'Ver' en la Biblia
Al ver {esto,} Pedro dijo al pueblo: ``Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.
``Por tanto, en este caso les digo que no tengan nada que ver con estos hombres y déjenlos en paz, porque si este plan o acción es de los hombres, perecerá;
"Al ver que uno {de ellos} era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido, matando al Egipcio.
"Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino {a él} la voz del Señor:
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales (los milagros) que hacía.
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían.
Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos (mudos), oyendo la voz, pero sin ver a nadie.
Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: ``Tabita, levántate." Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.
Y saliendo, Pedro {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.
Cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta llamada Rode salió a ver quién era.
Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: ``Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades donde hemos proclamado la palabra del Señor, {para ver} cómo están."
Al despertar el carcelero y ver abiertas todas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se iba a matar, creyendo que los prisioneros se habían escapado.
Cuando salieron de la cárcel, fueron a {casa de} Lidia, y al ver a los hermanos, los consolaron (los exhortaron) y se fueron.
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, {para ver} si estas cosas eran así.
"Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los {dioses} hechos con las manos no son dioses {verdaderos}.
``Y ahora, yo sé que ninguno de ustedes, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro.
Estaban afligidos especialmente por la palabra que había dicho de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.
quien vino a {ver}nos, y tomando el cinto de Pablo, se ató las manos y los pies, y dijo: ``Así dice el Espíritu Santo: `Así atarán los Judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los Gentiles.'"
Al día siguiente Pablo fue con nosotros {a ver} a Jacobo (Santiago, hermano de Jesús), y todos los ancianos estaban presentes.
Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, para ver si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno {allí.}
Como el padre de Publio estaba {en cama,} enfermo con fiebre y disentería, Pablo entró a {ver}lo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.