'Tanto' en la Biblia
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y serán una sola carne.
Le dijo también el Ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no será contada a causa de la multitud.
Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.
Por tanto dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo; pues el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac.
Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese potaje rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto, fue llamado su nombre Edom.
Y he aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas, y te volveré a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho.
Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos: por tanto, llamó su nombre Leví.
Y dijo Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.
Entonces Jacob se enojó, y discutió con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?
Y Jacob se fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot.
Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, diciendo al varón que teníais otro hermano?
Te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.
Dijeron además a Faraón: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán: por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.