149 casos

'Cincuenta' en la Biblia

Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.

Y tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días.

Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años.

Quizá hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él?

Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré á todo este lugar por amor de ellos.

Quizá faltarán de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.

Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo, caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

Cincuenta lazadas harás en la una cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la cortina que está en la segunda juntura: las lazadas estarán contrapuestas la una á la otra.

Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al borde en la juntura, y cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura.

Harás asimismo cincuenta corchetes de alambre, los cuales meterás por las lazadas: y juntarás la tienda, para que se haga una sola cubierta.

Y el ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.

Y en el ancho del atrio por la parte de levante, al oriente, habrá cincuenta codos.

La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus basas de metal.

Y tú has de tomar de las principales drogas; de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos y cincuenta, y de cálamo aromático doscientos y cincuenta,

Cincuenta lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las unas lazadas enfrente de las otras.

Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; é hízose un tabernáculo.

Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.

Hizo también cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda, de modo que fuese una.

A la parte del occidente cortinas de cincuenta codos: sus columnas diez, y sus diez basas; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

Y á la parte oriental, al levante, cortinas de cincuenta codos:

Medio por cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, á todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

Hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente a Jehová.

Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra á todos sus moradores: este os será jubileo; y volveréis cada uno á su posesión, y cada cual volverá á su familia.

El año de los cincuenta años os será jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos:

En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, tu estimación será cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.

Y si alguno santificare de la tierra de su posesión á Jehová, tu estimación será conforme á su sembradura: un omer de sembradura de cebada se apreciará en cincuenta siclos de plata.

Los contados de ellos, de la tribu de Simeón, cincuenta y nueve mil y trescientos.

Los contados de ellos, de la tribu de Gad, cuarenta y cinco mil seiscientos y cincuenta.

Los contados de ellos, de la tribu de Issachâr, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos.

Los contados de ellos, de la tribu de Zabulón, cincuenta y siete mil y cuatrocientos.

Los contados de ellos, de la tribu de Nephtalí, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.

Fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos y cincuenta.

Y su hueste, con sus contados, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos:

Y su hueste, con sus contados, cincuenta y siete mil y cuatrocientos.

Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y nueve mil y trescientos:

Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos y cincuenta.

Todos los contados en el ejército de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos y cincuenta, por sus escuadrones, irán los segundos.

Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.

Todos los contados en el ejército de Dan, ciento cincuenta y siete mil y seiscientos: irán los postreros tras sus banderas.

Estos son los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres: todos los contados por ejércitos, por sus escuadrones, seiscientos tres mil quinientos y cincuenta.

De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio.

De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabrenáculo del testimonio.

Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años, los contarás; todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio.

Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio.

Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos y cincuenta.

Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio;

Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio;

Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio, y tener cargo de obra en el tabernáculo del testimonio;

Y levantáronse contra Moisés con doscientos y cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre;

Y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y allegad delante de Jehová cada uno su incensario: doscientos y cincuenta incensarios: tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.

Que la tierra abrió su boca y tragó á ellos y á Coré, cuando aquella compañía murió, cuando consumió el fuego doscientos y cincuenta varones, los cuales fueron por señal.

Estas son las familias de Manasés; y sus contados, cincuenta y dos mil y setecientos.

Estas son las familias de los hijos de Aser, por sus contados, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.

Y de la mitad perteneciente á los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás á los Levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová.

De la mitad, pues, para los hijos de Israel tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y diólos á los Levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová; como Jehová lo había mandado á Moisés.

Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron á Jehová de los tribunos y centuriones, fué diez y seis mil setecientos y cincuenta siclos.

Y tomé los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y púselos por jefes sobre vosotros, jefes de millares, y jefes de cientos, y jefes de cincuenta, y cabos de diez, y gobernadores á vuestras tribus.

Entonces el hombre que se echó con ella dará al padre de la moza cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló: no la podrá despedir en todos sus días.

Entonces hirió Dios á los de Beth-semes, porque habían mirado en el arca de Jehová; hirió en el pueblo cincuenta mil y setenta hombres. Y el pueblo puso luto, porque Jehová le había herido de tan gran plaga.

