'Su' en la Biblia
"Todo lugar que pise la planta de su pie les he dado a ustedes, tal como dije a Moisés.
``Pasen por medio del campamento y den órdenes al pueblo, diciéndoles: `Preparen provisiones para ustedes, porque dentro de tres días cruzarán el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR su Dios les da en posesión.'"
``Recuerden la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, les ordenó: `El SEÑOR su Dios les da reposo y les dará esta tierra.'
"Sus mujeres, sus pequeños y su ganado permanecerán en la tierra que Moisés les dio al otro lado del Jordán. Pero ustedes, todos los valientes guerreros, pasarán en orden de batalla delante de sus hermanos, y los ayudarán,
hasta que el SEÑOR dé reposo a sus hermanos como a ustedes, y ellos también posean la tierra que el SEÑOR su Dios les da. Entonces volverán a su tierra y poseerán lo que Moisés, siervo del SEÑOR, les dio al otro lado del Jordán hacia el oriente."
Entonces ella los hizo bajar con una cuerda por la ventana, porque su casa estaba en la muralla de la ciudad y ella vivía en la misma muralla.
Rahab les dijo: ``Vayan a la región montañosa, no sea que los perseguidores los encuentren. Escóndanse allí por tres días hasta que los perseguidores regresen. Entonces pueden seguir su camino."
"Cualquiera que salga de las puertas de tu casa a la calle, su sangre {caerá} sobre su propia cabeza, y {quedaremos} libres; pero la sangre de cualquiera que esté en la casa contigo {caerá} sobre nuestra cabeza si alguien pone su mano sobre él.
y dieron órdenes al pueblo: ``Cuando ustedes vean el arca del pacto del SEÑOR su Dios y a los sacerdotes Levitas llevándola, entonces saldrán de su lugar y la seguirán.
Entonces Josué dijo a los Israelitas: ``Acérquense y oigan las palabras del SEÑOR su Dios."
y Josué les dijo: ``Pasen delante del arca del SEÑOR su Dios al medio del Jordán, y alce cada uno una piedra sobre su hombro, de acuerdo con el número de las tribus de los Israelitas.
Aquel día el SEÑOR engrandeció a Josué ante los ojos de todo Israel; y le temieron (lo respetaron), tal como habían temido (respetado) a Moisés todos los días de su vida.
Y cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes salieron a tierra seca, las aguas del Jordán volvieron a su lugar y corrieron sobre todas sus riberas como antes.
"Porque el SEÑOR su Dios secó las aguas del Jordán delante de ustedes hasta que pasaron, tal como el SEÑOR su Dios había hecho al Mar Rojo, el cual El secó delante de nosotros hasta que pasamos,
para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano del SEÑOR es poderosa, a fin de que ustedes teman (reverencien) al SEÑOR su Dios para siempre."
Y a los hijos de ellos, que El levantó en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no los habían circuncidado en el camino.
``No," respondió; ``más bien yo vengo ahora {como} capitán del ejército del SEÑOR." Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: `` ¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?"
Pero el SEÑOR dijo a Josué: ``Mira, he entregado en tu mano a Jericó, y a su rey {con sus} valientes guerreros.
Pero Josué dio órdenes al pueblo: ``No gritarán ni dejarán oír su voz, ni saldrá palabra de su boca, hasta el día que yo les diga: ` ¡Griten!' Entonces gritarán."
"La ciudad será dedicada al anatema (a la destrucción), ella y todo lo que hay en ella pertenece al SEÑOR. Sólo Rahab la ramera y todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos.
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos, y todo lo que poseía. También sacaron a todos sus parientes y los colocaron fuera del campamento de Israel.
Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía. Ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó.
Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo y dijo: ``Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó. Con {la pérdida de} su primogénito echará su cimiento, y con {la pérdida de} su hijo menor colocará sus puertas."
El SEÑOR estaba con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
Mandó acercar su casa hombre por hombre. Fue designado Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.
Josué envió emisarios, que fueron corriendo a la tienda y hallaron {el manto} escondido en su tienda con la plata debajo.
Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor.
Levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy. El SEÑOR se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el Valle de Acor hasta el día de hoy.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``No temas ni te acobardes. Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai. Mira, he entregado en tu mano al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra.
"Harás con Hai y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó y con su rey. Tomarán para ustedes como botín solamente los despojos y el ganado. Prepara una emboscada a la ciudad detrás de ella."
"Ustedes saldrán de la emboscada y se apoderarán de la ciudad, porque el SEÑOR su Dios la entregará en sus manos.
Y apostaron al pueblo: todo el ejército que {acampó} al norte de la ciudad, y su retaguardia {que acampó} al occidente de la ciudad. Y Josué pasó aquella noche en medio del valle.
Al ver {esto} el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto, sin saber que {había} una emboscada contra él por detrás de la ciudad.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano." Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano.
Los {que estaban} emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, inmediatamente le prendieron fuego a la ciudad.
