Versículos de la Biblia más populares
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estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdió, hasta que la halle?
Entonces Pablo, sabiendo que una parte era de saduceos, y la otra de fariseos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo: de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús, al cual vosotros entregasteis, y negasteis delante de Pilato, juzgando él que había de ser suelto.
Y los discípulos de Juan, y de los fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
El rico se enseñoreará de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.
Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos.
Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu Reino.
Y llegaron unos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,
Porque si vosotros creyerais a Moisés, me creeríais a mí; porque de mí escribió él.
para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual perece, mas sin embargo es probado con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesús el Cristo, fuere manifestado;
para que seáis irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin culpa en medio de la generación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;
los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo;
No seáis como vuestros padres, a los cuales dieron voces los primeros profetas, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras: y nunca oyeron, ni me atendieron, dijo el SEÑOR.
Y vino a mí palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su faz está de la parte del aquilón.
Venid, alegrémonos en el SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud.
Y él les respondió: Hebreo soy, y temo al SEÑOR, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra seca.
Las palabras de Amós, que estuvo entre los pastores de Tecoa, las cuales vio sobre Israel en días de Uzías rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Y aconteció que acabando Jesús estas palabras, se pasó de Galilea, y vino a los términos de Judea, pasado el Jordán.
tierra en la cual no comerás el pan con escasez, no te faltará nada en ella; tierra que sus piedras son hierro, y de sus montes sacarás bronce.
Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán fue ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma.
Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot.
Acordaos de los presos como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como también vosotros mismos sois del cuerpo.
El que venciere, será así vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Los diáconos asimismo, honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;
A mí, digo, el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,
Y les dijo Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿Qué confianza es ésta en la que tú confías?
Por la fe, Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
De otra manera sería necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo; mas ahora UNA VEZ en la consumación de los siglos, para deshacer el pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.
en el cuidado no perezosos; ardientes en el Espíritu; sirviendo al Señor;
Vacíos sois del Cristo los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
El me clarificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
De los hijos de José: de Efraín, Elisama hijo de Amiud; de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
Y tú pues, trabaja como fiel soldado de Jesús el Cristo.
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta que aparezca nuestro Señor Jesús el Cristo,
Porque David no subió a los cielos; pero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Y si morimos con el Cristo, creemos que también viviremos con él;
Y una mujer que estaba con flujo de sangre hace doce años,
Yo confío de vosotros en el Señor, que ninguna otra cosa sentiréis; mas el que os inquieta, llevará el juicio, quienquiera que él sea.
Y juntándose la multitud a él, comenzó a decir: Esta generación es mala; señal busca, mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta.
A ordenar en Sion a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya.
Y por tiempo como de cuarenta años soportó sus costumbres en el desierto;
Y luego aquel hombre fue sano, y tomó su lecho, y anduvo. Y era sábado aquel día.
Y cuando fue la tarde del día, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado; despide la multitud, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.
Y sabiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió a retirarse al monte, él solo.
Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros a comprar viandas para toda esta multitud.
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en gran manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos.
Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y apreciaron mi salario en treinta piezas de plata.
Pues así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Pensad bien sobre vuestros caminos.
Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.
¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, nombrados principales entre las mismas naciones, a cuales vendrán sobre ellos, oh casa de Israel!
y del mismo modo también los machos, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas machos con machos, y recibiendo en sí mismos la recompensa que provino de su error.
Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.
Despertad, borrachos, y llorad; aullad, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca.
los cuales en el tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez se esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua.
Todo lo que respira alabe a JAH. Alelu-JAH.
He aquí, el día del SEÑOR viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
Mejor es lo poco con el temor del SEÑOR, que el gran tesoro donde hay turbación.
Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros;
Por tanto no se levantarán los malos en el juicio; ni los pecadores en la congregación de los justos.
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.
Palabra que vio Isaías, hijo de Amoz, tocante a Judá y a Jerusalén.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros marca alguna. Yo soy el SEÑOR.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo?
Y el joven Samuel ministraba al SEÑOR delante de Elí; y la palabra del SEÑOR era de estima en aquellos días; no había visión manifiesta.
Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. Y abrió la puerta, y echó a huir.
Por tanto así dijo el SEÑOR: Del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás ciertamente. Y Elías se fue.
Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con El.
Y diréis: ¿Por qué? Porque el SEÑOR ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual tú has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
Todo lo que se mueve, que es vivo, os será para mantenimiento; así como la verdura de hierba, os lo he dado todo.
Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con el Cristo en Dios.
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
Y el Señor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la esperanza del Cristo.
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Entonces Jesús llamándolos, dijo: Ya sabéis que los príncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad.
Por lo cual teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos alcanzado, no faltamos;
y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo seréis de la consolación.
Y en aquellos días descendieron de Jerusalén profetas a Antioquía.
Porque comprados sois por (gran) precio; glorificad, pues, (y traed) a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Por tanto, el SEÑOR os esperará para tener misericordia de vosotros, y por tanto será ensalzado teniendo de vosotros misericordia; porque el SEÑOR es Dios de juicio; bienaventurados todos los que a él esperan.
¿Por qué se amotinan los gentiles, y los pueblos piensan vanidad?
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra;
Y estaban en el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo; entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
Y después de grande contienda, levantándose Pedro, les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyeran por mi boca la Palabra del Evangelio, y creyeran.
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Vino pues Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que estaba en el sepulcro.
De más estima es la buena fama que las muchas riquezas; y la buena gracia más que la plata y el oro.
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como sabio maestro de obra, puse el fundamento, mas otro prosigue el edificio, pero cada uno vea cómo prosigue el edificio.
necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.
Mis estatutos guardaréis. A tu animal no harás ayuntar para mixturas; tu campo no sembrarás de mixtura, y no te pondrás vestidos con mezcla de diversas cosas.
Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio; no en sabiduría de palabras, para que no sea hecho vano el madero del Cristo.
Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, y la honra de la hermosura de su grandeza, por muchos días, ciento ochenta días.
Pero no lo haré en tus días, por amor de David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.
Y el quinto ángel tocó la trompeta; y vi una estrella que cayó del cielo en la tierra; y le fue dada la llave del pozo sin fondo del abismo.
Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Pero esto te confieso, que conforme a aquel Camino que ellos llaman secta, así sirvo al Dios de mi patria, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;
Os he escrito por carta, que no os envolváis con los fornicarios;
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel, y de los profetas,
Así que, no son ya más dos, sino una carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.
Y aconteció a la vuelta de un año, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y a sus siervos con él, y a todo Israel; y destruyeron a los amonitas, y pusieron cerco a Rabá; mas David se quedó en Jerusalén.
Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.
Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes naciones hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.
Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios:
He aquí que yo hago cosa nueva; presto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, y en los lados del aquilón;
que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Y la mujer que has visto, es la gran ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.
Y cualquiera que no carga su madero, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para despertar las tribus de Jacob, y para que restituyas los asolamientos de Israel; también te di por luz de los gentiles, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra.
Os escribo a vosotros, hijitos, que vuestros pecados os son perdonados por su Nombre.
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús el Cristo, Salvador nuestro.
Entonces los que temen al SEÑOR hablaron cada uno a su compañero; y el SEÑOR escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen al SEÑOR, y para los que piensan en su Nombre.
Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.
Y el joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé a Saúl que estaba recostado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, y yo aunque fui el marido de ellos, dijo el SEÑOR:
Y el Dios de paz quebrante presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia del Señor nuestro, Jesucristo, sea con vosotros.
Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era.
