {vino} hasta hoy, porque han obedecido el mandato de su padre. Pero yo os he hablado repetidas veces, con todo no me habéis escuchado.
Sus mercenarios también son en medio de ella como becerros engordados; porque también ellos se han vuelto atrás, {y} a una han huido, no resistieron; porque el día de su ruina ha venido sobre ellos, la hora de su castigo.
Alzad grito de guerra contra ella en derredor. Se ha rendido, caen sus columnas, son derribadas sus murallas. Porque esta es la venganza del SEÑOR: tomad venganza de ella; como ella ha hecho, {así} haced con ella.
Empuñan arco y jabalina; son crueles y no tienen misericordia. Su voz ruge como el mar, y a caballo van montados, alineados como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Babilonia.
Toda la humanidad es necia, falta de conocimiento; se avergüenza todo orfebre de sus ídolos, porque sus imágenes fundidas son engaño, y no hay aliento en ellas.
Vanidad son, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.