Y riñó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué reñís conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR?

No tentaréis al SEÑOR vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah.

Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.

Y no hubo agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón.

Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste venir de Egipto para que muramos en este desierto? Que no hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.

Y tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida al gusto de su alma.

Jesús le dijo: Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios.

Ni tentemos al Cristo, como también algunos de ellos lo tentaron, y perecieron por las serpientes.

Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mi obra.

Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré al SEÑOR.

donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras, cuarenta años.

les dijeron: Mire el SEÑOR sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor delante del Faraón y de sus siervos, dándoles la espada en las manos para que nos maten.

Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?

Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

Y llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron al SEÑOR, diciendo: ¿Está, pues, el SEÑOR entre nosotros, o no?

Y el vulgo que se mezcló con ellos volvieron a sus deseos, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Mejor que muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto que muriéramos!

Porque todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,

Y desagradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos rey que nos juzgue. Y Samuel oró al SEÑOR.

Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;

Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.

Decimos, pues, ahora: que bienaventurados los soberbios, y aun que los que hacen impiedad son los prosperados. Los que tentaron a Dios, escaparon.

Y acercándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pedían que les mostrara señal del cielo.

Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece; y les repartió su sustento.

Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán.

Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, yo soy muerta.

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