Estos, pues, son los mandamientos, estatutos, y derechos que el SEÑOR vuestro Dios mandó que os enseñara que hagáis en la tierra a la cual pasáis vosotros para heredarla.
Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como fuerte pueblo aparejado para la batalla.
Que ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido,
y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo, es venido en carne, no es de Dios; y éste es el espíritu del anticristo del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.
dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
Y Nehemías el Tirsata, el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían atento al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es al SEÑOR nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
sepa este tal que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.
al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo.
sino porque el SEÑOR os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado el SEÑOR con mano fuerte, y os ha rescatado de casa de siervos, de la mano del Faraón, rey de Egipto.
Porque Esdras había preparado su corazón para buscar la ley del SEÑOR, y para hacer y para enseñar a Israel sus estatutos y juicios.
Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas; y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiera hacer, aun a los escogidos.
Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; pues el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.
Del cual tenemos mucho que decir, y difícil de declarar, por cuanto sois tardos para oír.
Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y ensalzó al pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.
El que anda con los sabios, sabio será; mas el que se allega a los locos, será destruido.
Pero si somos atribulados, es por vuestra consolación y salud; la cual es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos; o si somos consolados, es por vuestra consolación y salud;
La justicia engrandece un pueblo; mas el pecado es afrenta de las naciones.
De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla?
Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios.
Bueno es el SEÑOR para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que el rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán talados. Efraín no tendrá envidia contra Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús.
Y habló Caín a su hermano Abel; y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató.
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos.
Y sale el sol, y se pone el sol, y con deseo retorna a su lugar donde vuelve a nacer.
Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
Dálet Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.
pero los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma Palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos.
Y mirándolos a todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restituida sana como la otra.
Tomó también letras para el rey de Israel, que decían así: Luego llegando a ti estas letras, he aquí que he enviado a mi siervo Naamán a ti, para que lo sanes de su lepra.
Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en el mar, las cuales tenían vida, y la tercera parte de los navíos pereció.
sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
Y como no podían llegar a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Y tenían colas semejantes a las de los escorpiones, y tenían en sus colas aguijones, y su potestad era de hacer daño a los hombres cinco meses.
Porque no me juzgué saber algo entre vosotros, sino a Jesús, el Cristo, y a éste colgado en el madero.
Y si la primicia es santa, también lo será el todo, y si la raíz es santa, también lo serán las ramas.
¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Y cuando vino la hora sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y les pondrá niños por príncipes, y muchachos serán sus señores.
En aquellos días, como otra vez hubo gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:
Y oí como la voz de una gran compañía, y como ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decían: ¡Alelu-JAH, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso ha reinado!
Y aconteció al cabo de los veinte años, que Salomón había edificado las dos casas, la Casa del SEÑOR y la casa real
Pero éstos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que por naturaleza conocen, se corrompen en ellas como animales sin razón.
De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.
lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, sino con doctrina del Espíritu Santo, acomodando lo espiritual por medio de lo espiritual.
Pasad por en medio del campamento, y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos de comida; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis a heredar la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da para que la heredéis.
Mas él conoció mi camino; me probó, y salí como oro.
Con todo eso subirá, como renuevo, delante de él; y como raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura. Le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
Mas el SEÑOR había aparejado un gran pez que tragara a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.
Caiga sobre ellos temblor y espanto; a la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh SEÑOR, hasta que haya pasado este pueblo que tú compraste.
diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Se levantó entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José; el cual dijo a su pueblo:
Mas él le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.
Porque (a vosotros digo, gentiles). En cuanto a la verdad, yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro,
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete Espíritus de Dios.
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Como está escrito: Que por padre de muchos gentiles te he puesto delante de Dios, al cual creyó; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son.
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares,
Aquel día fuera tinieblas, y Dios no curara de él desde arriba, ni claridad resplandeciera sobre él.
Y habiendo llegado, y reunida la Iglesia, relataron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el infierno; así os digo: a éste temed.
Venid y volvámonos al SEÑOR; que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
Y como se juntó una grande compañía, y los que estaban en cada ciudad vinieron a él, dijo por una parábola:
Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer acongojada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz a vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesús el Cristo.
Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
Pero el profeta que presumiere de hablar palabra en mi nombre, que yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
Pero cuanto más los molestaban, tanto más se multiplicaban y crecían; tanto que ellos se fastidiaban de los hijos de Israel.
Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Del árbol de la higuera aprended la comparación: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía.
Porque nuestra tribulación, que al presente es momentáneo y leve, nos obra en sobremanera un alto y eterno peso de gloria;
que decía: YO SOY el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete Iglesias que están en Asia: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia, y a Laodicea.
El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.
Uno es el dador de la Ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro?
y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Así dice el SEÑOR Dios, el Creador de los cielos, y el que los extiende; el que extiende la tierra y sus verduras; el que da resuello al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:
como le has dado la potestad de toda carne, para que a todos los que le diste, les dé vida eterna.
Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda a jornal recibe su jornal en saco roto.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros.
(Compuestas por el orden alfabético Hebreo) Alef: ¡Cómo está sentada sola la Ciudad antes populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la princesa de provincias es hecha tributaria.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Del trabajo de su alma verá y será saciado. Y con su conocimiento justificará mi Siervo justo a muchos; y él llevará las iniquidades de ellos.
Y me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligir tu alma delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y yo soy venido a causa de tus palabras.
¿Caerá el ave en el lazo sobre la tierra, sin haber armador? ¿Se alzará el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo?
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y la potencia de Dios.
ya ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,
Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es el Señor de señores, y el Rey de reyes; y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles.
sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Les decía también: Bien; invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
El que no permanece en mí, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.
Y puso con los impíos su sepultura, y su muerte con los ricos; aunque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.
a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte las nuevas.
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos,
YO SOY el SEÑOR tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de siervos.
Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo a mi suerte, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo a tu suerte. Y Simeón fue con él.
Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre.
Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el Tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Conozco un hombre en el Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
Mas el justo vivirá por la fe; mas el que se retirare, no agradará a mi alma.
Me regocijo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque éstos suplieron vuestra ausencia.
Oyó Jesús que le habían echado fuera; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Se entristeció Pedro de que le dijera la tercera vez: ¿Me amas? Y le dice: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Le dice Jesús: Apacienta mis ovejas.
Yo sé que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
Y había grande murmullo de él en el pueblo, porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña al pueblo.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; para que ellos te vuelvan a convidar, y te sea hecha compensación.
Que anuncio lo por venir desde el principio: y desde antiguamente, lo que aún no era hecho. Que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere.
en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él la fuerza de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
los cuales le rogaban que se quedara con ellos por más tiempo; mas no accedió.
Abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los hijos de muerte.
por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria (de los hijos) de Dios.
los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí como diez años.
Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, también lo seremos a la de su resurrección;
Y le apareció un ángel del cielo confortándole.
en esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
Y el SEÑOR se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; que no quedó sino sólo la tribu de Judá.
como hijos obedientes, no confor-mándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es carnal.
Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que el SEÑOR me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.
Porque los que son del Cristo, han colgado en el madero a la carne con sus afectos y concupiscencias.
Recogieron pues, y llenaron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido.
habiendo sido antes blasfemo y perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.
Con la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos con el espíritu de su boca.
Así también haga cada uno de vosotros, cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer que tenga en reverencia a su marido.
Por el contrario, a la mujer criar el cabello le es honroso; porque por cubierta le es dado el cabello.
Pero tú has conocido plenamente mi doctrina, conducta, propósito, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,
Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará, y florecerá como lirio.
Vena de vida es la boca del justo; mas la boca de los impíos cubre la violencia.
Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos;
Y apareció otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas.
Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar a los gentiles, evangelizó antes a Abraham, diciendo: Que todos los gentiles de la tierra serán benditos en ti.
Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados;
y cuál sea aquella supereminente grandeza de su potencia en nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza,
También digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es el señor de todo;
mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la Palabra que por el Evangelio os ha sido anunciada.
Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la Potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
De Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y la tuvo Elí por borracha.
Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres: las lavaduras de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.
y en su frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, vendrá primero y restituirá todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada.
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.
¿Está dividido el Cristo? ¿Fue colgado en el madero Pablo por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
porque el SEÑOR juzgará la causa de ellos, y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos.
Cuando el SEÑOR tu Dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para heredarla, y hubiere echado de delante de tu presencia a muchos gentiles, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú;
con llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
Y la Casa cuando se edificó, la fabricaron de piedras perfectas que traían ya acabadas de labrar; de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la Casa, ni ningún otro instrumento de hierro.
Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador, Jesucristo, y otra vez envolviéndose en ellas son vencidos, sus postrimerías les son hechas peores que los principios.
Y si os dijeren: Preguntad a los espiritistas y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿Por ventura no consultará el pueblo a su Dios? ¿Apelará por los vivos a los muertos?
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y apártate de las voces profanas de vanas cosas, y los argumentos del vano nombre de ciencia;
y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Y habló el SEÑOR a Moisés y a Aarón, diciendo:
Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
Y les señaló el rey ración para cada día de la ración de la comida del rey, y del vino de su beber; y que los criara tres años, para que al fin de ellos estuvieran delante del rey.
¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley.
Aquel día vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Y dijo Abraham a Dios: Deseo que Ismael viva delante de ti.
La locura está ligada en el corazón del niño; mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
El viento va al mediodía, y rodea al norte; va rodeando de continuo, y por sus rodeos vuelve el viento de nuevo hasta completar su ciclo.
Diles: Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos, ¿y por qué moriréis, oh Casa de Israel?
Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y sé la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son; mas son la sinagoga de Satanás.
Cierto no me es conveniente gloriarme; mas vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
y me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi Nombre el SEÑOR (YHWH) no me notifiqué a ellos.
Y el que me envió, el Padre, él dio testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.
y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.
Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, que nos salve de la mano de los filisteos.
Mas no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu que hablaba.
He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios,
Este pueblo de su boca se acerca a mí y de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual así mismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
Y el que oyere mis palabras, y no creyere, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Y vino gran temor sobre toda la Iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.
Y estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué yéndose hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
Porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para serle un pueblo único, diferente a todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
El les respondió: Tomadme, y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mí ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.
Los sacó, pues, Ciro rey de Persia, por mano de Mitrídates tesorero, el cual los dio por cuenta a Sesbasar príncipe de Judá.
hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas;
Y el rey Ciro sacó los vasos de la Casa del SEÑOR, que Nabucodonosor había traspasado de Jerusalén, y puesto en la casa de su dios.
La ley al sabio es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Porque en la resurrección, ni los maridos tomarán mujeres, ni las mujeres maridos; porque son como los ángeles de Dios en el cielo.
Y clamaron al SEÑOR, y dijeron: Te rogamos ahora, SEÑOR, que no perezcamos nosotros por el alma de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, SEÑOR, has hecho como has querido.
Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve: ¿qué te he hecho yo?
¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque se olviden ellas, yo no me olvidaré de ti.
¿Qué hay pues? En todo caso es necesario que la multitud se junte, porque oirán que has venido.
Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, por la cual despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento;
Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.
Así también vosotros, hermanos míos, sois muertos a la ley en el cuerpo del Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, para que fructifiquemos a Dios.
Y aconteció en los días de Asuero (el Asuero que reinó desde la India hasta la Etiopía sobre ciento veinteisiete provincias),
porque esperaba la ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.
porque no te inclinarás a dios ajeno; que el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
Gracia sea a vosotros, y paz de Dios el Padre, y del Señor nuestro, Jesús el Cristo,
Y reposó Israel en Sitim, y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y en lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición.
Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuera arrebatada del río.
mas que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones y tribulaciones me esperan.
Entonces él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres estorbo; porque no entiendes lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres.
ni fui a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.
Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, mi Nombre es grande entre los gentiles; y en todo lugar se ofrece a mi Nombre perfume, y presente limpio; porque grande es mi Nombre entre los gentiles, dice el SEÑOR de los ejércitos.
Digo pues: ¿Tropezaron luego de tal manera que cayeron del todo? En ninguna manera; mas por la caída de ellos vino la salud a los gentiles, para que por ellos fueran provocados a celos.
Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la Iglesia de Dios.
Si en mi corazón hubiera yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oiría.
Porque he aquí, el SEÑOR sale de su lugar, y descenderá, y hollará sobre las alturas de la tierra.
Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos.
También habló Josué a los rubenitas y gaditas, y a la media tribu de Manasés, diciendo:
Y fue que al pasar el tiempo, Ana concibió, y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, \'
Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El a mi diestra, no seré conmovido.
Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se enfriará.
Entonces los soldados le llevaron dentro del patio, es a saber al Pretorio; y convocaron toda la cuadrilla.
Y dijo David a aquel joven que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que Saúl está muerto, y Jonatán su hijo?
Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿para qué le oís?
fieras ondas del mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, a las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.
Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo:
Y lloraron y lamentaron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl y por Jonatán su hijo, y por el pueblo del SEÑOR, y por la casa de Israel; porque habían caído a espada.
Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?
Por tanto, león del monte los herirá, los destruirá lobo del desierto, tigre acechará sobre sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere, será arrebatado, porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades.
También conviene que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en vergüenza y en lazo del diablo.
Todas las cosas andan en trabajo más de lo que el hombre pueda decir; los ojos nunca se sacian de ver, ni los oídos de oír.
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todas estas cosas fueron, dijo el SEÑOR; a aquel pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Así ha dicho el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman: Paz, y al que no les diere que coman, aplazan contra él batalla;
a los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres; y puso a Daniel, Beltasar y a Ananías, Sadrac; y a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto.
Por causa de Sion no callaré, y por causa de Jerusalén no reposaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salud se encienda como un hacha.
Y luego cayó a los pies de él, y expiró; y entrados los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
Yo, el SEÑOR, te llamé en justicia, y por tu mano te tendré; te guardaré y te pondré por alianza del pueblo, por luz de los gentiles;
Yo entonces me puse sobre él, y lo maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la diadema que tenía en su cabeza, y el brazalete que traía en su brazo, y se los he traído acá a mi señor.
Y el SEÑOR entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, Yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel. Nunca más le pasaré;
Y si con esto no me oyereis, mas procediereis conmigo en oposición,
Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.
Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Ahora pues, SEÑOR, tú eres nuestro padre; nosotros lodo, y tú el que nos obraste, así que obra de tus manos somos todos nosotros.
Mas de la Casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré en el SEÑOR su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni caballeros.
Y el mundo pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
He aquí estoy aparejado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros; porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendita.
Y hablaron María y Aarón contra Moisés a causa de la mujer etíope que había tomado; porque él había tomado mujer etíope.
Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.
Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra. En aquel día el SEÑOR será uno, y su nombre uno.
Y David mi padre tuvo en el corazón edificar Casa al Nombre del SEÑOR Dios de Israel.
Entonces Adonías hijo de Haguit se levantó, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y gente de a caballo, y cincuenta varones que corrieran delante de él.
Entonces oyendo Toi, rey de Hamat, que David había derrotado todo el ejército de Hadad-ezer,
Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.
El rey entonces salió, con toda su casa a pie; y dejó el rey diez mujeres concubinas para que guardaran la casa.