Y los de la emboscada salieron de la ciudad a su encuentro, así que {los de Hai} quedaron en medio de Israel, unos por un lado y otros por el otro. Los mataron hasta no quedar de ellos ni sobreviviente ni fugitivo.
Josué no retiró su mano con la cual tenía extendida la jabalina, hasta que hubo exterminado por completo a todos los habitantes de Hai.
También colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde. A la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol. Lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras {que permanece} hasta el día de hoy.
y sandalias gastadas y remendadas en sus pies, y vestidos viejos sobre sí. Todo el pan de su provisión estaba seco {y} desmenuzado.
"Y nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: `Tomen provisiones en su mano para el camino, vayan a su encuentro y díganles: ``Somos siervos de ustedes; hagan, pues, pacto con nosotros."'
Pero sucedió que después de tres días de haber hecho pacto con ellos, los Israelitas se enteraron de que eran vecinos y que habitaban en su tierra.
Y ellos respondieron a Josué: ``Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el SEÑOR tu Dios había ordenado a Su siervo Moisés que les diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes. Por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de ustedes, y hemos hecho esto.
Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén (Ciudad de Paz), se enteró de que Josué había capturado a Hai y que la había destruido por completo (como había hecho con Jericó y con su rey así había hecho con Hai y con su rey), y que los habitantes de Gabaón habían concertado la paz con Israel y estaban dentro de su tierra,
Cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: ``Acérquense, pongan su pie sobre el cuello de estos reyes." Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.
Aquel día Josué conquistó a Maceda. La hirió a filo de espada junto con su rey y la destruyó por completo con todas las personas que había en ella. No dejó ningún sobreviviente, e hizo con el rey de Maceda como había hecho con el rey de Jericó.
El SEÑOR la entregó también, junto con su rey, en manos de Israel, que la hirió a filo de espada con todas las personas que {había} en ella. No dejó ningún sobreviviente en ella, e hizo con su rey como había hecho con el rey de Jericó.
Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Laquis, pero Josué lo derrotó a él y a su pueblo, hasta no dejar sobreviviente alguno.
La conquistaron y la hirieron a filo de espada, con su rey, todas sus ciudades y todas las personas que {había} en ella. No dejaron ningún sobreviviente, conforme a todo lo que había hecho a Eglón. La destruyeron por completo con todas las personas que {había} en ella.
La conquistaron, con su rey y todas sus ciudades, hiriéndolas a filo de espada. Destruyeron por completo a todas las personas que {había} en ella. Josué no dejó sobreviviente alguno. Como había hecho con Hebrón, {y} como había hecho también con Libna y su rey, así hizo con Debir y su rey.
Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey, porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos.
Tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés Su siervo, así Moisés lo ordenó a Josué, y así Josué lo hizo. No dejó de hacer nada de todo lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés.
{A éstos} Moisés, siervo del SEÑOR, y los Israelitas los derrotaron; y Moisés, siervo del SEÑOR, dio su tierra en posesión a los Rubenitas, a los Gaditas y a la media tribu de Manasés.
Los Rubenitas y los Gaditas con la otra media tribu habían recibido {ya} su heredad, la cual Moisés les había dado al otro lado del Jordán, hacia el oriente, tal como se {la} había dado Moisés, siervo del SEÑOR:
Sólo a la tribu de Leví no le dio Moisés heredad; las ofrendas encendidas al SEÑOR, Dios de Israel, son su heredad, como El le había dicho.
Y su territorio era Jazer, todas las ciudades de Galaad y la mitad de la tierra de los Amonitas hasta Aroer, que está frente a Rabá;
Su territorio abarcaba desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og, rey de Basán, y todos los pueblos de Jair que están en Basán, sesenta ciudades.
Pero a la tribu de Leví, Moisés no le dio heredad. El SEÑOR, Dios de Israel, es su heredad, como El les había prometido.
Repartieron por suerte su heredad a las nueve tribus y a la media tribu, tal como el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés.
Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín. Ellos no dieron a los Levitas ninguna porción en {su} tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones.
Su límite al sur se extendía desde el extremo del Mar Salado, desde la bahía que da hacia el sur,
El límite occidental {era} el Mar Grande (el Mediterráneo), es decir, {su} costa. Este es el límite alrededor de los hijos de Judá conforme a sus familias.
Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, la tomó, y él le dio a su hija Acsa por mujer.
Y cuando ella vino {a él,} éste la persuadió a que pidiera un campo a su padre. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: `` ¿Qué quieres?"
Recibieron, pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.
{Este} fue el territorio de los hijos de Efraín conforme a sus familias: el límite de su heredad hacia el oriente era Atarot Adar, hasta Bet Horón de arriba.
Ellas vinieron delante del sacerdote Eleazar, delante de Josué, hijo de Nun, y delante de los principales y les dijeron: ``El SEÑOR mandó a Moisés que nos diera una heredad entre nuestros hermanos." Así que según el mandato del SEÑOR, Josué les dio heredad entre los hermanos de su padre.