Y se elegirá capitanes de mil, y capitanes de cincuenta: pondrálos asimismo á que aren sus campos, y sieguen sus mieses, y á que hagan sus armas de guerra, y los pertrechos de sus carros:

ACONTECIO después de esto, que Absalom se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él.

Y el rey dijo á Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré á Jehová mi Dios holocaustos por nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

Entonces Adonía hijo de Haggith se levantó, diciendo: Yo reinaré. E hízose de carros y gente de á caballo, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.

Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cinco codos de longitud, y cincuenta codos de anchura, y treinta codos de altura, sobre cuatro órdenes de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.

También hizo un pórtico de columnas, que tenía de largo cincuenta codos, y treinta codos de ancho; y aqueste pórtico estaba delante de aquellas otras, con sus columnas y maderos correspondientes.

Y los que Salomón había hecho jefes y prepósitos sobre las obras, eran quinientos y cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo que trabajaba en aquella obra.

Y venía y salía de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento y cincuenta; y así los sacaban por mano de ellos, todos los reyes de los Hetheos, y de Siria.

¿No ha sido dicho á mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba á los profetas de Jehová que escondí cien: varones de los profetas de Jehová: que escondí cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve á pan y agu

Envía pues ahora y júntame á todo Israel en el monte de Carmelo, y los cuatrocientos y cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de los bosques, que comen de la mesa de Jezabel.

Y envió luego á él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió á él; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y él le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.

Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta.

Volvió el rey á enviar á él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y hablóle, y dijo: Varon de Dios, el rey ha dicho así: Desciende presto.

Y respondióle Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta.

Y volvió á enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta: y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, hincóse de rodillas delante de Elías, y rogóle, diciendo: Varón de Dios, ruégote que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de es

He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido los dos primeros capitanes de cincuenta, con sus cincuenta; sea ahora mi vida de valor delante de tus ojos.

Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y paráronse enfrente á lo lejos: y ellos dos se pararon junto al Jordán.

Y dijéronle: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes: vayan ahora y busquen á tu señor; quizá lo ha levantado el espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte ó en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.

Mas ellos le importunaron, hasta que avergonzándose, dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron.

Porque no le había quedado gente á Joachâz, sino cincuenta hombres de á caballo, y diez carros, y diez mil hombres de á pié; pues el rey de Siria los había destruído, y los había puesto como polvo para hollar.

Cuando comenzó á reinar era de dieciséis años, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalem; el nombre de su madre fué Jecolía, de Jerusalem.

E impuso Manahem este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos y opulentos: de cada uno cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria, y el rey de Asiria se volvió, y no se detuvo allí en la tierra.

En el año cincuenta de Azarías rey de Judá, reinó Pekaía hijo de Manahem sobre Israel en Samaria, dos años.

Y conspiró contra él Peka hijo de Remalías, capitán suyo, é hiriólo en Samaria, en el palacio de la casa real, en compañía de Argob y de Ariph, y con cincuenta hombres de los hijos de los Galaaditas; y matólo, y reinó en su lugar.

En el año cincuenta y dos de Azarías rey de Judá, reinó Peka hijo de Remalías sobre Israel en Samaria; y reinó veinte años.

DE doce años era Manasés cuando comenzó á reinar, y reinó en Jerusalem cincuenta y cinco años: el nombre de su madre fué Hepsiba.

Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, y doscientas cincuenta mil ovejas, dos mil asnos, y cien mil personas.

Y fueron los hijos de Ulam hombres valientes y vigorosos, flecheros diestros, los cuales tuvieron muchos hijos y nietos, ciento y cincuenta. Todos estos fueron de los hijos de Benjamín.

Y sus hermanos por sus linajes fueron nuevecientos cincuenta y seis. Todos estos hombres fueron cabezas de familia en las casas de sus padres.

Y de Zabulón cincuenta mil, que salían á campaña á punto de guerra, con todas armas de guerra, dispuestos á pelear sin doblez de corazón.

Y subían, y sacaban de Egipto, un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento y cincuenta: y así se sacaban por medio de ellos para todos los reyes de los Hetheos, y para los reyes de Siria.

Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

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