Y el SEÑOR de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos convite de engordados, convite de vinos purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.
Cuando asistáis a las hebreas, y veáis el sexo, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva.
Entonces David tirando de sus vestidos, los rompió; y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él.
Y éstos son los nombres de los varones que estarán con vosotros: De la tribu de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza.
Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas.
Los que convierten en ajenjo el juicio, y dejan de hacer la justicia en la tierra,
Pues si somos hoy demandados acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,
Ni se enciende la lámpara y se pone debajo de un almud, sino en el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
después que hirió a Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, y a Og rey de Basán, que habitaba en Astarot en Edrei;
Y vueltos a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.
mas que calzaran sandalias, y no vistieran dos túnicas.
El reprende al mar, y lo hace secar, y hace secar todos los ríos; Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida.
Y los caldeos hablaron al rey en siriaco: Rey, para siempre vive: di el sueño a tus siervos, y mostraremos la declaración.
y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con dureza.
Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Y los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno, y levantarán para sí una cabeza, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel es grande.
Y dividiste el mar delante de ellos, y pasaron por medio de él en seco; y a sus perseguidores echaste en lo profundo, como una piedra en grandes aguas.
Mas será, que cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
Yo he escrito a la Iglesia; mas Diótrefes, que ama tener el primado entre ellos, no nos recibe.
ayudándonos también vosotros, con oración por nosotros, para que por el don hecho a nosotros por respeto de muchos, por muchos también sean dadas gracias por nosotros.
Hicieron asimismo la fiesta de los tabernáculos, como está escrito, y holocaustos cada día por cuenta, conforme a la ordenanza, cada cosa en su día;
Clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.
Y algunos de ellos decían: En Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato?
Llevarás asimismo estos diez quesos de leche al capitán de los mil, y cuida de ver si tus hermanos están bien, y toma prendas de ellos.
Pero se agravó la mano del SEÑOR sobre los de Asdod, y los destruyó, y los hirió con hemorroides en Asdod y en todos sus términos.
Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver de detrás de ellas sus becerros a casa.
Y el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra los nombres de siete mil hombres; y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo.
Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar iba a más, y se embravecía sobre ellos.
Estos son manchas en vuestros convites de caridad, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno; nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos; árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
Y dije: Te ruego, oh SEÑOR, Dios de los cielos, fuerte, grande, y terrible, que guardas el pacto y la misericordia a los que te aman y guardan tus mandamientos;
Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que taña bien, y traédmelo.
Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.
Y su padre nunca lo entristeció en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Y también éste era de hermoso parecer; y lo había engendrado después de Absalón.
Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, lo tendréis en abominación.
Me echaste en lo profundo, en medio de los mares, Y la corriente me rodeó; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
(Dijo también que enseñaran el arco a los hijos de Judá. He aquí así está escrito en el libro de la rectitud):
Y llamé la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce; y sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
Y él afirmó su palabra que habló sobre nosotros, y sobre nuestros jueces que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; que nunca fue hecho debajo del cielo como el que fue hecho en Jerusalén.
echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una bolsa,
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano.
porque escrito está: Que a sus ángeles mandará de ti, que te guarden;
y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, e hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.
¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?
Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña en orden sobre el fuego.
Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo a nadie.
Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien, que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios.
Porque gente subió a mi tierra, fuerte y sin número; sus dientes, dientes de león, y sus muelas, de león.
Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.
Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas que éstas y más cercanas a la salud, aunque hablamos así.
Ahora, pues, oye su voz; mas protesta primero contra ellos declarándoles el derecho del rey que ha de reinar sobre ellos.
Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
Entretanto la cabeza de Efraín será Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.
No tengas a tu sierva por una hija de Belial; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
Y me dijo el SEÑOR: Del aquilón se soltará el mal sobre todos los moradores de la tierra.
Todos los presidentes del reino, magistrados, gobernadores, grandes y capitanes, han acordado por consejo, promulgar un edicto real, y confirmarlo: Que cualquiera que demandare petición de cualquier dios u hombre por espacio de treinta días, sino de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.
y en medio de ella, la figura de cuatro animales. Y éste era su parecer: había en ellos semejanza de hombre.
La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?
Y llegó a Jerusalén en el mes quinto, el año séptimo del rey.
Mas ellos, traspasaron el pacto como de hombre; allí se rebelaron contra mí.
Y ellos se la trajeron y les dice: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Y ellos le dijeron: De César.
Y tenía tratos con Joab hijo de Sarvia, y con Abiatar, el sacerdote, los cuales ayudaban a Adonías.
Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron el camino para volverse a la tierra de Judá.
Sacando luego Joiada al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!
Y sucedió que puesto el sol, y hubo oscuridad, y he aquí un horno de humo, y una antorcha de fuego que pasó por entre las mitades.
Orad por nosotros, porque confío que tenemos buena conciencia, deseando conversar bien en todo.
Ciertamente la viña del SEÑOR de los ejércitos es la casa de Israel, y todo hombre de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí opresión; justicia, y he aquí clamor.
Y habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor?
Y él me volvió a decir: Yo te ruego que te pongas sobre mí, y me mates, porque me toman angustias, y aún toda mi alma está en mí.
Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se volvieron ellos del cautiverio y dijeron: Como el SEÑOR de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros.
Mas Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado; para que lo lleve y sea presentado delante del SEÑOR, y se quede allá para siempre.
a este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo:
y ofreced sacrificio de alabanza con leudo, y pregonad, publicad voluntarias ofrendas; pues que así lo queréis, hijos de Israel, dijo el Señor DIOS.
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido del SEÑOR.
Y matando Adonías ovejas y vacas y animales engordados junto a la peña de Zohelet, que está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey;
El loco dobla sus manos y come su misma carne.
Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.
¿No os acordáis que cuando estaba con vosotros, os decía esto?
Denunciad en Judá, y haced oír en Jerusalén, y decid: Sonad el shofar en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes.
Porque los tales no sirven al Señor nuestro, Jesucristo, sino a sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples.
Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el remanente del pueblo, la voz del SEÑOR su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado el SEÑOR Dios de ellos; y temió el pueblo delante del SEÑOR.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no la convertiré; porque llevó cautiva toda la cautividad, para entregarlos a Edom.
Enoc, Matusalén, Lamec,
Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas.
Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; e hirieron al cananeo y al ferezeo.
treinta tazas de oro, otras cuatrocientas diez tazas de plata, y otros mil vasos.
Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en el mar se habían enriquecido de sus riquezas: que en una hora ha sido desolada!
el SEÑOR envió un varón profeta a los hijos de Israel, el cual les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto, y de la casa de servidumbre os saqué;
Yo, pues, lo dedico también al SEÑOR; todos los días que viviere, será del SEÑOR. Y adoró allí al SEÑOR.
Entonces el Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad en el río todo hijo que naciere, y a toda hija dad la vida.
Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi; porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud.
Entonces sobornaron a unos para que dijeran que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y Dios.
De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrándose sobre la tierra,
Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
También la vieron los príncipes del Faraón, y la alabaron delante del Faraón; y fue llevada la mujer a casa del Faraón,
El se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
Y me dijo: Daniel, varón de deseos, está atento a las palabras que yo te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque yo soy enviado ahora a ti. Y estando hablando conmigo esto, yo estaba temblando.
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: El SEÑOR haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
Entonces degollará el becerro en la presencia del SEÑOR; y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó, y se fortaleció en gran manera.
Y llegó la palabra hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, y echó de sí su vestido, y se cubrió de cilicio, y se sentó sobre ceniza.
y no halló la paloma donde reposar la planta de su pie, y se volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Y él extendió su mano y la tomó, la metió consigo en el arca.
He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; y pasará, y no lo entenderé.
si no quisiereis, y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca del SEÑOR lo ha dicho.
Porque no nos extendemos demasiado para llegar hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos llegado con el Evangelio del Cristo;
Y le dijo además el SEÑOR: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
Os conceda el SEÑOR que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas lloraron a voz en grito.
Y será el remanente de Jacob en medio de muchos pueblos, como el rocío del SEÑOR, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperaba ya varón, ni esperaban hijos de hombres.
Porque los sueños abundan, y las vanidades y las palabras son muchas; mas tú teme a Dios.
Mas ellas alzando otra vez su voz, lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.
Mas él no la quiso oír; antes pudiendo más que ella la forzó, y se echó con ella.
Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido del SEÑOR?
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
Por eso se detuvo la lluvia de los cielos sobre vosotros, y la tierra detuvo sus frutos.
Meraiot engendró a Amarías, Amarías engendró a Ahitob;
Y despertó el SEÑOR el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el remanente del pueblo; y vinieron e hicieron obra en la Casa del SEÑOR de los ejércitos, su Dios,
Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para reconciliarle.
Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿han de vivir para siempre?
Volveos, hijas mías, e idos; que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijera: Esperanza tengo; y esta noche fuera con varón, y aun diera a luz hijos;
mas no convidó a Natán, el profeta, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.
Ahora, pues, ved aquí vuestro rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que el SEÑOR ha puesto sobre vosotros rey.
el cual nos libró, y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librará;
Entonces Isaías hijo de Amós envió a decir a Ezequías: Así dijo el SEÑOR, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído.
Y salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.
Y que aparejaran cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevaran a salvo a Félix, el gobernador.
La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir mucha madera de brasil, y piedras preciosas.
Entonces saliendo los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él, para matarle.
y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
Que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y diréis: ¿En qué te hemos amancillado? En que decís: Morimos de hambre al servicio del SEÑOR.
Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?
y no era conocido de vista a las Iglesias de Judea, que eran en el Cristo;
Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios ¿no son partícipes del altar?
porque el pecado, habida ocasión, me engañó por el mandamiento, y por él me mató.
Y Betuel engendró a Rebeca. Estos ocho dio a luz Milca a Nacor, hermano de Abraham.
Y fue Salomón, y con él toda la congregación, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo del testimonio de Dios, que Moisés siervo del SEÑOR había hecho en el desierto.
Guímel: Se fue Judá en cautiverio, a causa de la aflicción y de la grandeza de servidumbre. Ella mora entre los gentiles, y no halla descanso. Todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras.
Y las parteras respondieron al Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; porque son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.
El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: Reinará Saúl sobre nosotros? Dadnos esos hombres, y los mataremos.
Y siendo despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
Y vosotros decís: Basta si dijere un hombre al padre o a la madre: Todo Corbán (quiere decir, don mío a Dios) todo aquello con que pudiera valerte;
Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren cuesta abajo.
Confundíos, labradores; aullad, viñeros, por el trigo y la cebada; porque se perdió la mies del campo.
Todos los vasos de oro y de plata, cinco mil cuatrocientos. Todos los hizo llevar Sesbasar con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén.
Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviera en sabiduría, y retuviera la locura, hasta ver cuál fuera el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y regresad al rey que os envió, y decidle: Así dijo el SEÑOR: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás de cierto.
Y temieron aquellos hombres al SEÑOR con gran temor; y ofrecieron sacrificio al SEÑOR, y prometieron votos.
Entonces llamó David a uno de los jóvenes, y le dijo: Ve, y mátalo. Y él lo hirió, y murió.
si no pesares el camino de vida, sus caminos son inestables; no los conocerás.
Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado; desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se transportaron, y se fueron.
Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de bronce sobre toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.
Te ruego, oh SEÑOR, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre; y ahora concede hoy buen suceso a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo era maestresala del rey.
Mas las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, y daban la vida a los niños.
el linaje de la Casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; el linaje de Simei por sí, y sus mujeres por sí;
por tanto, de la visión se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.
Y David dijo a aquel joven que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, amalecita.
Y envió luego a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a él; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y él le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.
Por tanto yo también dije: No los echaré de delante de vosotros, sino que os serán por azote para vuestros costados, y sus dioses por tropezadero.
Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.
por delante los sirios, y por las espaldas los filisteos; y con toda la boca se tragarán a Israel. Ni con todo eso cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.
Porque un pan, significa que muchos somos un cuerpo; pues todos participamos de un pan.
Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió.
Pero fueron vistos por un joven, el cual lo dijo a Absalón; sin embargo los dos se dieron prisa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual ellos descendieron.
Y habló Hageo, embajador del SEÑOR, en la embajada del SEÑOR, al pueblo, diciendo: Yo soy con vosotros, dijo el SEÑOR.
¡Ay Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto las espaldas delante de sus enemigos?
Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la gente de los hombres de guerra que habían salido de Egipto, fue consumida, por cuanto no escucharon la voz del SEÑOR; por lo cual el SEÑOR les juró que no les dejaría ver la tierra, de la cual el SEÑOR había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.
Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como a loco, para que aun me gloríe yo un poquito.
Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furia.
Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados?
¡El SEÑOR Dios de vuestros padres añada sobre vosotros como sois mil veces más, y os bendiga, como os ha prometido!
El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar, y a Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,
mas ellos a su propia sangre espían, y a sus propias almas ponen asechanza.
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.
Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.
Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.
Y tomaron del hollín del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino una sarna que echaba vejigas, así en los hombres como en las bestias.
Los ojos de los que ahora me ven, no me verán más; tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser.
El campo fue destruido, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, el aceite pereció.
A los veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra del SEÑOR a Zacarías profeta, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
Por lo cual yo puse mandamiento para hacer venir delante de mí todos los sabios de Babilonia, que me mostraran la declaración del sueño.
Y no te acercarás a la mujer en la separación de su inmundicia, para descubrir su desnudez.
Mas la gracia del Señor nuestro fue más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.
Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir. Mas Jesús no le dijo, No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer (fiel), y la mujer incrédula en el marido (fiel); de otra manera ciertamente vuestros hijos serían inmundos; pero ahora son santos.
Y el rey respondió al pueblo duramente, desechando el consejo de los ancianos que ellos le habían dado;
Y cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis regresado?
Y tomándole por la mano derecha le levantó; y luego fueron afirmados sus pies y piernas.
¿Por qué dijiste: Es mi hermana? ¡Y yo la tome para mí por mujer! Ahora, pues, he aquí tu mujer, tómala y vete.
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
para que se cumpliera lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo:
por honra y por deshonra, por infamia y por buena fama; como engaña-dores, mas hombres de la verdad;
Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? Dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y Absalón dijo a Husai: ¿Esta es tu misericordia para con tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo?
esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel con que hemos pecado contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Si quisiereis, y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
Y mandó el Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que estaban encargados del pueblo, y a los gobernadores, diciendo:
Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro orden y la firmeza de vuestra fe en el Cristo.
prepara en el verano su comida y en el tiempo de la siega recoge su mantenimiento.
Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo (este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, en que se ocupen).
Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también conocéis; y espero que aun hasta el fin las conoceréis;
Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con la piel de mis dientes.
Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará la iniquidad de su padre? Porque el hijo hizo juicio y justicia, guardó todas mis ordenanzas, y las hizo, de cierto vivirá.
Y que anunciaremos el Evangelio a los que están más allá de vosotros, sin entrar en la medida \'
¡La gloria de Israel, muertos sobre tus collados! ¡Cómo han caído los valientes!
Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes;
¿Qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho.