El lado sur {pertenecía} a Efraín, el lado norte a Manasés y el mar era su límite. Lindaban con Aser al norte y con Isacar al oriente.
Quedaban siete tribus de los Israelitas que no habían recibido aún su heredad.
"Escojan tres hombres de cada tribu, y yo los enviaré, y ellos se levantarán y recorrerán la tierra, y harán una descripción de ella según su heredad. Entonces volverán a mí.
"Dividirán la tierra en siete partes. Judá se quedará en su territorio en el sur, y la casa de José se quedará en su territorio en el norte.
"Pues los Levitas no tienen porción entre ustedes, porque el sacerdocio del SEÑOR es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del SEÑOR."
Salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre la tribu de Judá y la tribu de José.
Su límite por el lado norte comenzaba en el Jordán, subía por el lado de Jericó al norte, ascendía por la región montañosa hacia el occidente y terminaba en el desierto de Bet Avén.
El Jordán era su límite al lado oriental. Esta {fue} la heredad de la tribu de Benjamín, conforme a sus familias {y} conforme a sus límites alrededor.
La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias, y su heredad estaba en medio de la heredad de los hijos de Judá.
La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias. El territorio de su heredad llegaba hasta Sarid.
Y su límite subía hacia el occidente hasta Marala, tocaba a Dabeset y llegaba hasta el arroyo que está frente a Jocneam.
Alamelec, Amad y Miseal. {Su límite} al occidente llegaba hasta el Monte Carmelo y hasta Sihor Libnat.
Y su límite era desde Helef, desde la encina de Saananim, Adami Neceb y Jabneel hasta Lacum; y terminaba en el Jordán.
Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas. Porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. La hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron (habitaron) en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.
~`El que busca refugio huirá a una de estas ciudades, se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad. {Estos} lo llevarán con ellos dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite en medio de ellos.
~`Y si el vengador de la sangre lo persigue, ellos no entregarán al acusado en su mano, porque hirió a su prójimo sin premeditación y sin odiarlo de antemano.
~`Habitará en esa ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, {y} hasta la muerte del que sea sumo sacerdote en aquellos días. Entonces el refugiado volverá a su ciudad y a su casa, a la ciudad de donde huyó.'"
Entonces los Israelitas dieron de su heredad a los Levitas estas ciudades con sus tierras de pasto, de acuerdo al mandato del SEÑOR.
Todas {estas fueron} las ciudades de los hijos de Merari conforme a sus familias, el resto de las familias de los Levitas y su suerte {fue} doce ciudades.
"Hasta el día de hoy no han abandonado a sus hermanos durante este largo tiempo, sino que ustedes han cuidado de guardar el mandamiento del SEÑOR su Dios.
"Y ahora el SEÑOR su Dios ha dado descanso a sus hermanos, como El les había dicho. Vuelvan, pues, y vayan a sus tiendas, a la tierra de su posesión que Moisés, siervo del SEÑOR, les dio al otro lado del Jordán.
"Solamente guarden cuidadosamente el mandamiento y la ley que Moisés, siervo del SEÑOR, les mandó, de amar al SEÑOR su Dios, andar en todos Sus caminos, guardar Sus mandamientos y de allegarse a El y servirle con todo su corazón y con toda su alma."
Entonces los Rubenitas y los Gaditas y la media tribu de Manasés, volvieron y se separaron de los Israelitas en Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de su posesión la cual ellos habían poseído, conforme al mandato del SEÑOR por medio de Moisés.
~` ¿No fue infiel Acán, hijo de Zera, en cuanto al anatema, y vino la ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.'"
"Lejos esté de nosotros que nos rebelemos contra el SEÑOR y nos apartemos de seguir hoy al SEÑOR, construyendo un altar para holocaustos, para ofrenda de cereal o para sacrificios, aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios que está frente a Su tabernáculo (Su morada)."
"Y ustedes han visto todo lo que el SEÑOR su Dios ha hecho a todas estas naciones por causa de ustedes, porque el SEÑOR su Dios es quien ha peleado por ustedes.
"El SEÑOR su Dios las echará de delante de ustedes y las expulsará de su presencia; y ustedes poseerán su tierra, tal como el SEÑOR su Dios les ha prometido.
"Un solo hombre de ustedes hace huir a mil, porque el SEÑOR su Dios es quien pelea por ustedes, tal como El les ha prometido.
"Tengan sumo cuidado, por la vida de ustedes, de amar al SEÑOR su Dios.
ciertamente sepan que el SEÑOR su Dios no continuará expulsando a estas naciones de delante de ustedes, sino que serán como lazo y trampa para ustedes, como azote en sus costados y como espinas en sus ojos, hasta que perezcan de sobre esta buena tierra que el SEÑOR su Dios les ha dado.