'Sus' en la Biblia
"Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
"Sus mujeres, sus pequeños y su ganado permanecerán en la tierra que Moisés les dio al otro lado del Jordán. Pero ustedes, todos los valientes guerreros, pasarán en orden de batalla delante de sus hermanos, y los ayudarán,
hasta que el SEÑOR dé reposo a sus hermanos como a ustedes, y ellos también posean la tierra que el SEÑOR su Dios les da. Entonces volverán a su tierra y poseerán lo que Moisés, siervo del SEÑOR, les dio al otro lado del Jordán hacia el oriente."
Así que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo,
y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha),
"Sea esto una señal entre ustedes, y más tarde cuando sus hijos pregunten: ` ¿Qué significan estas piedras para ustedes?'
Y cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes salieron a tierra seca, las aguas del Jordán volvieron a su lugar y corrieron sobre todas sus riberas como antes.
Entonces habló a los Israelitas: ``Cuando sus hijos pregunten a sus padres el día de mañana: ` ¿Qué significan estas piedras?'
ustedes se lo explicarán a sus hijos y les dirán: `Israel cruzó este Jordán en tierra seca.'
Cuando todos los reyes de los Amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas.
Pues los Israelitas anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, {es decir,} los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR. A ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel.
Cuando terminaron de circuncidar a toda la nación, permanecieron en sus lugares en el campamento hasta que sanaron.
Pero el SEÑOR dijo a Josué: ``Mira, he entregado en tu mano a Jericó, y a su rey {con sus} valientes guerreros.
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos, y todo lo que poseía. También sacaron a todos sus parientes y los colocaron fuera del campamento de Israel.
Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo y dijo: ``Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó. Con {la pérdida de} su primogénito echará su cimiento, y con {la pérdida de} su hijo menor colocará sus puertas."
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
" ¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos?
"Israel ha pecado y también ha transgredido Mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido, y además {las} han puesto entre sus propias cosas.
"No pueden, pues, los Israelitas hacer frente a sus enemigos. Vuelven la espalda delante de sus enemigos porque se han convertido en anatema. No estaré más con ustedes a menos que destruyan las cosas dedicadas al anatema de en medio de ustedes.
Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor.
"Ustedes saldrán de la emboscada y se apoderarán de la ciudad, porque el SEÑOR su Dios la entregará en sus manos.
Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, vieron que el humo de la ciudad subía al cielo y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por el otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.
Todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a ambos lados del arca, delante de los sacerdotes Levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, tanto el extranjero como el nativo. La mitad de ellos {estaba} frente al Monte Gerizim, y la otra mitad frente al Monte Ebal, tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado la primera vez, para que bendijeran al pueblo de Israel.
ellos usaron de astucia y fueron como embajadores, y llevaron alforjas viejas sobre sus asnos, y odres de vino viejos, rotos y remendados,
y sandalias gastadas y remendadas en sus pies, y vestidos viejos sobre sí. Todo el pan de su provisión estaba seco {y} desmenuzado.
Y los hombres {de Israel} tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del SEÑOR.
Entonces salieron los Israelitas, y al tercer día llegaron a sus ciudades. Sus ciudades {eran} Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat Jearim.
tuvo gran temor, porque Gabaón {era} una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y porque era más grande que Hai, y todos sus hombres {eran} valientes.
Se reunieron, pues, los cinco reyes de los Amorreos: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis {y} el rey de Eglón, y subieron ellos con todos sus ejércitos, y acamparon junto a Gabaón y lucharon contra ella.
Entonces los hombres de Gabaón enviaron {mensaje} a Josué al campamento de Gilgal y le dijeron: ``No abandone a sus siervos; suba rápidamente a nosotros, sálvenos y ayúdenos, porque todos los reyes de los Amorreos que habitan en los montes se han reunido contra nosotros."
Y el sol se detuvo, y la luna se paró, Hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el Libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero.
pero ustedes no se queden {ahí.} Persigan a sus enemigos y atáquenlos por la retaguardia. No les permitan entrar en sus ciudades, porque el SEÑOR, Dios de ustedes, los ha entregado en sus manos."
Cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: ``Acérquense, pongan su pie sobre el cuello de estos reyes." Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.
La conquistaron y la hirieron a filo de espada, con su rey, todas sus ciudades y todas las personas que {había} en ella. No dejaron ningún sobreviviente, conforme a todo lo que había hecho a Eglón. La destruyeron por completo con todas las personas que {había} en ella.
La conquistaron, con su rey y todas sus ciudades, hiriéndolas a filo de espada. Destruyeron por completo a todas las personas que {había} en ella. Josué no dejó sobreviviente alguno. Como había hecho con Hebrón, {y} como había hecho también con Libna y su rey, así hizo con Debir y su rey.
Hirió, pues, Josué toda la tierra: la región montañosa, el Neguev (región del sur), las tierras bajas (la Sefela) y las laderas, y a todos sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que destruyó por completo a todo el que tenía vida, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, había mandado.
A todos estos reyes y sus territorios los capturó Josué de una vez, porque el SEÑOR, Dios de Israel, combatía por Israel.
Salieron ellos, y todos sus ejércitos con ellos, tanta gente como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``No temas a causa de ellos, porque mañana a esta hora Yo los entregaré a todos ellos muertos delante de Israel. Desjarretarás sus caballos y les quemarás sus carros."
Josué hizo con ellos como el SEÑOR le había mandado: desjarretó sus caballos y les quemó sus carros.
Josué capturó todas las ciudades de estos reyes, y a todos sus reyes. Los hirió a filo de espada {y} los destruyó por completo, tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado.
Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades que estaban sobre sus colinas, con la única excepción de Hazor, {la cual} Josué incendió.
Tomó, pues, Josué toda aquella tierra: la región montañosa, todo el Neguev (región del sur), toda la tierra de Gosén, las tierras bajas (la Sefela), el Arabá, la región montañosa de Israel y sus llanuras,
desde el Monte Halac, que se levanta hacia Seir, hasta Baal Gad en el Valle del Líbano, al pie del Monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató.
Por aquel tiempo Josué fue y destruyó a los Anaceos de la región montañosa, de Hebrón, de Debir, de Anab, de toda la región montañosa de Judá y de toda la región montañosa de Israel. Josué los destruyó por completo con sus ciudades.
Tomó, pues, Josué toda la tierra de acuerdo con todo lo que el SEÑOR había dicho a Moisés. Y Josué la dio por heredad a Israel conforme a sus divisiones por sus tribus. Entonces la tierra descansó de la guerra.
Estos son los reyes de la tierra que Josué y los Israelitas derrotaron al otro lado del Jordán, hacia el occidente, desde Baal Gad en el Valle del Líbano hasta el Monte Halac que se levanta hacia Seir. Josué dio la tierra de estos reyes en posesión a las tribus de Israel según sus divisiones,
Moisés le había dado {una heredad} a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias.
Hesbón y todas sus ciudades que están en la llanura: Dibón, Bamot Baal, Bet Baal Meón,
El límite de los Rubenitas era el Jordán. Esta fue la heredad de la tribu de Rubén según sus familias: las ciudades y sus aldeas.
Moisés también había dado {una heredad} a la tribu de Gad, a los hijos de Gad, conforme a sus familias.
Esta es la heredad de los hijos de Gad según sus familias, las ciudades y sus aldeas.
Moisés también le había dado {una heredad} a la media tribu de Manasés. Fue para la media tribu de los hijos de Manasés, conforme a sus familias.
También la mitad de Galaad con Astarot y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, {fueron} para los hijos de Maquir, hijo de Manasés, para la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias.
Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín. Ellos no dieron a los Levitas ninguna porción en {su} tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones.
La {parte} que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá conforme a sus familias, llegaba hasta la frontera de Edom, hacia el sur, hasta el desierto de Zin al extremo sur.
El límite occidental {era} el Mar Grande (el Mediterráneo), es decir, {su} costa. Este es el límite alrededor de los hijos de Judá conforme a sus familias.
Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Judá conforme a sus familias.
Lebaot, Silhim, Aín y Rimón; en total veintinueve ciudades con sus aldeas.
Saaraim, Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas.