Después subió el varón Elcana, con toda su familia, a sacrificar al SEÑOR el sacrificio acostumbrado, y su voto.
Montes de Gilboa, ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas; porque allí fue desechado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.
Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí mismo, no permanecerá.
Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del aquilón, dijo el SEÑOR; y vendrán, y pondrá cada uno su asiento a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.
Entonces él les dijo: ¿Qué hábito era el de aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras?
Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te pareciere; quédate hasta que lo destetes; solamente que el SEÑOR cumpla su palabra. Y se quedó la mujer, y crió su hijo hasta que lo destetó.
¿Por ventura hurtando, cometiendo homicidio, y adulterando, y jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis,
Y después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y un odre de vino, y lo trajo a la Casa del SEÑOR en Silo; y el niño era aún pequeño.
Vuestras mujeres y vuestros niños y vuestras bestias, quedarán en la tierra que Moisés os ha dado de este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes de proeza, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis;
Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia; injusticia y robo se oye en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Cristo Jesús mostrara primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.
Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en vuestros templos;
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros prevaricareis, yo os esparciré por los pueblos;
Y se derramó sobre ellos de noche él y sus siervos, y los hirió, y los siguió hasta Hoba, que está a la izquierda de Damasco.
Como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?
Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijeran que él era Jesús, el Cristo.
Y lavará con agua sus intestinos y sus piernas; y el sacerdote hará perfume de todo sobre el altar; y esto será holocausto, ofrenda encendida de olor muy aceptable al SEÑOR.
Y Eliseo le dijo: Ve, dile: Podrás ciertamente sanarse. Pero el SEÑOR me ha mostrado que él ha de morir ciertamente.
Y tal como esto, será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en los ejércitos.
Y ésta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos,
Dijo entonces Saúl a su criado: Bien dices; ea pues, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios.
Los que teméis al SEÑOR, alabadle; toda la simiente de Jacob glorificadle; y temed de él, toda la simiente de Israel.
Con él está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia.
El que ama a su hermano, está en la luz, y no hay tropiezo en él.
Mas si viviere en la carne, esto me será para fruto de la obra, (y no sé entonces qué escoger;
mas los fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? He aquí, que todo el mundo se va tras de él.
Pero entre vosotros y ella haya distancia como de la medida de dos mil codos; y no os acercaréis a ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino.
¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fueran grandes? ¿Habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, porque la mano del SEÑOR ha salido contra mí.
a los cuales ni aun por una hora accedimos a someternos, para que la verdad del Evangelio permaneciera con vosotros.
Mas el SEÑOR hirió al Faraón y a su casa de grandes plagas, por causa de Sarai, mujer de Abram.
Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
el cual murió por nosotros, para que sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
Ahora pues, llevad también a cabo el hecho, para que como fue pronto el ánimo de la voluntad, así también sea en cumplirlo de lo que tenéis.
Y se volvió de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y los mató, y con el equipo de los bueyes coció la carne de ellos, y la dio al pueblo que comieran. Después se levantó, y fue tras Elías, y le servía.
Acordaos de la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os mandó diciendo: El SEÑOR vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.
solamente habían oído decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruía.
Y el espíritu inmundo, sacudiéndolo con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, que subió y creció; y llevó uno a treinta, y otro a sesenta, y otro a ciento.
Porque no el que se alaba a sí mismo es aprobado; sino aquel a quien Dios alaba.
Si te encaramares como águila, y si entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dijo el SEÑOR.
Sin sangre de los muertos, sin grosura de los valientes, la saeta de Jonatán nunca retrocedía, ni la espada de Saúl se tornó vacía.
Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice el SEÑOR, para librarte.
Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿por qué no nosotros? Mas no usamos de esta potestad; antes lo sufrimos todo, para no dar alguna interrupción al curso del Evangelio del Cristo.
Mirad, yo he dado la tierra en vuestra presencia; entrad y poseed la tierra que el SEÑOR juró a vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después de ellos.
Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos.
De la manera que escuchábamos a Moisés en todas las cosas, así te escucharemos a ti; solamente el SEÑOR tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.
Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.
Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.
Luego los de la fe son los benditos con el creyente Abraham.
En aquel día, dice el SEÑOR, juntaré la coja, y recogeré la amontada, y a la que afligí;
¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o atiende el fuego de mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable el presente.
Y cuando iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, el SEÑOR echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron; muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto a espada.
y no consentía que alguien llevara vaso por el Templo.
Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto.
En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, y estatutos y juicios, que mandaste a Moisés tu siervo.
Me cercó Efraín con mentira, y la Casa de Israel con engaño; mas Judá aún domina con Dios, y es fiel con los santos.
No lo denunciéis en Gat, no deis las nuevas en las plazas de Ascalón; para que no se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
Dé el Señor misericordia a la casa de Onesíforo; que muchas veces me refrigeró, y no se avergonzó de mi cadena;
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;
¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta Casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
Y subió Judá, y el SEÑOR entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; y de ellos hirieron en Bezec a diez mil hombres.
Así que, el que nos menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.
El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud.
Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, de vosotros los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la Casa del SEÑOR de los ejércitos, para edificar el Templo.
Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol pues que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego.
Doy gracias a Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo;
No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás del todo sus imágenes.
Estos, pues, fueron dejados para probar por ellos a Israel, para saber si escucharían los mandamientos del SEÑOR, que él había mandado a sus padres por mano de Moisés.
Ven pues ahora, y toma mi consejo, para que libres tu vida, y la vida de tu hijo Salomón.
Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? Le dirás: El SEÑOR nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;
Y el que tomare la mujer de su hermano, es suciedad; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.
Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica corrompido al SEÑOR; porque yo soy Gran Rey, dice el SEÑOR de los ejércitos, y mi Nombre es formidable entre los gentiles.
hasta tanto que el SEÑOR haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también hereden la tierra que el SEÑOR vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, y la heredaréis; la cual Moisés, siervo del SEÑOR, os ha dado, de este lado del Jordán hacia donde nace el sol.
El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte;
Saúl y Jonatán, amados y deseados en su vida, en su muerte tampoco fueron apartados. Más ligeros que águilas, más fuertes que leones.
Y extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los moradores de Jerusalén, y talaré de este lugar el remanente de Baal, y el nombre de sus religiosos con sus sacerdotes;
Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los llamados: Venid, que ya está todo aparejado.
Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los judíos.
Mas de aquel dinero que se traía a la casa del SEÑOR, no se hacían tazas de plata, ni salterios, ni jofainas, ni trompetas; ni ningún otro vaso de oro ni de plata se hacía para el templo del SEÑOR;
porque aún Leví estaba en los lomos de su padre, cuando Melquisedec salió a recibirle.
Y dijo Samuel todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le había pedido rey.
Así volvió Noemí y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas.
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Entonces replicó Booz: El mismo día que tomares las tierras de mano de Noemí, tomarás también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que levantes el nombre del muerto sobre su heredad.
Ve, y preséntate ante el rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no has jurado tú a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué pues reina Adonías?
Porque si bendijeres con el espíritu, el que ocupa lugar de ignorante ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho.
Tomaste asimismo los vasos de tu hermosura de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas.
Y él haciéndoles con la mano señal de que callaran, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.
Y aconteció que, cuando todos los que le conocían de ayer y de anteayer, vieron como profetizaba con los profetas. Y el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?
Mas Sadoc, el sacerdote, Benaía hijo de Joiada, Natán, el profeta, Simei, Rei, y todos los grandes de David, no seguían a Adonías.
Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.
Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía.
