'Un' en la Biblia
Ahora, oh SEÑOR Dios, tu promesa a mi padre David se ha cumplido, porque me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
Y se importaba un carro de Egipto por seiscientos {siclos} de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y de la misma manera {los} exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.
Y Salomón decidió edificar una casa al nombre del SEÑOR, y un palacio real para sí.
Entonces Salomón envió {un} mensaje a Hiram, rey de Tiro, diciendo: Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa donde habitar.
Ahora pues, envíame un hombre diestro para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, y en {material de} púrpura, carmesí y violeta, y que sepa hacer grabados, para {trabajar} con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales mi padre David proveyó.
Y añadió Hiram: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de prudencia y entendimiento, que edificará una casa para el SEÑOR y un palacio real para sí.
Entonces hizo un altar de bronce de veinte codos de largo, de veinte codos de ancho y de diez codos de alto.
Su grueso era de un palmo, y su borde estaba hecho como el borde de un cáliz, {como} una flor de lirio; cabían en él tres mil batos.
Yo, pues, te he edificado una casa majestuosa, un lugar donde mores para siempre.
Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos al cielo,
Y el rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios, el rey y todo el pueblo.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un solo año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
El rey hizo además un gran trono de marfil y lo revistió de oro puro.
Y {había} seis gradas hasta el trono y un estrado de oro unido al trono, con brazos a cada lado del asiento, y dos leones de pie junto a los brazos.
``Por cuanto mi padre os cargó con un pesado yugo, yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, pero yo {os castigaré} con escorpiones."
Se fortaleció, pues, el rey Roboam en Jerusalén, y reinó. Y Roboam {tenía} cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. Y el nombre de su madre {era} Naama, amonita.
Y Abías comenzó la batalla con un ejército de valientes guerreros, cuatrocientos mil hombres escogidos, mientras que Jeroboam se puso en orden de batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, valientes {y} fuertes.
¿No habéis echado fuera a los sacerdotes del SEÑOR, los hijos de Aarón y los levitas, y os habéis hecho sacerdotes como los pueblos de {otras} tierras? Cualquiera que venga a consagrarse con un novillo y siete carneros, aun éste puede llegar a ser sacerdote de {los que} no {son} dioses.
Asa tenía un ejército de trescientos mil {hombres} de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos; todos ellos valientes guerreros.
Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón {de hombres} y trescientos carros, y vino hasta Maresa.
¿No eran los etíopes y los libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.
y de Benjamín, Eliada, un valiente guerrero, y con él doscientos mil armados de arco y escudo;
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así.
Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y {le} dijo: Trae pronto a Micaías, hijo de Imla.
Entonces se adelantó un espíritu y se puso delante del SEÑOR, y dijo: ``Yo lo induciré." Y el SEÑOR le dijo: `` ¿Cómo?"
Y él respondió: ``Saldré y seré un espíritu de mentira en boca de todos sus profetas." Entonces El dijo: ``{Lo} inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."
Y ahora, he aquí, el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti.
Respondió Micaías: He aquí, tú {lo} verás aquél día en que entres en un aposento interior para esconderte.
Y un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido.
Y han habitado en ella, y allí te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo:
Ocozías {tenía} veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre {era} Atalía, nieta de Omri.
Entonces Joiada hizo un pacto entre todo el pueblo y el rey, de que ellos serían el pueblo del SEÑOR.
Entonces el rey, mandó que hicieran un cofre y lo colocaran afuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y él se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: Así ha dicho Dios: `` ¿Por qué quebrantáis los mandamientos del SEÑOR y no prosperáis? Por haber abandonado al SEÑOR, El también os ha abandonado."
Ciertamente, el ejército de los arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Además, Amasías reunió a Judá, y conforme a {sus} casas paternas los puso bajo comandantes de miles y comandantes de cientos por todo Judá y Benjamín; e hizo un censo de los de veinte años arriba, y halló trescientos mil {hombres} escogidos, {hábiles} para ir a la guerra {y} para manejar lanza y escudo.
Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has buscado a los dioses de {otro} pueblo, que no han podido librar a su propio pueblo de tu mano?
Tenía también Uzías un ejército listo para la batalla, que salía al combate por divisiones conforme al número de su alistamiento, preparado por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.
Y bajo su mando estaba un ejército poderoso de trescientos siete mil quinientos, que hacían la guerra con gran poder, para ayudar al rey contra el enemigo.
Pero Uzías, con un incensario en su mano para quemar incienso, se llenó de ira; y mientras estaba airado contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa del SEÑOR, junto al altar del incienso.
Porque Peka, hijo de Remalías, mató en Judá a ciento veinte mil en un día, todos hombres valientes, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Oded, y {éste} salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia {que} ha llegado hasta el cielo.
Ahora {he decidido} en mi corazón hacer un pacto con el SEÑOR, Dios de Israel, para que el ardor de su ira se aparte de nosotros.
Así que proclamaron un decreto para hacer correr la voz por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel, en Jerusalén. Porque muchos no {la} habían celebrado como estaba escrito.
También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un {solo} corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR.
Con él está {sólo} un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
`` ¿Acaso no es el mismo Ezequías el que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: `Delante de un solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso'?
Y el SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y jefe en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando había entrado al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada.
Josías {tenía} ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén.
Y en el año dieciocho de su reinado, cuando había purificado la tierra y la casa, envió a Safán, hijo de Azalía, y a Maasías, un oficial de la ciudad, y a Joa, hijo de Joacaz, escriba, para que repararan la casa del SEÑOR su Dios.
El escriba Safán informó también al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y Safán leyó de él en la presencia del rey.
Entonces el rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de cien talentos de plata y un talento de oro.