Gederot, Bet Dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas.
Keila, Aczib y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.
desde Ecrón hasta el mar, todas las que estaban cerca de Asdod, con sus aldeas.
Asdod, sus pueblos y sus aldeas; Gaza, sus pueblos y sus aldeas; hasta el torrente de Egipto y el Mar Grande (Mar Mediterráneo) y {sus} costas.
Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas.
Humta, Quiriat Arba, es decir, Hebrón, y Sior; nueve ciudades con sus aldeas.
Caín, Guibeá y Timna; diez ciudades con sus aldeas.
Maarat, Bet Anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas.
Quiriat Baal, es decir, Quiriat Jearim, y Rabá; dos ciudades con sus aldeas.
Nibsán, la Ciudad de la Sal y Engadi; seis ciudades con sus aldeas.
{Este} fue el territorio de los hijos de Efraín conforme a sus familias: el límite de su heredad hacia el oriente era Atarot Adar, hasta Bet Horón de arriba.
De Tapúa el límite continuaba hacia el occidente hasta el arroyo de Caná, y terminaba en el mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín, conforme a sus familias,
{junto} con las ciudades que fueron apartadas para los hijos de Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas las ciudades con sus aldeas.
También echaron suertes para el resto de los hijos de Manasés conforme a sus familias: para los hijos de Abiezer, para los hijos de Helec, para los hijos de Asriel, para los hijos de Siquem, para los hijos de Hefer y para los hijos de Semida. Estos {eran} los descendientes varones de Manasés, hijo de José, conforme a sus familias.
Sin embargo, Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tenía hijos, sino sólo hijas. Estos son los nombres de sus hijas: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
porque las hijas de Manasés recibieron heredad entre sus hijos. Y la tierra de Galaad perteneció al resto de los hijos de Manasés.
En Isacar y en Aser, Manasés tenía Bet Seán y sus aldeas, Ibleam y sus aldeas, los habitantes de Dor y sus aldeas, los habitantes de Endor y sus aldeas, los habitantes de Taanac y sus aldeas, y los habitantes de Meguido y sus aldeas. La tercera es Náfet.
Los hijos de José le respondieron: ``La región montañosa no es suficiente para nosotros, y todos los Cananeos que viven en la tierra del valle tienen carros de hierro, tanto los que están en Bet Seán y sus aldeas, como los que están en el Valle de Jezreel."
sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque, la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos. Porque expulsarás a los Cananeos, aunque tengan carros de hierro {y} aunque sean fuertes."
Dijo, pues, Josué a los Israelitas: `` ¿Hasta cuándo pospondrán el entrar a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus padres, les ha dado?
Y Josué les echó suertes en Silo delante del SEÑOR, y allí Josué repartió la tierra a los Israelitas conforme a sus divisiones.
Salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre la tribu de Judá y la tribu de José.
El Jordán era su límite al lado oriental. Esta {fue} la heredad de la tribu de Benjamín, conforme a sus familias {y} conforme a sus límites alrededor.
Las ciudades de la tribu de Benjamín, conforme a sus familias, eran: Jericó, Bet Hogla, Emec Casis,
Quefar Haamoni, Ofni y Geba; doce ciudades con sus aldeas.
Zela, Elef, Jebús, es decir, Jerusalén, Guibeá y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta {fue} la heredad de la tribu de Benjamín conforme a sus familias.
La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias, y su heredad estaba en medio de la heredad de los hijos de Judá.
Bet Lebaot y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas;
Aín, Rimón, Eter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas;
y todas las aldeas que {estaban} alrededor de estas ciudades hasta Baalat Beer, Ramat del Neguev (región del sur). Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias.
La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias. El territorio de su heredad llegaba hasta Sarid.
También {estaban incluidas} Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén (Casa del Pan); doce ciudades con sus aldeas.
Esta {fue} la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
La cuarta suerte tocó a Isacar, a los hijos de Isacar conforme a sus familias.
Y el límite llegaba hasta Tabor, Sahazima y Bet Semes y terminaba en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas.
Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
La quinta suerte tocó a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias.
También {estaban incluidas} Uma, Afec y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas.
Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.