'Volvió' en la Biblia
Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló, y dijo: Varón de Dios, el rey dice así: Desciende pronto.
Y volvió a enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se hincó de rodillas delante de Elías, y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos.
Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó.
Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una grande olla, y haz potaje para los hijos de los profetas.
Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y tomó de ella su manto lleno de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
Y respondió su sirviente: ¿Cómo he de poner esto delante de cien hombres? Pero él volvió a decir: Da a la gente para que coman, porque así dice Jehová: Comerán, y sobrará.
Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio.
Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo.
Él entonces le dijo: ¿No fue contigo mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Acaso es tiempo de tomar plata, de tomar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?
Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras.
Y el rey Joram se volvió a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le hicieron en Ramá, cuando peleó contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram rey de Judá, a visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo.
El atalaya volvió a decir: También éste llegó a ellos y no vuelve: mas el marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.
Y volvió Joás hijo de Joacaz, y tomó de mano de Benadad hijo de Hazael, las ciudades que él había tomado de mano de Joacaz su padre en guerra. Tres veces lo batió Joás, y restituyó las ciudades a Israel.
Y tomó todo el oro y la plata, y todos los vasos que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y los hijos en rehenes, y se volvió a Samaria.
E impuso Manahem este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos y opulentos: de cada uno cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria, y el rey de Asiria se volvió, y no se detuvo allí en la tierra.
Y cuando el rey volvió de Damasco, el rey vio el altar, y se acercó el rey al altar, y ofreció holocausto en él;
Y oyó decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí es salido para hacerte guerra. Entonces volvió él, y envió embajadores a Ezequías, diciendo:
Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró a Jehová, y dijo:
Y él le volvió a decir: ¿Qué vieron en tu casa? Y Ezequías respondió: Vieron todo lo que hay en mi casa; nada quedó en mis tesoros que no les mostrase.
Porque él volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército del cielo, y sirvió a aquellas cosas.
Y se volvió Josías, y viendo los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había profetizado el varón de Dios, el cual había anunciado estas cosas.
Mató además sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que allí estaban, y quemó sobre ellos huesos de hombres, y volvió a Jerusalén.
En su tiempo subió Nabucodonosor rey de Babilonia, y Joacim vino a ser su siervo por tres años; pero luego volvió y se rebeló contra él.