Y habló más el SEÑOR a Acaz, diciendo:
tiempo de esparcir las piedras, y tiempo de juntar las piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse de abrazar;
Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban.
que hizo bien a Abram por causa de ella; y tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas, y asnas y camellos.
Y ellos le respondieron: Un varón velloso, y ceñía sus lomos con un cinto de cuero. Entonces él dijo: Elías, el tisbita es.
Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Entonces, acercándose los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera?
Dejad la obra de esa Casa de Dios al capitán de los judíos, y a sus ancianos, para que edifiquen esa Casa de Dios en su lugar.
Ahora, pues, orad a la faz de Dios, y él tendrá piedad de nosotros; esto de vuestra mano vino, ¿le seréis agradables? Dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y ningún hombre estará en el tabernáculo del testimonio cuando él entrare a hacer la reconciliación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la reconciliación por sí, y por su casa, y por toda la congregación de Israel.
Y también bauticé la casa de Estéfanas; mas no sé si he bautizado algún otro.
Y conmovieron al pueblo, y a los ancianos, y a los escribas; y arremetiendo le arrebataron, y le trajeron al concilio.
Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
Entonces ellos respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos enviares.
persecuciones, aflicciones, las cuales me fueron hechas en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido; y de todas me ha librado el Señor.
Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y le hablaron luego de ella.
Los hijos de Bequer: Zemira, Joás, Eliezer, Elioenai, Omri, Jerimot, Abías, Anatot y Alamet; todos éstos fueron hijos de Bequer.
Mató entonces Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus principales, y a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no le quedó ninguno.
¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?
Y dijo el príncipe de los eunucos a Daniel: Tengo temor de mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más tristes que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis mi cabeza para con el rey.
Y hubo miedo en el real y por la tierra, y por todo el pueblo de la guarnición; y los que habían ido a destruir la tierra, también ellos temblaron, y la tierra fue alborotada, y hubo miedo de Dios.
Por tanto, ahora pasarán en el principio de los que a cautividad pasaren, y el banquete de los que se extienden sobre sus lechos será quitado.
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los locos aborrecerán la ciencia?
¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi palma?
Y hablaré con ellos mis juicios a causa de toda su malicia; que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y a hechuras de sus manos se encorvaron.
Y si el Señor no hubiera acortado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos, que él escogió, acortó aquellos días.
Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; mas todo el pueblo se gozaba de todas las cosas gloriosas que eran por él hechas.
Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y serás solamente oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
mas volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente; saquearán a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón les darán obediencia.
Mas esto decía Jesús de la muerte de él; y ellos pensaron que hablaba del sueño de dormir.
Y él traerá en expiación por su culpa al SEÑOR, a la puerta del tabernáculo del testimonio, un carnero por expiación de la culpa.
Y les respondió Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió el fuego de Dios del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía de escarlata en sus placeres, que adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro.
Mas Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste;
Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban fuera a un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda; y había con ella grande compañía de la ciudad.
El pabellón era de blanco, verde, y cárdeno, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, de alabastro y de cárdeno.
esperando lo que resta, es a decir, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló, y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto.
no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y que no oyere tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.
Y dijo al pueblo: Pasad, y cercad la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca del SEÑOR.
Y aconteció que, hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán, por ver si la palabra de Mardoqueo se mantendría firme; porque ya él les había declarado que era judío.
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Entonces Moisés clamó al SEÑOR, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.
¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! ¡Jonatán, muerto en tus alturas!
al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento musical, os postraréis y adoraréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado:
¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y las peñas se rompen por él.
Pregonad ayuno, llamad a congregación; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la Casa del SEÑOR vuestro Dios, y clamad al SEÑOR.
Porque la suministración de este servicio, no solamente suple lo que a los santos falta, sino también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no la convertiré; porque entregaron la cautividad entera a Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos.
Que tinieblas y sombra de muerte sea su redentor; reposara sobre él nublado, que lo hiciera horrible como día caluroso.
porque nosotros somos desde ayer, y no sabemos, siendo nuestros días sobre la tierra como sombra.
El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte; y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
Y el SEÑOR herirá a Israel, al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá al otro lado del río (Eufrates), por cuanto han hecho sus bosques, enojando al SEÑOR.
Tú, pues, ciñe tus lomos, y te levantarás, y les hablarás todo lo que te mandare; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello.
y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y acercaos delante del SEÑOR cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.
Y habló el ángel, e intimó a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestimentas viles. Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu iniquidad de ti, y te he hecho vestir de ropas nuevas.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha tristeza; y quien añade ciencia, añade dolor.
Y me dijo el SEÑOR: Levántate, anda, para que partas delante del pueblo, para que entren y hereden la tierra que juré a sus padres les había de dar.
Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
Pereció el presente y la libación de la Casa del SEÑOR; los sacerdotes ministros del SEÑOR hicieron luto.
y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño;
De Isacar, Natanael hijo de Zuar.
Se han de inclinar hacia ti los que te vieren y te considerarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos.
Tu plata se ha tornado en escorias, tu vino está mezclado con agua.
¿Por ventura guardará su enojo para siempre? ¿Eternalmente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.
Se secó la vid, y pereció la higuera; el granado también, la palma, y el manzano; se secaron todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres.
Y que yo he venido ahora para decir esto al rey mi señor, es porque el pueblo me ha puesto miedo. Mas tu sierva dijo en si: Hablaré ahora al rey; por ventura hará el rey la palabra de su sierva.
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos a los otros: ¿Qué es esto?
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga el SEÑOR, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
y el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito conforme a todas las palabras que os habló el SEÑOR en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
y clamaban a alta voz, diciendo: Salvación al que está sentado sobre el trono de nuestro Dios, y al Cordero.
Recibid mi castigo, y no plata; y ciencia más que el oro escogido.
Y él me dice: Necesario es que otra vez profetices referente a muchos pueblos y naciones y lenguas y reyes.
Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo.
y los altares de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados; y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.
Y ahora, he aquí el SEÑOR ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos estos tus profetas, y el SEÑOR ha decretado mal acerca de ti.
Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar a los enemigos del SEÑOR, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente.
Y la tierra ayudó a la mujer; y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca.
volveos, partíos, e id al monte del amorreo, y a todas sus comarcas, en el llano, en el monte, en los valles, al mediodía, y a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Mucho se alegrará el padre del justo; y el que engendró sabio se gozará con él.
Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales rescataste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte.
Y enseñales las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.
Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?
Mas ella, cuando le vio, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación sería ésta.
mas vosotros, no así; antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más joven; y el que es príncipe, como el que sirve.
Y volvió a enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se arrodilló delante de Elías, y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de estos tus cincuenta siervos.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga a Dios cercano de sí, como lo está el SEÑOR nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Por este niño oraba, y el SEÑOR me dio lo que le pedí.
Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
y deseando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
de los hijos de Joab, Obadías, hijo de Jehiel, y con él doscientos dieciocho varones;
Y si su ofrenda fuere holocausto ovejuno, de los corderos, o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá.
Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por príncipe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael, y Azarías:
Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta a los muertos;
Mas David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había tendido una tienda en Jerusalén.
Entonces Josué hizo pacto con el pueblo el mismo día, y le puso ordenanzas y leyes en Siquem.
y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que están en la tierra.
Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos, y tus siervos, y encerrarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para mantenerse; y Mefi-boset el hijo de tu señor comerá pan perpetuamente a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.
Entonces Jesús respondiendo, dijo a la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos.
Y cuando los vasos fueron llenos, dijo a su hijo: Tráeme aún otro vaso. Y él dijo: No hay más vasos. Entonces cesó el aceite.
Y gimiendo de su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.
El SEÑOR justo en medio de ella, no hará iniquidad; cada mañana sacará a luz su juicio, nunca falta; mas el perverso no tiene vergüenza.
Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.
Haz pues esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen voto sobre sí.
Y será, cuando el SEÑOR tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, para dártela a ti; ciudades grandes y buenas que tú no edificaste;
Y ella dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
El hombre falto de entendimiento toca la mano, fiando a otro delante de su amigo.
Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta tanto que mataron a la bestia, y su cuerpo fue deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego.
los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo;
Los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama, y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.
Y secará el SEÑOR la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con fortaleza de su espíritu sobre el Río, y lo herirá en siete riberas, y hará que pasen por él con zapatos.
Luego los sacerdotes, hijos de Aarón, acomodarán las piezas, la cabeza y el redaño, en orden sobre la leña que está sobre el fuego, que habrá encima del altar:
Beera su hijo, el cual fue transportado por Tiglat-pileser rey de los asirios. Este era príncipe de los rubenitas.
Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; mas el pecado no era imputado, no habiendo ley.
He aquí ahora esta ciudad está cercana para huir allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma.
Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre.
Las mujeres asimismo honestas, no detractoras; templadas, fieles en todo.
Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios.
el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echaran fuera, y no pudieron.
Dices, (por cierto palabras de labios): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí?
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
Mas estas cosas no las entendieron sus discípulos primero; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y que le hicieron estas cosas.
Prueba, ahora, con tus siervos diez días, y dennos de las legumbres a comer, y agua a beber.
Los demás hechos de Joás que hizo, y sus valentías, y cómo peleó contra Amasías rey de Judá, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil seiscientos estadios.
Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene.
Y todas sus esculturas serán despedazadas, y todos sus dones serán quemados en fuego, y asolaré todos sus ídolos; porque de dones de rameras se juntó, y a dones de rameras volverán.
Contrataron además contra ellos consejeros para disipar su consejo, todo el tiempo de Ciro rey de Persia, y hasta el reinado de Darío rey de Persia.
Ya sabes esto, que me han sido contrarios todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes.
¡Ay de los que juntan casa con casa, y agregan heredad a heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
La voz del SEÑOR clama a la ciudad; y el varón de sabiduría verá tu Nombre. Oíd la vara, y a quien lo establece.
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios.
Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec, y Tiras.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, lo que quedó de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Ceñíos y lamentad, sacerdotes; aullad, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitado es de la Casa de vuestro Dios el presente y la libación.
pensando dentro de sí, que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar, por lo cual también le volvió a recibir por figura.
La viuda sea puesta en lista, no menor de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón.
Las cosas que mi alma no quería tocar antes, ahora por los dolores son mi comida.
y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
Otra parte cayó en espinas; y subieron las espinas, y la ahogaron, y no dio fruto.
Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti, y confirmaré tus razones.
Por la fe, Jacob muriéndose bendijo a cada uno de los hijos de José; y adoró estribando sobre la punta de su vara.
Y la mujer que tiene marido incrédulo, y él consiente para habitar con ella, no lo deje.
Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: Yo correré ahora, y daré las nuevas al rey de cómo el SEÑOR ha defendido su causa de la mano de sus enemigos.
Y los demás hechos de Ocozías, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis.
Y cuando se sentaron a la mesa y comieron, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar.
En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaban por sendas torcidas.
Mas Adoni-bezec huyó; le siguieron, y le prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies.
Y cumplidos estos días, hizo el rey banquete por siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor que se halló en Susa, el palacio.
YO SOY el que doy testimonio de mí mismo, y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.
Antes es Dios fiel que nuestra palabra para con vosotros no ha sido sí y no.
mas si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra. Si fuere vuestro lanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí los juntaré; y los traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento.
He: Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque el SEÑOR la afligió por la multitud de sus rebeliones; sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.
clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
Porque el que en esto sirve al Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres.
Por tanto, dice el Señor DIOS de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;
Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había congregado a él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por la multitud no se pudieron contar ni numerar.
Y ha de degollarlo al lado del altar, al aquilón delante del SEÑOR; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar alrededor.
Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dijo el SEÑOR.
Dálet: Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las solemnidades; todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura.
Destruirás a los que hablan mentira. Al varón de sangre y de engaño abominará el SEÑOR.
tierra de la cual el SEÑOR tu Dios procura; siempre están sobre ella los ojos del SEÑOR tu Dios, desde el principio del año hasta el fin de él.
Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban; cada uno caminaba derecho de su rostro.
Según está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y nunca rogamos a la faz del SEÑOR nuestro Dios, para convertirnos de nuestras iniquidades, y entender tu Verdad.
Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.
Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe por mí a que sane a un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Y talaré a los moradores de Azoto, y a los gobernadores de Ascalón; y tornaré mi mano sobre Ecrón, y el remanente de los palestinos perecerá, dijo el Señor DIOS.
Tomad consejo, y será deshecho; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros.
Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados cogían las migajas debajo de mi mesa; como yo lo hice, así me ha pagado Dios. Y le metieron en Jerusalén, donde murió.
Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que quito lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en mí poderosamente.
Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas.
Porque más fácil cosa es entrar un cable por el ojo de una aguja, que un rico entrar al Reino de Dios.
Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se estuvo por algún tiempo en Asia.
Pasaré por tu tierra; no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muriere, y dejara mujer, y no dejara hijos, que su hermano tome su mujer, y levante linaje a su hermano.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Y les decía: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
Y en la casa en que él moraba, había otra sala dentro del portal, de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón una casa para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, de la misma obra de aquel portal.
(Y puso Dios a Daniel en gracia y en misericordia con el príncipe de los eunucos.)
Y dijo Samuel: Siendo tú pequeño en tus propios ojos ¿no has sido hecho cabeza a las tribus de Israel, y el SEÑOR te ha ungido por rey sobre Israel?
Y partió Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahiman, y a Talmai.
¿cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua?
Una misma ley y un mismo derecho tendréis, vosotros y el extranjero que mora con vosotros.
Tales son las sendas de todo el que codicia la ganancia, la cual prenderá la vida de sus poseedores.
Y aquel varón que estaba entre los arrayanes respondió, y dijo: Estos son los que el SEÑOR ha enviado para que anden la tierra.
y no penséis decir dentro de vosotros: a Abraham tenemos por padre; porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Tales eran sus rostros; y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.
Y la figura de sus rostros era rostros de hombre; y rostros de león a la parte derecha en los cuatro; y a la izquierda rostros de buey en los cuatro; asimismo había en los cuatro rostros de águila.
Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios, entendidos y expertos, para que yo los ponga por cabeza.
Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los flacos se ciñieron de fortaleza.
Mas todas estas cosas cuando de la luz son impugnadas, son manifiestas; porque la luz es la que manifiesta todo.
por tanto, te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con logro.
Y ellos hablaron a aquel ángel del SEÑOR que estaba entre los arrayanes, y dijeron: Hemos andado la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.
Entonces hirió Manahem a Tifsa, y a todos los que estaban en ella, y también sus términos desde Tirsa; y la hirió porque no le habían abierto; y abrió a todas sus mujeres que estaban encinta.
Mira, el SEÑOR tu Dios ha dado delante de ti la tierra; sube y toma posesión de ella, como el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.
Buscad al SEÑOR todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad humildad; por ventura seréis guardados en el día del enojo del SEÑOR.
Y envió Jefté embajadores al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo que has venido a mí para hacer guerra en mi tierra?
He aquí el pueblo, que como león se levantará, y como león se erguirá; no se echará hasta que coma la presa, y beba la sangre de los muertos.
El que anda en chismes, descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarde íntegro.