'Vuestros' en la Biblia
Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal.
y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis {en ella} la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza.
Dijo también Siquem al padre y a los hermanos de ella: Si hallo gracia ante vuestros ojos, os daré lo que me digáis.
Sólo con esta {condición} os complaceremos: si os hacéis como nosotros, circuncidándose cada uno de vuestros varones;
Y preguntó a los oficiales de Faraón que estaban con él bajo custodia en casa de su señor: ¿Por qué están vuestros rostros tan tristes hoy?
si sois {hombres} honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión; y {el resto de} vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas;
Y el hombre, el señor de aquella tierra, nos dijo: ``Por esto sabré que sois {hombres} honrados: dejad uno de vuestros hermanos conmigo y tomad {grano para} el hambre de vuestras casas, y marchaos;
Y tomad doble {cantidad de} dinero en vuestra mano, y llevad de nuevo en vuestra mano el dinero que fue devuelto en la boca de vuestros costales; tal vez fue un error.
Y él dijo: No os preocupéis, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os ha dado {ese} tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Entonces les sacó a Simeón.
Y he aquí, vuestros ojos y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que os habla.
Y a ti se te ordena {decirles:} ``Haced esto: tomad carretas de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y para vuestras mujeres, y traed a vuestro padre y venid.
Entonces José dijo: Entregad vuestros ganados y yo os daré {pan} por vuestros ganados, puesto que {vuestro} dinero se ha acabado.
Al {tiempo de} la cosecha daréis la quinta parte a Faraón, y cuatro partes serán vuestras para sembrar la tierra y para vuestro mantenimiento, para los de vuestras casas y para alimento de vuestros pequeños.
Entonces Israel dijo a José: He aquí, yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres.
Y cuando pasaron los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia ante vuestros ojos, os ruego que habléis a Faraón, diciendo:
Ahora pues, no temáis; yo proveeré para vosotros y para vuestros hijos. Y los consoló y les habló cariñosamente.