49 Versículos de la Biblia sobre las señales de los tiempos finales

Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, á las puertas.

ESTO también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos:

Y todas estas cosas, principio de dolores.

Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?

Hipócritas! Sabéis examinar la faz del cielo y de la tierra; ¿y cómo no reconocéis este tiempo?

Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusión del sonido de la mar y de las ondas:

No vemos ya nuestras señales: No hay más profeta; Ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio á todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.

Y habrá grandes terremotos, y en varios lugares hambres y pestilencias: y habrá espantos y grandes señales del cielo.

Mas ­ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!

Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó allí, no creáis.

Y á la mañana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis?

Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.

Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;

Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.

Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.

A aquel inicuo, cuyo advenimiento es según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,

Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas fué vuelta en ajenjo: y muchos murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas.

EMPERO acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba:

Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis.

Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicaráse la ciencia.

Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.

Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo:

He aquí os lo he dicho antes.

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.

De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan.

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar á ser hechas?

Y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y á muchos engañarán.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.

Entonces respondiendo algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.

Hijitos, ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado á ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos.

Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde el principio del mundo hasta ahora, ni será.

Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fué muy grande.

Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos pereció.

Las señales y milagros que el alto Dios ha hecho conmigo, conviene que yo las publique.

Entonces los que están en Judea, huyan á los montes;

Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años;

Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles.

Y el que sobre el terrado, no descienda á tomar algo de su casa;

Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres.

Y díjoles una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles:

Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.

Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.