'Tenían' en la Biblia
Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas.
Y murió la tercera parte de los seres que {estaban} en el mar y que tenían vida. Y la tercera parte de los barcos fue destruida.
El aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas {tenían} como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.
Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones.
También tenían corazas como corazas de hierro. El ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla.
Así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: {los jinetes} tenían corazas {color} de fuego, de jacinto y de azufre. Las cabezas de los caballos {eran} como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo, y azufre.
Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente.
Entonces vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado (se ha completado) el furor de Dios.
Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro {y} resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
El primer {ángel} fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: ``Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
"Y echaron polvo sobre sus cabezas, y llorando y lamentándose, gritaban: ` ¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha sido asolada.'
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: ``Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero."