'Una' en la Biblia
Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino {que lo recibí} por medio de una revelación de Jesucristo.
Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los Gentiles, pero {lo hice} en privado a los que tenían {alta} reputación, para asegurarme de que no corría ni había corrido en vano.
Hermanos, hablo en términos humanos. Un pacto, aunque sea humano, una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones.
Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: ``y a las descendencias," como {refiriéndose} a muchas, sino {más bien} a una: ``y a tu descendencia," es decir, Cristo (el Mesías).
Porque si la herencia depende de una ley, ya no depende de una promesa; pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa.
¿Es entonces la Ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la ley.
Pero saben que fue por causa de una enfermedad física que les prediqué (anuncié) el evangelio la primera vez.
Y lo que para ustedes fue una prueba en mi condición física, que no despreciaron ni rechazaron, sino que me recibieron como un ángel de Dios, como a Cristo Jesús {mismo}.
Esto contiene una alegoría, pues estas {mujeres} son dos pactos. Uno {procede} del Monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.
Porque toda la Ley en una palabra se cumple en el {precepto:} ``AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO."
Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.